Venezuela : ! the show must go on !

Thierry Deronne

M E N T I R A S Y M E D I O S
8 de octubre del 2002
Rebelión

Una madrugada de septiembre 2002, en la provincia venezolana. Desde un vehículo blanco que pasa a lo largo de un estacionamiento, unos "desconocidos" tiran cuatro cocktails molotov. Del otro lado, alguien los apaga enseguida. Ninguna victima. Ningún Desgaste. Solo que el estacionamiento pertenece a una filial regional de la televisión comercial "Globovision" (1). Y que el "atentado" se produce a pocas horas de la visita oficial del Presidente Chávez en la región. Y en el momento preciso en que una delegación tripartita OEA-Fundación Carter- PNUD investiga el tema de la libertad de expresión en Venezuela.

En seguida Globovision denuncia, con grandes refuerzos visuales, un "atentado bolchevique con granadas", difunde archivos de un atentado con coche-bomba contra un presidente venezolano hace varias décadas. El director del Nacional, Miguel Enrique Otero (2), sin esperar la investigación, afirma : "el gobierno ha creado escuadrones paragubernamentales que actúan contra los medios y los periodistas" y "el discurso de Chávez es responsable por estas agresiones" (3). La portada del Nacional exhibe además una carta-relámpago de Robert Ménard, director de Reporteros Sin Fronteras, quien exige al gobierno venezolano que ponga fin a la violencia contra la prensa.

Una semana más tarde, cuando la OEA se ha ido del país, el Nacional retoma su campana de agresión contra los medios comunitarios (4). Esta vez, el blanco es una radio comunitaria de Antimano. La reportera menciona un afiche pegado en la pared del estudio como prueba de su carácter chavista, y critica el hecho que la radio afirma que hubo un golpe de Estado en Venezuela. El Nacional denuncia la "ilegalidad" de esta radio y de 100 medios comunitarios más en todo el país. Hace varias semanas la radio apuntada por el Nacional fue objeto del hostigamiento de fuerzas de seguridad a manos de la oposición antichavista. Sus miembros fueron liberados bajo la presión callejera de los medios comunitarios. En realidad el Nacional, periódico-clave en la organización del golpe, rechaza, con cualquier tipo de argumento, la posibilidad de un pluralismo de la información en Venezuela. Su reportera da así la palabra a Miguel Ángel Martínez, presidente de la Cámara privada de R! adiodifusión, quien denuncia la "ilegalidad" de las radios comunitarias. Martínez, a nombre de la Cámara de Radiodifusión, firmó públicamente el decreto del efímero golpe de Estado. Luego, en una asamblea en Margarita, pidió a sus afiliados que interfieran las frecuencias comunitarias en el próximo golpe.

De julio a agosto 2002, Paul-émile Dupret, asesor en Cooperación al Desarrollo del Parlamento Europeo, quien graba una manifestación ciudadana junto a un equipo de la televisora comunitaria Catia TVe, luego Nicolas Burlaud, miembro de la televisión pirata Primitivi de Marseille y Alessandro Bombassei, de una radio independiente italiana, son blancos de las balas de la Policía Metropolitana bajo mando directo de un férreo opositor a Chávez , Alfredo Peña.

Dupret recibe no menos de 40 perdigones, uno a pocos centímetros del ojo. Al diputado Barreto quien pregunta a una periodista Globovision el porque del silencio de su canal sobre el caso Bombassei, esta responde : "¿ Bueno que hace ese periodista italiano aquí en Venezuela ? ". Poco después Globovision presenta al italiano (quien grabo al policía disparándole con balas verdaderas y con toda la intención de matar (5) ) como "asesor político de Catia TVe y de los medios comunitarios". A Ángel Palacios, productor independiente y autor de un documental sobre el asalto de la Embajada de Cuba por los golpistas difundido por el único canal de televisión publica, lo denuncia un animador de radio comercial quien comunica dos veces a los oyentes la dirección de su casa. Su esposa y su hija tienen que esconderse, como lo atestiguará Palacios ante la delegación de la OEA el 14 de septiembre. Sin olvidar las incesantes visitas sorpresivas de gente desconocida a todos los! medios comunitarios para "poder ver las instalaciones". (6) Sobre esta vasta campana de agresión, no se oye ninguna protesta de parte de RSF ante la elite dueña de los grandes medios (7).

