Atentamente

Jorge Olavarría

EL NACIONAL - MARTES 24 DE SEPTIEMBRE DE 2002
Política

Dicho esto, es bueno dejar claro que los delicados asuntos expuestos en la charla que los periodistas Otto Neustadtl de CNN y Gladys Rodríguez de Globovisión dieron en la Universidad Bicentenaria de Aragua, no pueden diluirse en el olvido del incesante alboroto en medio del cual vivimos. La posibilidad de que la grabación del video de los militares encabezados por el vicealmirante Ramírez Pérez, en el que éste protesta el asesinato de los marchantes por francotiradores, pudo ser grabado antes de que estos hechos se produjeran, deja sobre el tapete una sospecha muy seria, que puede y debe investigarse minuciosamente y no diluirse por maniobras de distracción de hechos posteriores a ese testimonio. En caso de que la sospecha sembrada por Neustadtl no sea cierta, así debe saberse y decirse, y el que en caso de tener alguna base debe procesarse como debe serlo.

Por una parte, tenemos que los testimonios de varios videos que recogen el preciso momento y lugar cuando la cabeza de Jorge Tortoza es violentamente sacudida por el impacto de una bala y segundos más tarde las de los muertos y heridos por tiros en la cabeza que le siguieron son para mí prueba concluyente de que esos disparos fueron hechos por un francotirador que estaba ubicado en alguno de los edificios cercanos y no desde el puente Llaguno. Yo tengo el derecho de saber quién colocó a esos francotiradores allí, quién los amparó y quién los encubrió.

Por otro lado, la periodista Lourdes Ubieta, que aparentemente descalificó el testimonio de Neustadtl, está seriamente cuestionada, pues ella estaba al servicio de los Pérez Recao. Y la conducta de estos sujetos en los sucesos del 11 y el 12 de abril coloca a quienes queremos saber la verdad de lo que sucedió en una situación en la cual el maniqueismo ético no tiene cabida.