Carta Abierta

Dr. Luis Prieto Oliveira

Miami – Florida. U.S.A

Querido hermano:

Después de mucho tiempo sin tener contacto contigo lamento tener que hacerlo en estas circunstancias.

Tuve la triste ocurrencia de leer una carta atribuida a ti y que estarías dirigiendo a quien considero también un hermano: Aritóbulo Istúriz. A él lo conozco como un ser humano sensible y honesto. Es él el único Ministro de educación en los últimos 50 años que ha comenzado a aplicar las ideas pedagógicas de nuestro padre. Compartí con Aristóbulo y mi sobrino Gilberto aquel momento terrible de tomar el cuerpo inerme de nuestro padre para meterlo en un ataud. Ese dolor compartido de entregar a un gran maestro en las manos de la muerte, nos ha hermanado eternamente en el compromiso sagrado de mantener vivas sus ideas, de luchar por hacerlas, al fin, una realidad. Ese honor corresponde sólo a los hijos y a los verdaderos discípulos. Son designios.

Por eso creo en el amor y respeto de un discípulo a su maestro. Por eso creo en la sinceridad de quien, teniendo la oportunidad, defiende y aplica las ideas políticas y pedagógicas de Luis Beltrán Prieto Figueroa. Por eso apoyo las iniciativas de relanzar la escuela integral que él defendió y que ahora se llama escuela bolivariana. Por eso me veo obligado a defender de tus injustificados ataques a un Ministro, quien siendo también maestro, mantiene al día los pagos a los educadores.

Algunos de esos que se dicen maestros, hoy pretenden violentar el derecho de nuestros hijos a la educación. Mercenarios y saboteadores quieren apoderarse de la educación y los mismos estudiantes junto a sus padres se les han enfrentado asistiendo masivamente a los planteles y exigiendo la iniciación de clases. Un país paralizado por una élite de tecnócratas fatuos y engreídos. La gente haciendo colas para poner gasolina en un país exportador de petróleo. Escasez de alimentos básicos. Todos esos absurdos son provocados por tus amigos.

Nos identifica haber vivido fuera de Venezuela por largos años. Tú, por voluntad y escogencia propia y yo por mi profesión de nómada. Durante estos últimos años he vivido en Asia, en África, en Brasil y en Rusia. Tú, por el contrario, escogiste la confortable Miami. Esa ciudad la conozco poco o sólo lo suficiente para considerarla abominable. En estos momentos mi apreciación es aún peor. Aparentemente quienes viven en esa ciudad pemanentemente terminan contagiados por un virus que propagan los cubanos escapados de su isla por una u otra razón. Se contagian con su lenguaje, con su modo de pensar y de ver las cosas. Con ese estrecho mundo intelectual, esa miope visión del mundo, esa pobreza de alma y espíritu y esa absoluta insensibilidad ante la injusticia. Esa es el verdadero significado de la palabra escuálido. Que una persona de tu preparación, que un descendiente de un linaje de luchadores, comparta esas ideas de odio se me hace cuesta arriba. Pertenecemos, ¿será?, a dos generaciones distintas

Yo voté por Chávez reiteradamente convencido que los tradicionales enemigos de nuestro padre serían, finalmente vencidos. Aquellos señores que, en los momentos que a nuestro padre correspondía ser el ministro de educación prefirieron pactar con los enemigos de sus ideas. Aquellos que retorcieron la voluntad popular y le dieron la presidencia a otro señor que teminó por causar el total deterioro de la educación en Venezuela. Debo mencionar aquí también a aquel Jefe de la fracción parlamentaria del partido de gobierno quien negó la aprobación de un proyecto de Ley de Educación redactado por Luis Beltrán Prieto Figuieroa, para ese entonces Presidente del Congreso y presidente de aquel partido. Todos esos enemigos llevaron a Venezuela a la ruina y aún denigran de la memoria de nuestro padre.

Creo que no es muy fácil apreciar con precisión lo que está pasando en Venezuela viviendo en otro país. Me pasaba mientras vivía en Rusia y veía las cosas desde lejos y a través de terceros. Hoy, tengo la fortuna de estar viviendo este proceso al vivo y en directo. No tengo carro. Todos los días viajo en metro, en autobús o en taxi y puedo percibir lo que la gente comenta y piensa. Vivo en los Palos Grandes y trabajo de Conde a Carmelitas. Palpo los dos lados de la ciudad. Dos realidades distintas.