¿ Por qué RSF se hace la vista gorda sobre las exacciones de una elite económico-mediático organizadora de un golpe de Estado y de sus relevos policíacos, en contra de los periodistas de los medios comunitarios ? Primero porque parece considerar que los únicos entes represivos son los Estados, como si estuviéramos todavía en el siglo 19. Se percibe aquí una ideología de libre mercado. Pero si RSF ha seguido tanto la corriente de los medios golpistas, es probablemente y sobre todo porque le permite seguir denunciando a un presidente que definió desde un principio como "un futuro dictador castrista" (8). El silencio de RSF sobre el papel fundamental de los grandes medios en la represión de los medios comunitarios durante el golpe de Estado acaba de ser objeto de un detallado análisis de Maurice Lemoine (9). Lemoine, gran especialista de una América Latina que recorre desde más de treinta anos, y cuyo rigor es difícil de cuestionar, no es el único periodista qu! ien analiza la extraña actitud de RSF. Alberto Giordano, periodista de Narconews.com, ha investigado el caso de Nicolás Rivera, locutor de radio comunitaria, que sigue encarcelado junto a presos comunes. Giordano ha formulado una larga serie de preguntas públicas a RSF, sin respuestas a estas alturas.

Eso si, RSF se dice preocupado por las "amenazas de investigación fiscal" de los grandes medios venezolanos por parte de Chávez. Probablemente RSF alude a los millardos sacados del país mediante la producción industrial de telenovelas cuyas cintas se venden "al peso" por un intermediario panameño.. para luego volver a ser vendidas como "obras intelectuales" en Miami.

Por primera vez un gobierno no totalmente identificado a esos grandes grupos se atreve a pedir cuentas en nombre de los inmensos pasivos sociales. A estas alturas, ningún medio comercial ha sido sancionado por fraude fiscal o por participación en el golpe de Estado.

"Solo defendemos la libertad de expresión, no nos interesan los contenidos de los medios" repite RSF.

¿ Aun cuando los contenidos de esos "medios" llaman a reprimir medios independientes u organizaciones populares ? ¿ Será tan fuera de lugar pedir a RSF que investigue con un mínimo de seriedad la complicidad activa de esos "medios" con algunas fuerzas represivas, policías locales o grupos paramilitares, y su implicación directa en numerosas y persistentes violaciones de los Derechos Humanos, no solamente contra los medios comunitarios ? En septiembre nuestra televisión comunitaria Teletambores ha realizado varios reportajes sobre la lucha por la tierra en el Estado de Yaracuy. Los campesinos denuncian el hostigamiento, la tortura, los numerosos asesinatos y las "desapariciones" llevadas a cabo por policías locales al servicio de la oposición opuesta a una reforma agraria moderada iniciada por el presidente Chávez. Algunos de esos reportajes fueron difundidos por VTV, el único Canal de televisión publica, y dentro de poco por Zalea TV en París, que defiende e! n Francia la libertad de expresión audiovisual. Los campesinos se quejan con amargura de que ninguno de los grandes medios se haya hecho eco de la represión. Claro los medios callan los asesinatos masivos de campesinos... porque sus dueños pertenecen a los mismos grupos económicos que los latifundistas. Peor : esos "medios" justifican ampliamente la represión sangrienta al tachar a los campesinos sin tierra que siembran las primeras hectáreas de la reforma agraria de "terroristas", de "invasores entrenados por los Cubanos", etc...

Impresiona la desproporción entre el show publicitario desplegado por esos "medios" en caso de "atentados" muy oportunos, y el ocultamiento por ellos de violaciones masivas de los Derechos Humanos.

Si hay una tarea vital para los medios comunitarios, es la de refundar la información allí donde la televisión comercial, monopolística, sub-copia de la TV mainstream norteamericana, ha destruido su mismo concepto. Como si no existiera ninguna convención internacional del Periodismo, sus "locutores"interrumpen sus brevísimos noticieros para vender ellos mismos toda clase de productos, champú, ropa de moda, cremas milagrosas, sin ningún tipo de transición.

