Petróleo y Soberanía Nacional Latinoamericana

Federico Bugarte

Miembro de la Organización Federal de la Juventud (OFEJU), Juventud del Movimiento Nacional y Popular (MNyP)
Boletín Electrónico de la UNIÓN LATINOAMERICANA SIGLO XXI

Porque es fundamental renacionalizar o nacionalizar las riquezas estratégicas de los distintos Estados de la Patria Grande

Después del 11 de Abril, la segunda lección de política revolucionaria desde Venezuela[1]

"Cómo se ha incrementado la conciencia del pueblo venezolano este año 2002, cuánto se ha incrementado la capacidad de combate del pueblo venezolano, cuánta fortaleza, cuánta unidad en la Fuerza Armada, cuánta reflexión en los soldados de Venezuela, cuánta capacidad de integración entre Fuerza Armada y pueblo y luego, ahora finalizando el año, esta nueva batalla que nos ha permitido profundizar en la nacionalización del petróleo venezolano y en la recuperación de nuestra industria petrolera para ponerla al servicio del pueblo venezolano, para que le rinda los frutos que requiere el pueblo para continuar consolidando un proyecto equitativo, igualitario y justiciero: el proyecto bolivariano". Hugo Chávez Frías[2]

"Es menester nacionalizar y resguardar por el Estado las fuentes de petróleo, sobre las cuales se cierne el propósito de acaparamiento de los sindicatos y trusts extranjeros. Los gobiernos de los países de Sud América que para mantener la certidumbre de su futuro progreso así lo hagan, ejercitarán una alta previsión patriótica. Nacionalizar y explotar con criterio que consulte el interés de la Nación, los yacimientos de combustibles líquido, es robustecer la propia economía, y, al mismo tiempo, restar predominio a los trusts acaparadores que absorben y oprimen con sus imposiciones y refuerzan su poder explotando nuestras riquezas naturales y utilizando en su provecho los enormes beneficios que de ella se obtienen". Enrique Mosconi[3]

ÍNDICE:


Primera parte

Introducción

Hoy en día la recurrente afirmación mediática venezolana e internacional de que "la lucha en Venezuela es un enfrentamiento de clases, producto de la excesiva polarización social conducida irresponsablemente por el presidente Chávez", pierde lógica, hechos que la verifican y adeptos. La mentira imperial tiene patas bien cortas.

Los acontecimientos ocurridos en Venezuela durante este histórico diciembre bolivariano, demuestran que la revolución en ese país es mucho más que una lucha de clases... por el control del Estado. Ostensiblemente ya para el mundo entero, en Venezuela se está desarrollando una lucha por la liberación nacional, por la defensa del país de causas externas e internas antinacionales. El mejor y más valioso logro de la revolución bolivariana lo constituye la conformación de un verdadero Frente Nacional y Popular Antiimperialista, factor indispensable de todo proceso revolucionario nacionalista de masas: los obreros (del petróleo, hierro, aluminio, transporte urbano y suburbano, gandoleros, electricidad, del agua, empleados públicos), campesinos (sin tierra, conuqueros, pequeños y medianos productores agrícolas, cooperativas), empresariado nacionalista, un porcentaje significativo de la clase media ("clase media en positivo"), sectores indígenas, sectores juveniles y estudiantiles, habitantes de los cerros, barriadas (marginales o no) y urbanizaciones, pequeños y medianos comerciantes y el Ejército en su conjunto, oficiales clase y soldados. Es cierto que tardó mucho en constituirse colocando en grave riesgo a la revolución. También es verdad que para su cristalización necesitó de factores internos y externos antivenezolanos –cuando no– antes que de un surgimiento propio desde las fuerzas nacionales. Pero más cierto es aun, que el pueblo en su conjunto, las instituciones democráticas y el ejército hoy se aglutinan y entremezclan en un gran movimiento emancipador, de probada organización y fulminante accionar patriótico.

Con excepción de VTV[4] los restantes medios de comunicación venezolanos y sus pares latinoamericanos, todos al servicio del golpismo en Venezuela, informan y declaran una y otra vez mentiras por millares. Hace 8 meses, más precisamente el 11 de abril, mentían sobre una supuesta renuncia de Chávez; hoy, mienten acerca del hipotético éxito de una huelga general[5] fracasada[6].

