Por qué es imposible un vacío de poder

Reinaldo Bolívar

(Aclaratoria para poner punto final a ese adefesio que llaman vacío de poder)

El presente artículo va dirigido a esa minoría que consciente o inconscientemente se aferra a maniqueísmos que le hacen correr el peligro de ser tomados por ignorantes o que por fuerza de la costumbre terminen siéndolo (a los que se loritizaron —dicese de los humanos repiten y repiten sin pensar como loros— por no decir otra cosa, con eso de “Chávez vete ya”). Este artículo va dirigido a profesores de derecho que olvidaron las ciencias jurídicas, a los 11 magistrados del TSJ que perdieron la oportunidad de poner en su justo lugar a quienes atropellaron el 12 de abril la majestad de los poderes públicos al disolverlos de un plumazo; no es para que se arrepientan; es para que algún día, a la hora de la inevitable verdad de las verdades, cuando de nada servirán los millones de dólares y recuerden que todo era tan fácil y lógico; cuando sean sentenciados por la conciencia que tiene la mala costumbre de resucitar minutos antes de la muerte. Va dirigido a juristas que antes creíamos serios y objetivos que fueron constituyentes y ex magistrados de la corte suprema; a los fiscales que desconocieron la autoridad del Fiscal General y se unieron al gobierno fascista del 12 A; a los policías judiciales que aún mantienen una actitud contraria al profesionalismo científico, a los PM que disparan cobardemente contra el pueblo —recuerden de donde vienen. Estas páginas van dirigidas a esas personas caídas en el bombardeo mediático, con la intención de que se sacudan de esa tiranía y comiencen a pensar por sí mismas; a los estudiantes, en especial a los de derecho, de política, relaciones internacionales, ciencias militares, sociología y particularmente de comunicación social. A los militares para que asimilen de una vez por todas cual es su papel en una democracia. Estas letras esperan ser leídas por aquellos cazadores de aspectos negativos aún en las cosas más positivos; por esas personas que han hecho del pesimismo y del ataque irracional al gobierno su razón de ser, su principio de vida.

Este artículo por supuesto no va dirigido a esas minorías golpistas agrupadas en eso que mal llaman Coordinadora Democrática que no es más que una imitación fracasada de la falangista Patria y Libertad (los golpistas chilenos), aquí englobamos a diputados y concejales con vocación de Judas, son irrecuperables. Tampoco va dirigido a los periodistas que botaron el Código de Ética y que han tarifado sus servicios. Aunque tal vez esta sea su penúltima oportunidad de reivindicarse así mismo y de limpiar tan noble profesión.

Por supuesto, aunque me alegra que lo lean, no va dirigido, más si dedicado al pueblo bolivariano, porque ese ha demostrado su sabiduría y grado de madurez democrática digna del legado de nuestros libertadores; a los pueblos de América Latina para que no descuiden la defensa de sus conquistas... Sólo les pido que hagan circular este escrito más allá de Internet, de nuestras casas y círculos...Quien quita y salvemos un alma.

Porque es imposible un vacío de poder

Aclaremos esto de una vez. De acuerdo con la Constitución Bolivariana de 1999 (CB) que cuenta con el respaldo fundamental del pueblo (la principal ley según Kelsen), el poder público se divide en poder local, estadal y nacional. Este último se subdivide en cinco (5) poderes públicos, con autonomía, pero con el mandato de cooperar entre sí. Son ellos el Ejecutivo (encabezado por el Presidente de la República, electo por voto universal, directo y secreto), el Legislativo (que completa la dupla de poderes electos y con la delicada misión de representar la voluntad del pueblo soberano), el Judicial, el Ciudadano (Fiscalía, Defensoría y Contraloría) y el Electoral. Los tres últimos con miembros designados por el legislativo de acuerdo a lo pautado en la Constitución y las leyes.

Nótese que no existe constitucionalmente un “poder militar”. Es más, la CB establece la subordinación de la Fuerza Armada Nacional (FAN) al Poder Ejecutivo, al Presidente Constitucional de la República, Comandante en Jefe. Y ahora, la subordinación es mayor, pues en la CN de 1961, el Congreso tenía la facultad de estudiar y aprobar los ascensos militares, hoy es prerrogativa absoluta del Ejecutivo Nacional. En suma los militares deben obediencia al Jefe de Estado, así como un policía debe seguir las órdenes del Gobernador o del Alcalde, según sea el caso.

Imagínense la anarquía que se produciría en el país si a las fuerzas del orden público, apoyadas por sectores de la sociedad, cada vez que no les guste un gobernante en tal o cual municipio o estado se les antoje deponerlo. Por ello, la CB establece con claridad que “Toda autoridad usurpada es ineficaz y sus actos son nulos” (Art.138). Vayamos relacionando.

