Hay que evitar que Chávez acabe con la propiedad privada y destruya el país

Francisco Zambrano

«Un paro contra la imbecilidad»

Tucupita, Venezuela, lunes 16 de diciembre de 2002

La gente inteligente, como es el caso de este gobierno, creo que es mejor que se conviertan en brutos a ver si realmente nos respetamos los unos a los otros. Carlos Ortega (presidente autodesignado de la Confederación de Trabajadores de Venezuela, líder del paro golpista de diciembre de 2002, Día de los Santos Inocentes de ese año)

Este es un paro contra la imbecilidad.

Y nada mejor que acabar con la propiedad privada y destruir el país antes de que lo haga Hugo Chávez.

La disociación psicótica llega al punto de que para defender la propiedad privada los bancos la invalidan al incautar tus ahorros. El corralito financiero es una apoteosis del neoliberalismo que ni Cabrujas pudo imaginar . Lo aplicaron en la Argentina como culminación de los triunfos del neoliberalismo. Y lo aplican ahora en Venezuela para que el neoliberalismo triunfe y complete su torta.

Decía Lenin que quien se va indefinidamente en una orientación política termina en el otro extremo. De tan derechistas que son, terminaron en la ultraizquierda: de tanto que promueven la propiedad privada terminan suprimiéndola que ni Pol Pot, pues ahora nadie puede disponer de su dinero con libertad, salvo los banqueros. Lo mismo pasa con los comerciantes que tienen sus tiendas en los centros comerciales que acataron el paro: no tienen derecho a disponer de su propiedad para abrir su negocio, que tienen secuestrado. Tampoco puede uno usar su auto privado porque o no hay gasolina o cierran las avenidas, con lo que confiscan incluso la propiedad pública sobre las calles y suspenden la garantía del libre tránsito. En realidad es una autoconfiscación, porque los pudientes solo cerraron las calles de sus propios barrios, fuera de dos —solo dos— autopistas aledañas también a barrios pudientes. Como los franquiciados: compraron cara una franquicia, invirtieron en instalaciones y ahora no se la dejan usar. Es el género de libertad que van a instaurar si llegan al poder. Para supuestamente defender la libertad económica —que nadie ha amenazado, por cierto— se suprime la libertad económica obligando a los comerciantes a no ejercerla. Tanto les gusta la propiedad privada que se apropian de la ajena. Con razón no quieren que se multipliquen los propietarios: campesinos con fincas y tierrúos con suelo en las ciudades, ¡habrase visto! ¡Demasiado camisón pa Petra! Por eso bloquean el acceso de la clase media a la propiedad sobre la vivienda a través del llamado «crédito mexicano» . Es que solo ellos tienen derecho a ser propietarios. Ni siquiera la clase media que los apoya. Lo que demuestra que cuando los golpistas hablan de defender la propiedad privada lo que hablan es de defender solamente su propiedad privada.

Es esencial también destruir el país, empezando por sus industrias básicas. Es el mejor modo de impedir que Chávez lo haga. Seguramente curan la caspa mediante la decapitación: es una terapia barata, segura, fácil, que puede aplicar cualquiera, no tiene contraindicaciones ni efectos secundarios, no falla y no consiente recaídas. Lo que demuestra la justeza del Juicio de Salomón: a la madre falsa no le importa que Salomón biseque al niño, con tal de que no lo tenga la verdadera. Si Venezuela no es para la parte golpista de la oposición, que no sea para nadie.

Por cierto, ¿hay oposición que no sea golpista? Mientras no se manifieste, diferenciándose de la otra, mantendré mi duda de que exista una oposición democrática. Por ejemplo: ¿no son golpistas los intelectuales que firmaron un descollante manifiesto que comienza con la clarividente observación de que el paro es «real y concreto»? (El Nacional, miércoles 11 de diciembre de 2002). ¿Qué método epistemológico tan penetrante usarían para hacer ese prodigioso descubrimiento, inadvertido para casi todo el mundo? Debieran divulgarlo para uno aprender también. O es que estoy teniendo alucinaciones al ver a casi todo el mundo trabajando. O que, obviamente, no soy inteligente como ellos y los tres Carlos. Siquiatra me sale. ¡Menos mal que es «un paro contra la imbecilidad»! Fíjense en este modo de redactar de estos enemigos de la imbecilidad: «El primer paro total de todas las operaciones» (subrayado mío). ¡Qué totalidad tan total, totalista y sobre todo y por todo totalitaria de operaciones operarias tan totalmente operativas! ¡Qué uso tan totalmente elegante de la redundancia! ¡Ah, mal haya quién pudiera escribir tan totalmente bonito como toda esa gente, entre quienes hay hasta Premios Nacionales de Literatura! Un empujoncito y Nobel de Literatura 2003. En lo adelante trataré de emular, por imperativo categórico, totalmente toda esa prosa tan totalmente hermosa del todo y en todo. El país se estremece con prosa tan prosódica y prosaica! ¡Es que se trata nada menos que de la parte más lustrosamente ilustrada de la oposición adversativa! ¡Con razón reconocen una inteligencia superior en la epilepsia discursiva de Carlos Fernández! Seguramente Fernández y Ortega les dictaron un taller literario. Solo mentes tan claramente preclaras están en condiciones incondicionales de advertir advertida y totalmente la total brillantez de Carlos Ortega, sobre todo cuando dice: «La gente inteligente, como es el caso de este gobierno, creo que es mejor que se conviertan en brutos a ver si realmente nos respetamos los unos a los otros». Con razón estos intelectuales paralizados y paralíticos sirven servilmente a ese par de sendos dos principales príncipes del ingenio genial y general. Así garantizan totalmente la total derrota de toda la imbecilidad. ¡Habrá una festiva fiesta de claros espíritus esclarecidos cuando Ortega y Fernández tengan el poder de llegar a todo el poderoso poder total! Para el lunes 16 y el miércoles 18 de diciembre de 2002 se decretó un paro total de todas las operaciones del país, de 6 a.m. a 1 p.m. ¿No dizque ya había un «total paro de todas las operaciones» desde el 2, pues? ¡Qué suerte tiene Venezuela de contar con intelectuales tan lúcidos y lucidos! ¿Que no hay leche para los recién nacidos? Pues allá ellos. Hay que sacrificarse, por la fuerza si es necesario, empezando por los bebés. Pocas veces se vio pensamiento más poético, ¿verdad, artistas sensibles? Humanistas tenían que ser.

Son como Stalin, que decía que había que sacrificar a varias generaciones y rasparse a millones para asegurar totalmente la felicidad total de toda la humanidad futura. Por eso Fernández dice que «el ejército se encargará de ellos», o sea de los que se rebelen en rebelión contra el golpe que mangonean bajo la manga. Como se encargó la Policía Metropolitana que comandó Alfredo Peña durante el 12 y el 13 de abril, en los días del glorioso gobierno de Pedro Carmona . Así, cuando Ortega y Fernández lleguen al poder todo va a ser totalmente hermoso y totalmente inteligente como lo fue durante todos los 40 años en que el partido de Ortega (Acción Democrática ) y los empresarios rentistas de Fernández mandaron y se desmandaron. Para no hablar de la total felicidad, la libertad total, la inteligencia totalmente deslumbrante y todo el respeto a todos los derechos humanos totales que reinaron totalmente durante todas las horas en que estuvieron de un todo en todo Miraflores en aquel totalmente inolvidable pedacito de abril. ¡Lástima que no duraron aunque sea una o dos horas más!

¡Todo sea por total amor a la humanidad!

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