Lo cierto es que la trilogía golpista del 11 de abril, conformada por Fedecámaras, la Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV) y la Coordinadora Democrática (rejunte de partidos políticos abanderados de la oligarquía), por medio de este paro malogrado juegan sus últimas cartas para desestabilizar a Chávez, condimentado ahora con el saboteo a la máxima corporación venezolana: Petróleos de Venezuela S.A. (PDVSA).

Las medidas antinacionales y antipopulares lanzadas por estos grupos, sumadas a las repetidas manifestaciones de civiles –oriundos de unos 800 metros cuadrados del barrio más ricachón de Caracas[7]– y al circo de militares sublevados en plaza de Altamira –los mismos golpistas del 11 de abril repudiados por el mundo entero–, conforman la debilitada y decreciente oposición a la Constitución bolivariana, a la democracia nacional y popular venezolana y al presidente legítimo Hugo Chávez Frías.

Ahora bien, la cuestión de PDVSA en Venezuela es claramente aleccionadora para los países latinoamericanos que intentan o intentarán conducir políticas de justicia social, generar un programa político y económicamente soberano, mercosurista e industrialista, es decir, nacional y popular.

Aunque al momento de escribir este artículo el conflicto en Venezuela del lock out por tiempo indeterminado aun no está definido, la lección de política revolucionaria contemporánea es crucial, y va dirigida a los flamantes gobiernos del Brasil[8] y de Ecuador[9], así como para los gobiernos próximos a triunfar en sus respectivas elecciones nacionales en Argentina y el Uruguay.

Pasamos a explicar:

Venezuela es el quinto país exportador de crudo del mundo y el tercero[10] para Estados Unidos (EU); el mundo árabe es el primero, Canadá el segundo y México el último. A principios del 2002, EU producía el 12% del petróleo mundial, o sea, 9 millones de barriles diarios. Sin embargo, consume el 25% del crudo del planeta siendo el mayor consumidor mundial y el mayor contaminante atmosférico[11]. Por tanto, tienen que importar de los países antes mencionados otros 11 millones para cubrir sus necesidades. Con el ritmo actual de producción, EU tiene crudo para 11 años, pero si tuviera que producir con sus reservas todo lo que consume, sólo tendría petróleo para 4 años más.

Sin embargo, a pesar de ser el tercer exportador, Venezuela es crucial para Estados Unidos porque posee vastas reservas de crudo convencional (sólo eclipsadas por las de Irán, Irak, Kuwait, Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos, EAU) y porque alberga importantes reservas del llamado crudo pesado, que puede ser convertido en petróleo convencional mediante un costoso proceso de refinación[12].

Por consiguiente, resulta muy sencillo deducir el porqué de la búsqueda desesperada de Washington para garantizarse el acceso a los mercados de crudo del Continente Americano, como es el caso de Canadá, México y Venezuela. Asimismo justifica la importancia crucial que PDVSA representa para el gobierno norteamericano como cuestión de supervivencia nacional, y para la oligarquía venezolana como pilar de su política golpista antichavista.

Dicho en pocas palabras, los intentos de derrocamiento de Chávez tienen que ver con su petróleo, al igual que la guerra contra Sadam Hussein quien obviamente controla el oro negro iraquí.

Brevemente: ¿Qué quieren los golpistas?

Chávez explicaba al pueblo por cadena nacional el propósito del paro:

"Los sectores que mantienen a toda costa este paro indefinido, quieren que se produzca hechos de violencia, desestabilización y desabastecimiento de alimentos y productos para que el pueblo se agote y rebele, para que no funcione el transporte, las industrias y fundamentalmente se pare PDVSA". De esta manera, buscan que se desate el caos y una mayor inestabilidad política que imponga en la mesa de diálogo o con la intervención directa de la OEA u ONU o gobierno de los Estados Unidos, el referéndum revocatorio, disfrazado de consultivo, aprobado ilegítimamente por el Consejo Nacional Electoral (CNE), y se dé con esto, la renuncia del Presidente Chávez y la convocatoria a unas elecciones adelantadas, en los términos que ellos quieren, bajo el control de la actual directiva del CNE, avalada por la OEA.