La CB señala el procedimiento para elegir o designar a los cabezas visibles de los poderes públicos. En ninguno de sus 350 artículos ni en sus 18 disposiciones transitorios se menciona que la FAN o cualesquiera de sus altos oficiales (Ministro, Generales, Coroneles, Inspectores, Jefe de Estado Mayor, Comandante de Componente…) tiene facultad para solicitarle la renuncia ni deponer y menos nombrar a ningún funcionario electo o designado del Poder Publico. Ni siquiera al más modesto miembro de una junta parroquial.

La CB, cuando hay ausencia absoluta o parcial de un jefe de poder público y como se suplen las ausencias. Su mecanismo de aceptación o rechazo están debidamente tipificados y de no estarlo aún, lo harán de acuerdo a la CB. Un axioma universal del derecho es que no puede forzarse la voluntad de la persona para ejecutar acciones contrarias a su interés y derechos humanos. Un matrimonio en la cual uno de los novios es coaccionado es nulo, incluso el matrimonio católico. Una renuncia bajo amenaza, así se rubricase, es nula. ¿Vamos comprendiendo? El derecho constitucional comparado reconoce que la renuncia o dimisión presidencial, por su gravedad y trascendencia para la vida de una República, debe presentarse y ser aprobada por el Poder Legislativo. Jamás ante una institución subordinada como la FAN. El 233 de la CB de Venezuela es preciso en este asunto.

Pero volvamos al 11 de abril de 2002. El día en el cual unos macabros señores mandaron a una enardecida muchedumbre a caminar 7 kilómetros desde el punto final de una marcha (Chuao) a la sede del Palacio Nacional de Gobierno con la consigna “saquemos al tirano”. Es hora ya, por respeto a la historia y a nuestros descendientes, de quitar los maquillajes, allí no había espíritu de paz, esa gente iba arengada para la guerra, y muchos de ellos preparados para darla. Los que agregaron irresponsable y maquiavélicamente esos kilómetros a la marcha, con el objeto de tumbar al Presidente son los principales culpables de las muertes del 11, 12 y 13 de abril. Amigos, la sabiduría popular lo advierte con claridad “sino no sabe nadar no se meta pa lo hondo”; o como dicen en los sectores populares “si te dicen que te tires de un edificio, ¿tú te tiras?” Entonces, la segunda parte de esa marcha por su concepción no era pacífica. Era una fuerza de ataque con todo y comandantes de campo. Lo lamento por los que pudieron ser engañados por la emoción del momento y por la manipulación de sus líderes.

Durante toda la tarde y noche del 11A, en los medios de comunicación (que tampoco son un poder constitucional por más dinero que malgasten en crear matrices de opinión, y deben estar subordinados al servicio del pueblo que es quien a través del Estado les concede explotar las señales) se produjeron los ilegales desconocimientos al Poder Ejecutivo por parte de altos oficiales. No era aún las 12 de la medianoche. Los señores generales (cual cuento de Julio Cortazar) se Rebelaron a su Comandante en Jefe. Ordenaron movilizar tropas en Fuerte Tiuna, impidieron el Plan Ávila, operativo de persuasión destinado a evitar el choque de manifestaciones mediante un colchón de militares. Satanizaron este plan, negando de esa manera sus propios conocimientos y formación. Desobedecieron, se insubordinaron. Y a la hora que lo hicieron no podían invocar el adefesio de “vacío de poder”, pues el General Rincón hizo su aparición a las 2:30 AM del día 12 A, cuando al Presidente le quedaban 5 minutos para renunciar o bombardeaban Miraflores y sus alrededores. ¿Se dan cuenta como va calzando el rompecabezas?

¿Pero hubo o no vacío de poder? Si esa figura existiera sería difícil que se produjera. Es fácil deducir que vacío de poder significa que no hay nadie que asuma la cabeza visible del poder público. A estas alturas, ha quedado claro que la FAN no es un poder constitucional. Así que olvidemos ya que va a venir un señor de uniforme lleno de insignias y tiras a decir que se debe hacer. Eso era en los años 70 y 80, en las dictaduras militares del Cono Sur cuando imperaba la doctrina de la Seguridad Nacional (patente de corzo para que los milicos hicieran los que quisieran con sus países). Así que la aparición mediática y a empujones del General Rincón anunciando la renuncia del Presidente no podía tener validez alguna, salvo para los que buscaban la excusa perfecta para asaltar el poder. Realmente quienes argumentan aún “que fue culpa de Lucas”, o desconocen la Constitución Nacional y el derecho o —con todo respeto— son unos analfabetas funcionales. Y en caso de que algún anticonstitucional sector de la FAN, aliado a elementos civiles, desconozca el orden constitucional, como sucedió el 11 de abril, dando un golpe de estado, el artículo 333 puede ser activado por cualquier ciudadano, como pasó el 13 de abril, cuando millones de ciudadanos comunes demostraron que conocen mejor la Constitución que muchos letrados venezolanos.

