Venezuela, ver lo esencial

Fabio Carboni

Me encuentro cursando una maestría en negocios (MBA) de dos años en Tuck School of Business at Dartmouth College, USA. Tuck School of Business salió elegida como la mejor escuela de negocios de los Estados Unidos en la encuesta realizada por The Wall Street Journal y publicada el 30 abril del 2001. En junio del 2002 terminé el primer año de esta maestría y tuve la oportunidad de trabajar durante diez semanas en Venezuela en un proyecto de consultoría suscripto con el PNUD (Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo).

Soy argentino y me gustaría contar a todos los latinoamericanos lo que realmente sucede en Venezuela, ya que la mayor parte de los medios masivos de comunicación locales e internacionales no hacen más que distorsionar u ocultar la realidad venezolana.

Primero, la libertad de prensa que existe en Venezuela es absoluta. Si no fuera así sería imposible que ocho de cada diez notas que aparecen en los principales noticieros y diarios venezolanos (medios que pertenecen a la oposición) sean acerca de cómo hacer para sacar a Chávez de la presidencia. Basta con visitar las páginas web de diarios venezolanos como El Nacional o El Universal para ver que mi afirmación es cierta.

Segundo, es importante aprender a ver lo esencial. Lo esencial es lo realmente importante; son los hechos concretos y transcendentes. A los gobiernos hay que medirlos por lo esencial. Durante los tres primeros años de gobierno de Hugo Chávez más de un millón de niños se reincorporó al sistema educativo, tres millones de personas accedieron a la red de agua potable, el presupuesto de educación aumentó del 3% al 6% del PBI, el presupuesto de seguridad social aumentó del 2,5% al 5% del PBI, la tasa de mortalidad infantil se redujo del 21 al 17 por mil, y la tasa de desnutrición infantil disminuyó en un 10%. Además, se reemplazaron 150.000 ranchos por viviendas, se creó el banco de la mujer que otorga créditos para micro-emprendimientos a mujeres de bajos recursos, y se respetó la propiedad privada en forma absoluta. El PBI creció un 3% anual durante el 2000 y el 2001.

Estimados argentinos, comparen con el modelo argentino de Menem, De la Rúa, y Duhalde y saquen sus propias conclusiones. Estimados latinoamericanos, depende de nosotros dejar engañarnos por los medios de comunicación o VER LO ESENCIAL.

Valga explicar qué es la ley de tierras para romper con el mito de que se viene el comunismo a Venezuela. El 90% de los alimentos que se producen en el mundo se consumen en el mismo país en que se producen. Que los alimentos se consuman principalmente en el país en que se producen no es casualidad. La mayoría de los países tienen en forma explícita o implícita una política de autosuficiencia alimentaria. Caso muy diferente es el de Venezuela que importa el 70% de los alimentos que consume y que paradójicamente cuenta con enormes extensiones de tierra sin cultivar. El gobierno de Venezuela tiene como objetivo lograr la autosuficiencia alimentaria (si los otros países inteligentemente aplican una política de autoabasteciemiento alimentario, ¿por qué no Venezuela?).

La ley venezolana de tierras define como latifundio susceptible de expropiación indemnizable a toda finca de más de 100 hectáreas que se encuentre sin producir.

Por ejemplo, si un venezolano tiene 10.000 hectáreas y las produce, entonces no es latifundio y no es susceptible de expropiación indemnizable. Además, si la finca fuera declarada ociosa, el dueño podría solicitar un plazo de dos años para convertir la tierra ociosa en productiva y así evitar la expropiación. La idea claramente no es acabar con la propiedad privada, sino que todas las tierras se pongan a producir para así generar empleo, lograr el autoabastecimiento alimentario, y acabar con el hambre en Venezuela.

¿Le parece ilógico estimado lector? Mensaje para la clase media argentina: escuché decir a muchos argentinos que a los venezolanos que tienen dos casas el gobierno de Chávez les expropia una. Me gustaría encontrar siquiera a un venezolano a quien durante los últimos tres años el gobierno de Venezuela le haya expropiado su segunda casa.

Gran parte de la oposición venezolana centra todas sus críticas a Chávez en cosas superfluas. Que Chávez es feo, que Chávez es negro, que a Chávez no lo soportan cuando habla... no sólo desnudan su racismo sino que además tratan de ocultar lo esencial. Empecemos a asumirnos como orgullosos latinoamericanos y a dejar de creernos europeos que por error y maldición divina nacimos en Latino América.

Dejemos de mirar hacia afuera. Sólo Latino América será la salvación de Latino América. Sólo el profundo amor por nuestra tierra y nuestro pueblo nos guiará. Sólo el conocimiento de nuestra historia y del pensamiento de Simón Bolívar, de José de San Martín, de José Artigas, de Mariano Moreno, de José Martí, de Arturo Jauretche y de tantos otros patriotas nos formará una conciencia nacional y enseñará el verdadero camino.