Transformación de PDVSA y despidos

Gustavo Gabaldon Urdaneta

Email: gjgbald@cantv.net

La búsqueda de una mayor eficiencia y productividad en Pdvsa, era una necesidad impostergable. Desde el comienzo del gobierno del presidente Chavez se estaba anunciando y nada se había hecho, por el contrario se tomaron una serie de decisiones en aspectos relacionados con la parte laboral, que significó una alta erogación para la corporación, sin lograrse introducir aspectos novedosos en compromisos de productividad y reducción de costos.

El actual presidente doctor Alí Rodríguez Araque prometió hacer énfasis durante su gestión en la revisión de todos los negocios de Pdvsa en Venezuela y el exterior, en reducir sustancialmente los costos y en introducir esquemas novedosos para mejorar la eficiencia y productividad. Antes de los problemas de diciembre había bastante expectativa en conocer los resultados del estudio del ambiente organizacional interno (ambiente de trabajo), y del estudio sobre la estructura de Pdvsa. Fuertes críticas había sobre la demora en este aspecto, pero por lo menos se sabía que se estaba trabajando, cosa que no hicieron ninguno de los presidentes durante la gestión del actual gobierno.

Solo con el ánimo de recordar y reflexionar sobre lo ocurrido y lo que está sucediendo, producto de los eventos conflictivos de los últimos dos meses, me he tomado el tiempo para escribir algunas notas sobre algunos hechos importantes ocurridos desde el anuncio de la transformación de Pdvsa en el año 1998, la problemática actual con los trabajadores y los cursos que al final pudiesen tomar las posibles negociaciones y acuerdos en este sentido.

1. En el año 1997 producto de un consenso entre la CTV, Fedecámaras y el Gobierno se reforma la Ley Orgánica del Trabajo eliminándose la retroactividad de las prestaciones sociales de los trabajadores. El argumento fue que era la única legislación laboral en el mundo que mantenía este costosísimo sistema, y era imposible mejorar el ingreso mensual de los trabajadores (take home pay) con un sistema como ese. Se aprobó la reforma, unos cumplieron con mejorar los ingresos y otros no, pero había que salir de algo que afectaba el desarrollo económico y la calidad de vida de los trabajadores.

En la industria petrolera el referido comenzó con Pequiven lo que significó una huelga dirigida por Carlos Ortega como presidente de Fedepetrol, terminando con un Laudo Arbitral en el cual se le dio la razón a Pdvsa. Después vendrían la Nómina Mayor y seguidamente la contractual.

En la nómina mayor y ejecutiva se ató a la finalización del estudio sobre la necesidad de la transformación de Pdvsa. Se decía "Pdvsa no tendrá dinero para pagar la nómina si no cambiaba el régimen de prestaciones sociales y no se transformaba en una coorporación mas ágil y con menos gente".

En 1998 se concluyó el estudio, se tomaron las decisiones que al final implicaba una economía de 12 mil 500 millones de dólares en 10 años. Eso fueron las cifras divulgadas e informadas internamente por la dirección de Planificación Corporativa como responsable del proyecto de cambio, para lo cual había que salir de aproximadamente de 5000 trabajadores con urgencia, y por supuesto eliminar la retroactividad de las prestaciones sociales.

El estudio concluyó a mediados del 98. Se hicieron las fusiones y reorganizaciones pero no se salió de nadie, ya que el Gobierno estaba terminando su período constitucional, y prefirió dejarlo a la nueva administración, así como el cambio de las prestaciones.

2. Triunfa Chavez. Se cuestiona y revisa todo. Antes de asumir su mandato se elimina la retroactividad de las prestaciones en enero del 99. Suben los precios del petróleo y no se hace nada en materia de reducción de personal, que era una necesidad impostergable, no se toma acción con otras medidas administrativas que había que implementar.

3. Se discuten dos contratos colectivos en esta administración los cuales sirvieron para que revivieran las organizaciones sindicales petroleras que estaban bastante golpeadas, inclusive la figura de Carlos Ortega retomó impulso como producto de su conflictividad, sobre todo el primer contrato de esta administración donde se declaró la primera huelga a Pdvsa que casi paraliza al país, a no ser por la pronta intervención del propio Presidente, donde tuvo que conceder todo lo que se le pedía en materia de reivindicaciones, quedando los sindicatos mas fortalecidos que en la misma cuarta república. Se firmaron los dos contratos mas costos y menos novedosos en la historia de la contratación colectiva petrolera, sin que se lograra introducir nada en materia de productividad y reducción de costos.