Ya durante los primeros días de enero del flamante 2003, los golpistas llaman a la desobediencia tributaria. Realmente la desesperación raya el límite de lo psicótico, cualquier medida es buena pues el objetivo es derrocar a Chávez, y como el paro petrolero esta siendo revertido pocas cosas les quedan a los santanderinos del siglo XXI.

PDVSA: el petróleo en el centro del huracán

Petróleos de Venezuela es un complejo monopolio público que opera a escala internacional a través de una madeja de empresas relacionadas, sobre cuyo funcionamiento y resultados no se tenía el menor monitoreo público, excepto el de la propia gerencia. Hay una frase acuñada por gobiernos anteriores: "PDVSA es un Estado dentro del Estado". La actividad de PDVSA es vital para la economía venezolana, a la que proporciona cerca de la mitad de los ingresos del presupuesto nacional y el 80 por ciento de la entrada de divisas.

En 1976, año de la nacionalización del petróleo, el fisco venezolano recibía 74,4 por ciento del total de los ingresos de PDVSA como ingresos fiscales, pero en 2000 recibía apenas 23,2 por ciento de los ingresos totales de la estatal petrolera[13].

Venezuela ha sido el primer país exportador de petrolero en desarrollo en iniciar la adopción de un nuevo régimen internacional de propiedad del petróleo promocionado e impuesto por el mundo en desarrollo desde los 90, en el cual el recurso natural petróleo pasa a ser considerado un don de la naturaleza y por tanto debe estar libremente disponible para toda la "humanidad", como patrimonio de la humanidad!.

Ello significa que las compañías extranjeras podrán explotar el petróleo sin pagar regalías ni impuestos específicos del sector petrolero, pues las compañías petroleras estarían sujetas a la mismos impuestos que las empresas no petroleras. Esta política ha tratado de neutralizarse y revertirse con la nueva ley petrolera del gobierno de Hugo Chávez Frías desde 1999 y es por eso que quizás lo primero que haría la oposición al tomar el poder sería eliminar la ley petrolera para permitirle a las compañías extranjeras usufructuar el petróleo venezolano sin pagar los impuestos que prevee la sección para hidrocarburos en la ley de impuesto sobre la renta actual, ni regalías.

PDVSA ha venido desplazando desde hace décadas al Estado venezolano representado en el Ministerio de Energía y Minas de su rol de contralor y ejecutor de la política petrolera y de la distribución de una renta petrolera que pertenece a todos los venezolanos, así las causas de la crisis en la cual está sumida Venezuela desde hace más de 20 años es que PDVSA actúa como propietaria del petróleo y disminuye la renta y otros pagos al Estado venezolano que cada vez está más empobrecido[14].

De todo lo anterior, concluimos que el nuevo intento por derrocar a Chávez se centra en la petrolera estatal venezolana. Algún lector desinformado se preguntará con razón: ¿cómo es posible que una empresa del estado se coloqué contra el gobierno? La respuesta es sencilla: la empresa petrolera, representa el reducto histórico de la oligarquía venezolana –a la sazón una de las más reaccionarias y poderosas de América latina– y sus múltiples conexiones internacionales, mayoritariamente con los Estados Unidos. Por esta razón la empresa siempre fue el punto débil de Chávez. Actualmente y de cara al paro, se halla saboteada por varios de sus gerentes y trabajadores quienes interfieren con su normal funcionamiento. Luis Giusti, ex-presidente de PDVSA y asesor número uno en materia petrolera del gobierno de George Bush, se apropió de varios tanqueros, algunos de los cuales fueron fondeados en el canal de navegación del Lago de Maracaibo. Varios buques de estos integran parte de los bienes de sendas empresas de propiedad del ex-PDVSA. Así entonces, Luis Giusti, que siempre ha estado interesado en la privatización de Petróleos de Venezuela, se sumaba a la maniobra golpista.