Había sido crítico de Chávez por lo que sabía a través de terceros, por lo que veía desde lejos y por mi natural rechazo a los militares Una vez en Venezuela uno se da cuenta que el problema es que se han alborotado, quizás, los fantasmas del pasado. Los excluidos de siempre se han dado cuenta que de ahora en adelante las cosas se construirán de abajo hacia arriba y no como nos habían acostrumbrado esos mismos señores que, de manera atroz, combatieron y quisieron destruir a nuestro padre. Esos mismos que ahora inventan cualquier fantasía tropical y ven en la redención de nuestra dignidad como pueblo intenciones de copiar modelos extraños. La revolución bolivariana es totalmente inédita. No tiene precedentes y por eso, quienes están acostumbrados a ver el mundo de una sola manera no entienden que pueden haber rutas alternativas. Después de mi vuelta a Venezuela veo que, al fin, comienzan a hacerse realidad mis sueños de estudiante. Que si es posible una revolución pacífica. Que si se puede construir un país diferente, donde se escuche a los marginados, donde la premisa principal sea la justicia social. En Venezuela se construye un modelo donde el propio pueblo participa y decide y, lo que más nos interesa: nuestro padre continúa vivo porque algunos de sus discípulos se empeñan en mantener sus ideas en los corazones y las mentes de los venezolanos.

Siempre te he considerado una persona inteligente y me cuesta creer que puedas escribir lo que leí en Tal Cual. Te recomiendo dar un viajecito a Venezuela de vez en cuando, leer la Constitución y eso sí, andar a píe como lo hago yo. Así tendrás la oportunidad de ver el nivel de conciencia política que tiene, en estos momentos, cualquier habitante de los barrios caraqueños. Podrás percibir y entender el por qué el sifrino de siempre es ahora el escuálido que dice ¡Foo! cuando ve un negro. El mismo que dice que no le gusta Chávez por que no habla "fino" como lo hacían los beneméritos presidentes que combatieron siempre las ideas de nuestro padre. Lo detestan porque habla claro y raspao. El racismo yacente en el subconsciente de los privilegiados de siempre, floreció, emergió de las profundidades donde siempre, hipócritamente, lo tuvieron escondido o disimulado. No es que Chávez haya estimulado la confrontación. Ella siempre ha existido. Simplemente cayeron las caretas. Sencillamente despertó la conciencia de un pueblo siempre excluido. Los explotadores del pasado chillan por que el gobierno les quita la teta a la que estaban mal acostumbrados. Chillan y chillan y mientras más ruido hacen más meten la pata y el pueblo les da la espalda, como se la dio el glorioso 13 de abril de 2002.

Si vinieras por un tiempo a Venezuela podrías darte cuenta, también, de la continuada y violenta agresión de los medios de comunicación y entenderías que la dictadura es de ellos y que la completa libertad de expresión permite insultar al presidente, engañar a la gente e inventar cualquier historia con el poder que les da ser dueños de esos medios. El mundo lo sabe: así como es única la revolución bolivariana así es el modo como la televisión y los medios impresos arremeten contra todo lo que haga el gobierno. No hay libertad de prensa. Sólo existe la imposición de las ideas del mas fuerte, del que tiene mas dinero: de los Cisneros, los Ravell, los Granier y otros cuyos nombres no amerita mencionar. Ese estado de cosas, esa libertad de expresión, no era permitida por los señores que hoy tu defiendes. Muchos periodistas fueron presos o tuvieron que salir del país y algunos perdieron la vida cuando tus amigos gobernaban. ¿Cuales están presos en este momento?. ¿Cuántos han sido silenciados?.