Al margen de estos impactos económicos, Pdvsa aceptó una serie de pagos y bonificaciones de montos altísimos para mantener la tranquilidad en el sector de Fedepetrol y Fetrahidrocarburos afectos al gobierno. Inclusive decisiones interpretativas del Tribunal Supremo de Justicia, claras y beneficiosas a favor de Pdvsa, les dieron una aplicación disfrazada para cumplir con lo que un presidente saliente (Guaicaipuro Lameda) le habían prometido al propio Carlos Ortega, ej. Decreto 852.

4. Problemas de Abril. Denuncias por la violación de la Meritocracia. Paro parcial. Golpe y caída de Chavez. Regreso a las 36 horas. Perdón a los huelguistas. Nueva Junta Directiva meritocrática. A nadie se despidió, ni se amonestó, ni se botó.

5. Ambiente organizacional interno tenso. Rivalidades. Bandos internos. No se hace nada para resolver la crisis interna, solo promesas de un estudio contratado . Falta de liderazgo de la Directiva, de Directores coorporativos, y de Directivos de Filiales. Confusión y desilusión entre el personal de niveles medios y bajos.

6. Se crea Unapetrol y Gente del Petróleo. Cada quien lo interpreta a su manera. Se inscriben algunos, otros permanecen fieles al concepto de ser ellos los genuinos representantes de la Gerencia. Los problemas con Pérez Izza, Quijano y unas contrataciones en la Presidencia agudizan el problema. Conversaciones con la Presidencia de Pdvsa para salir del impase que erosionaba el ambiente de trabajo, y no se llega a nada. Unapetrol entrega expediente con denuncias pero Alí Rodríguez solo contesta que se estudiaran y así pasa el tiempo.

7. Paro Cívico a partir del 2 de diciembre. J. Fernández dice que él lo respaldará a título personal porque entiende el problema que vive el país pero que es una decisión de cada cual. Comienza el paro con poco respaldo petrolero, tanto en la nómina contractual como en la mayor y ejecutiva. A los tres días arremete imprudentemente la Guardia contra una pacífica manifestación en Chuao, gases lacrimógenos, atropellos. Todo termina en una ola expansiva de respaldo al paro que se convirtió en total, por lo menos en las nóminas mayor y ejecutiva (tercer paro petrolero en la actual administración). Parte importante de la nómina contractual no acata el paro ya que los presidentes de Fedepetrol y Fetrahidrocarburos continúan respaldando al gobierno y a Pdvsa.

8. Paralización de actividades. Gobierno alega sabotaje, daños, perjuicios. Los petroleros se defienden diciendo que es incierto, cada cual deberá probar su grado de participación e intención en actos vandálicos y de saboteo si es que los hubo.

9. Pdvsa militariza las instalaciones. Incorpora jubilados y otro personal de la calle. Trae extranjeros. Se comienza un proceso lento de reanudación de actividades, de implementación de una nueva organización de Pdvsa y de despidos masivos de personal (mezcla de despidos por represalia unos, y otros porque según ellos sobran por la reorganización que están aprovechando de implantar al mismo tiempo del conflicto). La causa mayor que alega el gobierno es abandono del trabajo y ausencias injustificadas.

10. El Presidente, el Ministro y el Presidente de Pdvsa han dicho públicamente que no reincorporaran a nadie. Que todos están, botados y que demandaran penalmente a algunos. Pide la intervención de la Fiscalía, acción de los Jueces y aplicación del código Penal a los responsables.

PUEDE EN REALIDAD Y LE CONVIENE A PDVSA BOTARLOS A TODOS, NO RECIBIR A NADIE Y FORMAR SU PROPIO PERSONAL???

Pareciera que estamos en una posición donde todo lo que se le dice al Presidente sobre el personal de PDVSA es basura, desprestigio, fuente de corrupción y traición, aprovechamiento indebido, abuso con los bienes y activos de PDVSA en beneficio personal. El Presidente arremete contra todos, dice cosas fuertes, improperios, ataques desagradables que duelen a los activos y a los que pasamos gran parte de nuestra vida en esa actividad productiva, orgullo nacional y de cual los que allí laboramos, nos sentimos honrados de haber pertenecido a ese selecto grupo de venezolanos. Los demás repiten lo mismo y arremeten con mas fuerza, en el canal de TV oficial, la Radio Nacional y en YVKE mundial lo que se ve y escucha son los más grandes y despiadados insultos a los petroleros.

