Roberto Capriles: "En dos semanas se acabarán las colas en las estaciones"

Marco Hernández

Fuente: Panorama - 25 de Enero 2003

Roberto Capriles, director encargado de la Refinería El Palito:
"En dos semanas se acabarán las colas en las estaciones"

En los próximos días se producirán a diario entre 30 y 40 mil barriles de gasolina en la planta carabobeña. Capriles dice que la lucha de los que sabotean es por entregar Pdvsa a las trasnacionales. La meritocracia que venía con un plan perfecto no contó que se le atravesaría un gobierno como el de Hugo Chávez.

Desde el mismo inicio del paro petrolero la refinería de El Palito, ubicada en el litoral carabobeño del municipio Juan José Mora, se ha convertido en el objetivo de guerra de los dos sectores en conflicto.

Por un lado, en sus reportes diarios los promotores del paro petrolero -encabezado por Juan Fernández- anuncian que la refinería que surte a todo el centro y parte del occidente del país se encuentra totalmente paralizada.

En tanto, Roberto Capriles Atencio, director interino de la Refinería de El Palito, desmiente categóricamente, que en ese centro refinador se hayan producido accidentes, y por el contrario anuncia el inicio exitoso de la fase de prearranque, que le permitirá este mismo fin de semana producir de 8 a 9 mil barriles diarios de gasolina sin plomo.

-¿Cuál es la real situación de la refinería hoy día?

-Nosotros comenzamos con el proceso de destilación. Estamos destilando el crudo que recibimos de Barinas. Luego pasamos al crudo y vacío. Se toma el crudo y se produce el vacío para elaborar cuatro productos: Nafta, diesel, fuel oil, y gasolina de avión.

Ya comenzamos a producir una gasolina de bajo octanaje por lo que en los próximos días produciremos unos siete u ocho mil barriles diarios de gasolina sin plomo, entonces como ya contamos con nafta entraremos en la próxima fase, que es el arranque de la planta productora de gasolina.

-¿En cuánto tiempo van a desaparecer las largas colas?

-Nosotros aspiramos a que la producción de gasolina se normalice en una semana o semana y media. Estamos hablando de 30 a 40 mil barriles diarios, por lo que se garantiza el surtido a los llenaderos de Yagua y Barquisimeto.

-Pero Juan Fernández y su gente dan una visión completamente contraria.

-Claro, porque en la medida que avancemos en la operación de la refinería significa el fracaso de ellos. En la medida que nosotros normalicemos la producción significa el no retorno definitivo de ellos a la empresa. Es la demostración ante el país que aquí hay suficiente mano de obra calificada y experta en operar sin necesidad de ellos, los sinvergüenzas y los traidores a la patria.

-¿Están tan seguros de su triunfo?

-Sí, pero estamos consciente que entramos a la etapa más peligrosa, no en las operaciones, donde ya tenemos el control, sino que ellos, los saboteadores van tratar de destruirnos para que no tengamos éxito, y no se trata ya de las llamadas telefónicas -que si te vamos a matar a tu familia, a ti y tus hijos-, sino que estamos preparados para en caso de que pasen a la acción.

-¿Hasta qué punto fue el saboteo?

-Hasta los más altos grados de perversidad. Taparon tuberías y pudieron causar una explosión. Eso es terrorismo puro. Pero, hoy puedo asegurar que de todas las instalaciones de Pdvsa, esta es la más segura electrónicamente.

- Quienes abandonaron sus labores, ¿lo hacen por oponerse a un proyecto político?

-Estos compañeros que fueron despedidos tenían un plan macabro bien hecho desde hace muchos años para entregar a Pdvsa a los consorcios extranjeros. No estoy hablando de países, sino de consorcios.

Desde 1987 comenzó el plan de deterioro de las empresas petroleras para entregarlas como chatarras y convencer al gobierno de turno que Pdvsa ya no podía seguir estando en manos de los venezolanos porque éramos incapaces de mantener la industria petrolera y había que entregárselas a los consorcios extranjeros para su recuperación.

-¿Se venía tejiendo el plan?

- En el año 97 yo participé en el cónclave de dos días que se realizó en Barquisimeto donde se unieron las tres operadoras. Maraven, Lagoven y Corpoven. Pero por qué se hace esa unión. Una vez que Carlos Andrés Pérez le compra a las trasnacionales todas las instalaciones que están aquí, lo que fue la mal llamada nacionalización, se produce uno de los endeudamientos más bestiales de Venezuela, porque tuvo que conseguir prestado el dinero para dárselos en efectivo a las trasnacionales, y una vez que sale ese primer gobierno de Carlos Andrés, inmediatamente se monta un plan de recuperación de la industria petrolera para las trasnacionales, y muchos de los que estábamos adentro comenzamos a ver que había algo extraño en la industria. El único que cumple con el plan de llevar al deterioro y a la quiebra a las operadoras fue Luis Guisti, quien era vicepresidente de Maraven, por eso cuando el gobierno de Caldera lo nombra presidente de Pdvsa ya el plan estaba montado y como las otras operadoras no habían cumplido el mandato se decidió unirlas para quebrarlas juntas.

En ese cónclave los meritocráticos ya se habían repartidos puestos de asesorías en las diferentes trasnacionales. Yo aparte de ser gerente de informática, era asesor de planificación y de estrategia de Pequiven, por lo que asistí al foro, y levante mi voz de protesta, hice denuncias y lo único que me valió fue mi marginación en la empresa, ya que me detuvieron mi ascenso progresivo en la misma y me trasladaron a El Palito, donde una vez más me encontraron en pie de lucha.

-¿Era un plan perfecto?

-Parecía perfecto, sólo que no contaron que se les iba a atravesar el gobierno del presidente Chávez, quien iba a entorpecer sus planes macabros de destrucción de la empresa, y cuando digo que era un plan macabro es porque el mantenimiento a las instalaciones eran puros disfraces, gastaban dinero y gastaban dinero ¿en qué?. El presupuesto de gasto de mantenimiento y operaciones de El Palito fue de 94 mil millones de bolívares para el 2003 había un incremento de 65% para legar a 150 mil un presupuesto mayor al del estado Carabobo y esto se venía repitiendo años tras año, aumentando los presupuestos bárbaramente sin ninguna justificación, con la anuencia de algunos funcionarios del MEM y aquí no había manera de que el Estado verificara los costos, de ahí la cantidad de problemas que ha tenido el gobierno de Hugo Chávez cada vez que había intentado entrar.

DIRECTOR

Roberto Capriles habla sin acento, midiendo y sopesando cada palabra. A los 16 años ingresó a la Marina de Guerra, donde estuvo por espacio de 8 años. Egresó como ingeniero electricista en la Universidad de Los Andes con postgrado en ciencias de la computación y especialidad en automatización industrial, en el año de 1981 ingresa a la industria petrolera.

De la oficina de este zuliano, se puede ver claramente el vapor, el humo que brotan de las calderas, pruebas inequívocas de la actividad productiva de esta planta.

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