Pueblo y Ejército: dos pilares fundamentales de la revolución[15]

Al cuarto día de huelga, el 5 de diciembre, la situación empeoraba. Chávez, acompañado del pueblo que ocho meses antes lo rescataba de los mismos golpistas hoy devenidos en falsos huelguistas, nuevamente bajaron de los cerros en defensa de su revolución: mientras miles de bolivarianos protegidos por camiones de la Guardia Nacional y de la Policía del Municipio Libertador rodeaban las instalaciones de PDVSA "La Campiña", el presidente Chávez anunciaba contundentes medidas utilizando los cuatro componentes de las Fuerzas Armadas para proteger la industria petrolera nacional:

"El Ejército estará listo para reforzar con tropas la seguridad de las instalaciones administrativas y operacionales de las instalaciones de PDVSA. Hoy salió un grupo de aviadores hacia el lago, porque ordené que, si ese capitán se niega a entregar el barco, lo tomaremos con un grupo comando que ya fue enviado al lugar, porque ese barco es de todos los venezolanos. Aprestémonos una vez más a la defensa de la Constitución. Está en marcha un plan que pretende derrocar al gobierno nacional utilizando cualquier método(...) Fracasados hasta ahora, con el golpe de Estado vía rebelión militar, fracasado con el golpe de Estado "institucional" a través del Tribunal Supremo de Justicia o Asamblea Nacional, han montado este paro chantajista, que no es más que otra variante de un nuevo golpe de estado. El objetivo de estos sectores, que ya han gobernaron durante más de 40 años, es tratar por cualquier método y costo, imponer un nuevo Presidente de la República y gobierno, que obedezca a los intereses de Fedecámaras, Fedenaga, del Comité Ejecutivo de la CTV, de la rosca cogollérica que se ha enriquecido con PDVSA y de los militares golpistas que hoy están asilados en la Plaza Francia de Altamira. A estos sectores poco les importa las libertades democráticas o lo que establezca la Constitución. Mucho menos les importa, la voluntad de la mayoría de la población venezolana. A ellos lo que les interesa es volver al poder(...)

A media tarde del 6, el presidente de PDVSA, Alí Rodríguez Araque, denunció que de la misma manera que el conflicto anterior envolvió a PDVSA, en la actualidad se ejecuta un plan de sabotaje que, subraya, se diseñó "cuidadosamente"(...) y se ha llevado adelante"; destacó, asimismo que "nuestra tarea es frustrar ese plan de sabotaje que está orientado a paralizar a la industria, provocándoles daños inimaginables". El ex ministro de Energía y Minas y quien ocupara la secretaría de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), exhortó: "estoy llamando a todo el pueblo venezolano, a todos los trabajadores de PDVSA a frustrar esos planes que pretenden a utilizarla como una herramienta política, para el logro de objetivos, ignorando que con ello están infringiendo un daño enorme a la industria venezolana".

Sí señor presidente, PDVSA era y es utilizada por el imperialismo como una herramienta política y económica desestabilizadora antinacional.

El fallo del Tribunal Supremo de Justicia y el rol del ejército

El jueves 19, el Ministro de Energía y Minas, Rafael Ramírez, informó en cadena nacional que el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) respalda la posición del Ejecutivo Nacional para tomar las acciones que sean necesarias para garantizar el normal funcionamiento de Petróleos de Venezuela (PDVSA). El fallo afirmaba que "Todas las actividades relacionadas con el funcionamiento de PDVSA que incluyen refinerías y distribución de combustibles, paralizadas desde hace 15 días, lo cual causa grandes pérdidas al país, deberán ser reanudadas por decisión de la Sala Constitucional del TSJ al admitir una medida cautelar innominada, introducida por Félix Rodríguez contra la asociación Gente del Petróleo, cuyos actos de sabotaje contra la estatal petrolera mantiene en zozobra a la población venezolana, así como ha entorpecido el comercio internacional de crudo hacia distintos países".

De esta manera, el funcionario manifestó que "ante en esta acción deliberada durante los últimos días en el país, de sabotaje e intento de paralización de nuestra principal industria nacional, PDVSA, se ha pretendido llevar al país a una afectación de sus servicios fundamentales, a una afectación de su tranquilidad interna y a una afectación de su principal actividad económica".

"El Ejecutivo Nacional, atendiendo a la responsabilidad de salvaguardar el interés nacional, de salvaguardar nuestra economía y nuestra soberanía y la tranquilidad de todos los venezolanos, ha venido ejecutando y decretando una serie de medidas de orden legal dentro de nuestro marco constitucional para combatir esta acción de sabotaje sin precedentes en la historia patria", agregó.