Los "noticieros" son reducidos a una propaganda política unilateral y obsesiva. Son sumamente racistas (no van a ver a ningún locutor negro, por ejemplo) cuando la población es, en gran parte, de origen africano. Es más, siempre han despreciado los barrios populares que agrupan a 80 % de la población, haciendo de ellos los últimos círculos del infierno, del vicio, de la delincuencia, y pidiendo mano dura contra sus habitantes.

Es una vieja trampa de la Historia de ver las empresas privadas de comunicación hacerse pasar por "medios de información". Esto les permite invocar la libertad de expresión cuando sus intereses económicos se ven amenazados. De allí su febril búsqueda de alianzas y cauciones internacionales "supra-objetivas". La "supra-objetividad" agregada por las cartas de RSF da a su campana una eficiencia mucho mayor a la hora de circular en el mundo entero, por ejemplo entre otros organismos de Derechos Humanos que creen RSF bajo palabra.

RSF no existía aun cuando Armand Mattelard analizaba la alianza de los grandes medios con la SIP para derrocar al gobierno de Allende (10) : "La investigación judicial en la administración del diario El Mercurio, acusado de irregularidades fiscales, ha servido de pretexto para denunciar supuestas medidas coercitivas en contra de la "prensa libre" (..) El mensaje emitido por el diario burgués chileno regresa a su punto de emisión, reforzado por la autoridad que confiere el hecho de haber sido reproducido en el extranjero. Estamos en presencia de una SIP tautológica. Su campana se resume en ser una gigantesca mordida de cola."


Thierry Deronne. Licenciado del Institut des Hautes Etudes en Communications Sociales, Bruxelles, 1985. Periodista independiente, corresponsal de Zalea TV (Paris). Cofundador de la televisión comunitaria Teletambores, Maracay, canal 40 UHF.

(1) Globovisión, una de las empresas transnacionales de comunicación casi monopolísticas en Venezuela ha jugado un papel central en el famoso "golpe mediático" contra el presidente venezolano, en abril 2002. Las televisiones comerciales no vacilan a la hora de fabricar pruebas.

Así la "emboscada chavista", fruto de una manipulación de edición, como lo demostró un testigo ocular con apoyo fotográfico, el periodista Maurice Lemoine. La edición mezcla toma no sincrónica para hacer pasar por "asesinos chavistas" unas personas que defienden su vida contra varios francotiradores dispuestos por los golpistas en lo alto de varios edificios. En base a esta edición difundida a gran escala en el mundo entero, Ari Fleischer, desde la Casa Blanca, confirma enseguida : "Chávez mandó a disparar contra el pueblo".

(2) Otero es famoso por su editorial celebrando un golpe de Estado como una victoria de la democracia.

(3) El Nacional, 14/09/2002.

(4) Articulo publicado en www.el-nacional.com/l&f/ediciones/2002/09/22/ph1s1.htm

(5) Vea su video en www.antiescualidos.com/indexnew.html

(6) La misma embajada de los Estados Unidos llama a menudo a los medios comunitarios para saber "cuando los podemos visitar".

(7) ... cuando José Miguel Vivanco, quien ha realizado una misión en Venezuela a nombre de Human Rights Watch, no duda en criticarlos con severidad.

(8) RSF déclare: "Hugo Chávez, président du Vénézuela et grand admirateur de Fidel Castro, inquiète avec ses déclarations incendiaires contre les médias, et les observateurs craignent que l'ancien soldat et l'auteur d'un coup d'Etat manqué en 1992 se transforme en dictateur. Les menaces verbales de l'an passé ont augmenté en 2001 pour inclure d'autres sortes d'intimidation, comme la menace de retirer leur licence à des stations de télévision, la menace d'inspections fiscales et un renforcement du pouvoir de la Cour suprême qui diminuera la liberté de la presse." RSF recibe la mayor parte de su financiamiento de la Unión Europea. "Quien paga la orquesta, elige la música". Presidida por España y muy consciente de sus intereses petroleros y de los bancos españoles, la Unión Europea evita condenar el golpe de Estado de abril, contradiciendo así su credo democrático.

(9) Article lisible sur www.monde-diplomatique.fr/2002/08/LEMOINE/16761.

(10) Mattelard, Armand. "Comunicación y cultura de masas", Editorial Diógenes, México, 1976.