A propósito del uso del nombre de Luis Beltrán Prieto Figueroa, nuestro padre, creo que es deplorable usarlo para causas que él nunca habría defendido. Oí decir que el señor Carlos Ortega había mencionado el nombre de nuestro padre para recordar sus lecciones. Lamentablemente ese señor es de los que usa el nombre de nuestro padre para causas innobles. Evidentemente el señor Ortega como alumno fue reprobado pues, mientras Luis Beltrán Prieto Figueroa dio lecciones de amor, dignidad, honestidad y humildad, el señor Ortega a diario transmite sólo odio, indignidad, deshonestidad y soberbia. Me cuesta creer que tú, mi hermano, hijo de un insigne luchador social, de un revolucionario de conducta intachable, pueda estar al lado de gente como ese señor. Para mí es incomprensible. Me queda la esperanza de creer que, simplemente, tu visión está nublada por tu prolongada ausencia del país y por tu contacto permanente con factores completamente ajenos a nuestra cultura política y a nuestro modo de sentir.

Te quiere, tu hermano,

Gonzalo Prieto Oliveira
C.I. 3569232


La carta que sigue motivó la respuesta anterior

Carta abierta a Aristóbulo Istúriz

He decidido escribirle porque me resulta absolutamente insoportable que usted se haya dedicado, en su afán de quebrar la voluntad de los educadores, a los que amenaza con despidos y les retiene sus salarios, a invocar el nombre y memoria de mi padre, Luis Beltrán Prieto Figueroa.

El nombre y los hechos del Maestro Prieto, como lo llama y recuerda mucha gente en Venezuela y en otros países, constituyen un patrimonio colectivo de la Nación, que no puede ni debe ser objeto de apropiación con la intención de usarlos en bajas tareas de proselitismo político o, lo que es peor, tratar de desvirtuarlos en el camino de engañar o doblegar a aquellos por y para los cuales vivió.

Si usted, que fue maestro, dirigente gremial y compañero de partido de mi padre, hoy se encuentra ubicado en un campo ideológico diametralmente opuesto al que él defendió, ello no le da derecho a invocar el nombre ilustre de un hombre que dedicó su vida a los demás y nunca cohonestó un hecho de violencia contra otros seres y menos contra los maestros.

Uno de los primeros trabajos escritos por mi padre: Los maestros, eunucos políticos, está dedicado a explicar las razones del derecho de los maestros a ser miembros de sindicatos, a manifestar libremente sus ideas y participar en huelgas. Este texto es un pilar fundamental de la lucha de los maestros por su libertad y por la de la Nación y es, sin duda, una de las razones por las cuales se impuso el 15 de enero como fecha para celebrar el Día del Maestro.

Cuando mi padre y mi madre, junto con unos pocos educadores, se reunieron en aquel memorable 15 de enero de 1932, en el Colegio San Pablo del Dr. Martínez Centeno, para constituir la Sociedad Venezolana de Maestros de Instrucción Primaria, sentaron las bases para la lucha sin cuartel contra el gomecismo. Por estas actividades ambos fueron perseguidos y despojados de sus cargos.

Ustedes están tratando de imponer un modelo educativo basado en la experiencia cubana, en la cual se falsean los hechos de la historia para hacer aparecer al tirano como la fuerza fundamental de la vida nacional. Bajo la dirección de Carlos Lanz Rodríguez, más destacado como guerrillero y asesino que como educador, se trata de imponer un "Proyecto Educativo Nacional" en el cual se glorifica, entre otros, a figuras siniestras como el "Ché" Guevara, mientras se falsean los hechos básicos de nuestra historia republicana.

El lamentable espectáculo televisado los domingos, de niños recitando supuestas poesías patrióticas y arengas políticas que glorifican al pichón de dictador que, para nuestra desgracia, se encuentra hoy en Miraflores, es una especie de premonición de lo que nos espera. Pronto tendremos, como en Cuba, legiones de "pioneritos" cantando las loas al barbudo criminal.

Le advierto, de la manera más enérgica y categórica, en nombre de Luis Beltrán Prieto y Cecilia Oliveira, que siempre fueron enemigos de lo que usted hoy representa, que se abstenga de usar sus nombres y ejecutorias para falsear la verdad y desorientar a nuestra juventud.

Me consta, porque hablé largamente con él en febrero de 1992 y en fechas posteriores, que mi padre sentía una profunda repulsión por Hugo Chávez y sus compañeros sanguinarios, y rechazaba el concepto golpista y las intenciones de quienes querían subvertir el orden y conspirar contra la democracia.

Reciba, señor Ministro, las muestras más cordiales y verdaderas de mi profundo repudio.

Luis Prieto Oliveira