Por esta razón, el Ministro de Energía y Minas consideró que "la decisión de nuestra máxima instancia judicial viene a reafirmar lo que hemos estado repitiendo para la conciencia del país y la conciencia del mundo, que todas nuestras acciones están amparadas y están ubicadas dentro del marco constitucional de la República Bolivariana de Venezuela y reafirma, la razón que asiste el Ejecutivo Nacional para actuar en función de restablecer la normalidad y proteger la integridad, de nuestra principal industria petrolera y de nuestro país como un todo"[16].

Sin embargo esto no termina ahí, ahora viene la parte más difícil: el gobierno debe exigir a to-dos los venezolanos el cumplimiento del fallo.

Dos días después, un comando de la Armada Venezolana arrestaba al capitán Daniel Alfaro y a parte de la tripulación del buque "Pilín León", quienes retenían ilegalmente la nave en el Lago de Maracaibo.

La detención se registró a bordo del barco cuando Alfaro y algunos de sus oficiales se negaron a recibir la notificación oficial de la sentencia del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), la cual ordenó el cese de la paralización de la industria petrolera, liderada por la oposición al gobierno[17]. Así, el buque-tanque Pilin León, con 44 millones de litros de combustible, pudo levar anclas tras 17 días fondeado en el Lago de Maracaibo, e iniciar su singladura hacia los cercanos depósitos de Bajo Grande, que suplen gran parte de las estaciones de gasolina del país. El presidente de PDVSA informaba a la población que pronto y gracias a la movilización del buque-tanque Pilín León, se reducirá la incertidumbre y la angustia por la escasez de combustible. A su juicio, esta acción fue "una victoria del pueblo venezolano y de los petroleros que no han aceptado el chantaje ni la imposición de quienes en nombre de la libertad, la democracia y la paz, han sembrado la angustia y la zozobra en la población",adelantando que en las próximas horas el resto de las embarcaciones fondeadas serán también movilizadas[18].

Una situación similar se generó a bordo del barco Susana Duijim, igualmente retenido por su oficialidad cargado de combustible, en el puerto La Guaira, reportándose algunos arrestos por desacatar las órdenes emitidas por la corporación PDVSA para mover la embarcación.

Entre el 28 y 29 de diciembre, la normalización de la actividad de PDVSA era un hecho[19]: la producción alcanzaba un millón 500 mil barriles diarios en los diferentes pozos petroleros de oriente y occidente del país, es decir, un 54% de lo convenido con la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP). Los expertos calculan un mes para restablecer la completa normalidad de todas las operaciones.

Sin embargo, la medida más trascendental sería, sin lugar a dudas, la total reestructuración de la estatal petrolera.

El 20 de diciembre venezolano: nacionalización completa de PDVSA

José Vicente Rangel, durante su discurso del día 20, ante la multitudinaria concentración reunida en la sede de la estatal petrolera en La Campiña, manifestó la disposición de convertir a PDVSA en una "industria austera, honestamente dirigida, eficiente, en función de revertir, para bienestar de la mayoría , las ganancias individuales "groseras" de algunos de los gerentes de la nómina mayor, cuyos ingresos anuales en algunos casos están cerca del millardo de bolívares (mil millones)".

Recalcó además que: "Es la hora de la verdadera nacionalización de PDVSA, es decir, la hora del pueblo venezolano", en medio de ovaciones, aplausos y consignas favorables a la gestión del presidente Hugo Chávez Frías. Aclaró enfático "que eso no será sinónimo de venganzas, sólo implica poner las cosas en su lugar, impedir que a futuro ocurran nuevos sabotajes contra el corazón de la economía venezolana, como es todo lo relacionado con la extracción, transformación y comercialización del crudo a cargo de PDVSA".

A su criterio, este viernes fue muy especial, porque "algunos tenían una carta marcada, un puñal en la cintura. Todavía hay rumores de que hoy sería el día definitivo, el día del derrocamiento de Chávez (...) sin embargo una vez más fueron derrotados por el pueblo venezolano: Con un paro que nació muerto, luego tampoco triunfó el sabotaje contra PDVSA y ahora no tienen militares traidores que los respalden"[20].