El Ministro repite con satisfacción, fuerza e insistencia esos insultos y el Presidente de Pdvsa que estamos seguro conoce la realidad interna de Pdvsa, de los sistemas, de la razón de su existencia, de los valores, de la formación del personal y de su calidad y excelencia, no hace nada por defender, aunque sea parcialmente sino que arremete contra todos. Todos ellos saben que PDVSA es la empresa mas controlada y auditada interna y externamente (Asamblea Nacional, Ministerios, Contraloría, Banco Central, auditorias internas y externas etc.) y que lo único que hace es llevar adelante los planes, los programas y las metas que le fija el ejecutivo nacional según los objetivos y lineamientos que establece el Ejecutivo Nacional por intermedio del Ministerio de Energía y Minas. ¿Porque entonces decir que Pdvsa ahora si es de los venezolanos, que salieron los corruptos, traidores, saboteadores y vende patrias?. Con eso solo se logra hundir y destruir mas a esa gran empresa llamada Petróleos de Venezuela, ya que todo el país sabe: Iglesia, Fuerza Armada, Medios de Comunicación, Políticos, Empresarios, Universidades, estudiantes, maestros, amas de casa y el pueblo no penetrado por el odio y las corrientes extremas, así como las grandes empresas laborando en Venezuela y las que desde el exterior tienen relación con nuestro País, los lideres políticos a nivel mundial, la comunidad internacional sin excepción, saben que todo lo que el Presidente dice y denuncia sobre los trabajadores petroleros es falso, es mentira y es solo una reacción, entendible para algunos, por el tremendo impacto que el Paro Cívico Nacional con el respaldo de los petroleros le ha infringido a su gobierno. Es fácil ahora responsabilizar a los petroleros como los únicos responsables del daño a la economía. Pero es que acaso no se entiende que la posición radical de no escuchar, oír, negociar, entender la voz de una gran mayoría del pueblo llevó a esos extremos y el gobierno ciegamente así lo permitió?

Pero los propios trabajadores no son los culpables.

Habrá algunos que se excedieron y cometieron actos repudiables y censurables, eso es una cosa distinta, pero los trabajadores de una manera honesta y responsable solo se acogieron a una interpretación que sobre desobediencia cívica, un derecho a huelga, inmovilidad y derecho a manifestación pacífica parecía claro en la propia constitución. Luego el TSJ aclaró las cosas, hubo equivocaciones y las consecuencias son verdaderamente lamentables para los petroleros. Pareciera que son los únicos responsables, los malos, los traidores y que deban pagar con su trabajo lo que fue un sentir colectivo casi total.

La única salida clara, es que el Presidente con toda la rabia y el resentimiento que le pueda asistir, entienda que es peor para Pdvsa y Venezuela dejar definitivamente fuera a este selecto grupo de trabajadores profesionales, e insistir en reactivar a Pdvsa con improvisaciones, retazos y enmiendas que aunque se vea lentamente una especie de reactivación, ella es solo aceptable por el capricho de darle en la cara a los petroleros, pero que no se está construyendo una Pdvsa fuerte, sólida y con el prestigio que tenía. Es desde todo punto de vista preferible el reingreso de una buena parte, aunque sea en condiciones incómodas, que dejarlos a todos fuera, esperando solo la salida del Presidente, para regresar. Cuando esto ocurra habrá nuevamente un momento difícil en ese regreso, tal como será la reincorporación a una estructura y organizaciones destrozadas y el desplazamiento obligado de los que ahora han ingresado. No necesariamente significa que todos deben salir, pero estoy seguro que la inmensa mayoría no tendrán justificación de permanencia. Este proceso, mas la obligada revisión de la organización que se está imponiendo en los actuales momentos, nos conllevará a una nueva traumática, difícil y de consecuencias impredecibles.

Por ello, la única recomendación aconsejable es que sin insultos, sin prepotencia y arrogancia hasta con cierta humildad y dolor por Venezuela, se busque la manera de hacer llevar la voz de esta preocupación y que se fuerce alguna salida a este gravísimo problema, con Chavez o sin él en el poder, por corto o por largo tiempo; pero esperar resignados a que Chavez salga para entonces pretender solucionarlo todo, parece igualmente una salida poco constructiva. Quizás sea la mas lógica pero no la más recomendable. El sitio no puede ser otro que la Mesa de Negociación y Acuerdos, quizás complementado con un cabildeo diplomático de altura y con un acercamiento a las instituciones más importantes del país y algunas del exterior. En esta acción, por supuesto hay que incluir al propio Presidente de la República. Ya nada se logrará si este no está convencido y si no se le explican las cosas, especialmente sobre todo la imposibilidad de reconstruir una Pdvsa fuerte y sólida sobre bases endebles.