¿Por qué marché el domingo?

Hernán López-Garay

Profesor Titular de la Universidad de Los Andes
Mérida, Venezuela

Yo, como miles y miles de venezolanos, de distintas profesiones y estratos sociales, no marchamos el pasado domingo 13 de octubre porque nos ofrecieran un bollo de pan y una carterita de ron. Ni porque pertenezcamos a ningún partido político que apoye al gobierno, ni porque tengamos ninguna conexión económica, o familiar o de ningún otro tipo con el gobierno de turno. Ni tampoco porque estemos esperando alguna prebenda futura.

El proyecto de hombre solidario y sociedad democrática participativa que el actual gobierno lidera es lo que nos impulsó a salir a marchar. Lo que nos mueve entonces es la fuerza de ideales nobles y trascendentes. Y los ideales, como el amor verdadero, ni se compran ni se venden, y mucho menos por un bollo de pan. Pero hace falta un espíritu noble y digno, como el que pude ver en nuestro pueblo el domingo, para poder entenderlo. Almas envenenadas y mezquinas que solo buscan su propio beneficio jamás podrán verlo ni entenderlo.

Ellas sólo pueden dar lo que los medios de comunicación venezolanos ejemplifican a diario: bajeza, irrespeto y burla a todos los que no comulguemos con sus aventuras golpistas y fascistas. El desprecio de estos medios por esa gran masa de venezolanos ha llegado a tales extremos que el editorial de El Nacional del lunes se refiere a los ciudadanos que marchamos el domingo como mero "lumpen", es decir como chusma andrajosa, harapienta. Aún suponiendo que este fuera el caso, no seria impropio recordarle al dueño de ese periódico que la chusma andrajosa y desposeída de este país somos una inmensa mayoría. Pues no se trata solamente del despojo, hecho por una minoría que nos ha gobernado, de los bienes y recursos que a todos nos pertenecen. Hay algo peor, nos han despojado hasta de nuestra conciencia de pueblo y de nuestra capacidad de criticar la realidad. Nos vistieron por muchos años con harapos de democracia haciéndonos creer que teníamos la mejor de América Latina. Nos manejaron cual trapo sucio y agradecíamos!!! Endeudaban el país hasta el limite a nuestro nombre, comprometiendo nuestro bolsillo y el de las futuras generaciones, y nos decían que habíamos logrado la mejor negociación del mundo. Y así convirtieron a Venezuela en un país de harapientos de cuerpo y de alma. Estos son los frutos de la famosa "democracia" que implantaron y la que el susodicho periódico parece defender y querer recrear.

Pues bien, a esas almas enceguecidas por el odio y la ambición de poder queremos decirles que marchamos el domingo para comulgar con los desposeídos y andrajosos de Venezuela, para hermanarnos con ellos en una causa común: NO queremos que esto vuelva a suceder. No queremos que un grupito de privilegiados sigan tomando decisiones arbitrariamente por nosotros. Queremos un país libre de estos malos gobernantes y castas parásitas, para que así puedan florecer la justicia, la paz y la prosperidad para todos. Marchamos entonces para decirles que no permitiremos que nos impongan su visión egoísta del mundo a la fuerza, irrespetando nuestro voto, sitiando al gobierno legítimo que tenemos y violando la constitución y el juego democrático que ella sustenta. Permitir esto es darle una estocada final a la democracia presente y futura en Venezuela (y no hace falta ser demasiado inteligente para verlo).

En fin, marché el domingo pasado con mi esposa para que nuestros hijos no nos reclamen el día de mañana: ¿padres, por qué permitieron pasivamente que le robaran el futuro a nuestra patria?