También es torpe eso de que hubo vacío porque el Presidente no estaba en Palacio. Si esta absurda tesis fuese cierta, cada vez que el Primer Magistrado sale de gira por el exterior o el interior del país estaría vacante el cargo. No. Aunque Hugo Chávez, mientras dure su período constitucional de gobierno, esté en Groelandia, en Alta Mar, en cualquier sitio, sigue siendo el Presidente de Venezuela salvo lo previsto en la CB. Por cierto, el General Lucas apareció a las 2:30 AM, cuando normalmente todos, hasta un jefe de Estado, duermen (este Presidente también lo hace). ¿Qué tal si ahora un grupo de militar insubordinado, a lo comacate-video, en complicidad con las televisoras comerciales le da por hacer una cadena en la madrugada para decir que desconocen al gobierno y nombran a fulano Presidente de la República? Además de que eso es un sin sentido, a lo mejor ni nos enteramos porque estamos dormidos o en una fiesta.

En suma, la FAN debe respetar la Constitución. Velar por su cumplimiento no significa que puedan endosarse la voluntad popular. Basta pues de hablar de alianzas cívico militares. Además los militares son en total unos 100 mil efectivos y los civiles más de 24 millones, por tanto no puede haber una alianza tan asimétrica. El soldado es también pueblo. Ningún profesional militar es más ciudadano “que el más humilde de los ciudadanos”. Eso deben comprenderlo todos, ellos, la oposición, nosotros y el propio Presidente de la República. Hay que darle señales de ciudadanía común. Una muy clara sería dejar de estar trasmitiendo durante horas los frecuentes cambios de mando que se dan en las unidades, destacamentos, guarniciones...Suficiente con la de los Componentes de la FAN. Lo otro se soluciona con una buena reseña periodística. No me imagino la transmisión de todos los cambios de Director General, de Línea de la administración pública. Creo que me explique: Urge “ciudanizar” a los militares.

Pero hemos visto que además del Poder Ejecutivo hay otros cuatro poderes públicos nacionales. Todos existían hasta la tarde del 12 a las 4:00 PM cuando pretendieron abolirlos. Es decir, nunca estuvieron vacíos. Cada uno tiene su Presidente y uno o dos vicepresidentes y son poderes autónomos. También estaban los poderes municipales y estadales. Estaban el Vicepresidente Ejecutivo, los ministros y viceministros y los jefes de todo el aparato burocrático nacional.

Se fijan. Ya tenemos armado el rompecabezas. Es un ejercicio sencillo, para que el más obcecado de la oposición lo tenga claro. Para que hasta los 11 magistrados y los diputados (también loritizados) que no votaron en contra del Informe de la AN sobre los hechos del 11 al 14 de A, lo entiendan sin mayor esfuerzo: El vacío de poder, si existiera, sería imposible en una república democrática constitucional. Todo está previsto en la Carta Magna. Si alguien quiere decir lo contrario que a partir de ahora no le haga en público —muchos menos en radio o TV— porque quienes lo oigan, se sonreirán por dentro y se dirán así mismo “que pena con este señor (o señora”.

Por último, a los señores de la FAN y a los (y las) que les agrada colgarse de una cerca para pedirle que intervengan, no olviden nunca y lo enseñen al prójimo que los militares están subordinados a la Constitución, particularmente al Poder Ejecutivo y que la doctrina de la seguridad nacional (minúsculas adrede) feneció hace décadas; que todo el cuento del vacío de poder formó parte de la estrategia comunicacional montada en Chile para decir que Pinochet (quien se nombró Presidente Provisional y gobernó tiránicamente 17 años) no le dio un golpe de estado a Allende. ¿Verdad que todo está idéntico al manual del perfecto golpe de estado? Que chuleteros.

Y bien. Se acabó esta absurda discusión. Disculpen lo largo. Les prometo no volver a escribir una sola letra sobre esta patochada de “vacío de poder” que tanto desierto mental ha producido en los que ayer fueron mentes preñadas de brillantes soluciones.

Mis saludos cordiales

Reinaldo Bolívar
Internacionalista
Profesor Universitario

NOTA FINAL: Mi solidaridad con los PRESOS POLITICOS de Puente Llaguno presos en la DISIP por obra y gracia de la corrupción de unos fiscales golpistas, de los magistrados del TSJ y de la coacción de los medios de Comunicación. Pedimos a las ONGs nacionales e internacionales todo el apoyo. LIBERTAD PARA ESTOS VALIENTES