De esta manera, y a través del vicepresidente, se informaba al pueblo el prólogo de la nacionalización de PDVSA. Seis días después, la primera medida revolucionaria cristalizaba en una profunda reestructuración de la corporación estatal: suspensión en sus cargos de un vicepresidente y 90 gerentes en nivel nacional. En la lista se incluyó a directores ejecutivos, gerentes de operaciones, superintendentes de terminales y refinerías y ejecutivos de divisiones regionales, entre otros. Ello se une al despido dictado recientemente contra los cuatro gerentes principales a cargo de dirigir el actual paro, el cual ha causado importantes pérdidas a la industria y al país. Asimismo, se determinó la fusión de una serie de departamentos administrativos de las oficinas centrales de la empresa, acciones dirigidas a aligerar la operatividad de la corporación y eliminar trabas burocráticas utilizadas últimamente para obstaculizar el normal funcionamiento de la misma[21].

Como una de las más recientes medidas, se conoció el nombramiento del coronel Dexter Rodríguez como nuevo gerente de Recursos Humanos de la corporación. Más militares patriotas en el manejo del petróleo!

Y por otro lado, a través de una declaración del ex viceministro de Energía, Víctor Poleo, el Ejecutivo Nacional estudiaría la posibilidad de quitarle la facultad de facturar y recaudar a PDVSA y entregársela al Banco Central de Venezuela (BCV) para evitar que siga estafando a la República[22].

Planes del imperio a corto plazo

El capitalismo que muchos analistas califican como rapaz y salvaje, y que los latinoamericanos debemos calificar como imperialista, expropiador y balcanizador, está tambaleante y amenazado de muerte. Su máximo representante y protector, los Estados Unidos de Norteamérica está en recesión caminando lentamente hacia la peor depresión económica y deflación de su historia. Por este motivo Washington necesita controlar el precio del petróleo y apoderarse de los pozos de Venezuela e Irak, que sumados alcanzan el 75% de las reservas mundiales de crudo–. Esto le permitiría, entre otras cosas, un poco de independencia con respecto a la OPEP, organización dominada por jeques islámicos árabes y que, por lo tanto, puede serle, a la larga o a la corta, un campo hostil.

De esta manera una intervención cruenta pero corta en Irak y la salida de Chávez por vía electoral, a más tardar en agosto, permitirían eventualmente a Washington contar con petróleo abundante y barato para el segundo semestre del 2003. Pues en resumidas cuentas, la premura por derrocar a Hussein está animada por los mismos objetivos que desencadenaron la brutal campaña militar estadounidense contra el pueblo de Afganistán y el respaldo de la Casa Blanca al efímero golpe del pasado mes de abril en Venezuela: el control imperial sobre las principales reservas petroleras del planeta, el desmembramiento de la OPEP y el abaratamiento del precio de la energía para subsidiar el despegue de las aletargadas economías del Primer Mundo[23].

Consecuentemente, el águila balcanizadora de pueblos, una vez más y en un sorprendente giro de la situación petrolera venezolana, determinó que catorce buques-cisterna de las megaempresas norteamericanas del petróleo, se unieran a los grupos golpistas. Entre los buques petroleros había tres principales, que son el 'Germar Ajax', de la petrolera Phillips; el 'Nord Ocean' y el 'Antipolis', de la poderosa Exxon Mobil[24]. Estas empresas ordenaron a sus buques no comprar petróleo venezolano, sumándose al boicot. Esto complicaría la distribución petrolera venezolana porque si bien PDVSA es estatal, las distribuidoras están privatizadas por medio de concesiones, las que caducarían en febrero del 2003 al entrar en vigencia las leyes revolucionarias de nacionalización total del petróleo.

Por más buen resultado que las fuerzas populares y el gobierno estén sacando de todo esto, la amenaza seguriá latente, la campaña mediática en pro de un referéndum consultivo para solicitar la renuncia al presidente el próximo dos de febrero, no será más que un nuevo escenario de conflicto para forzar la intervención de la OEA como árbitro directo de un próximo proceso electoral y, en última instancia, para activar la más peligrosa jugada de la derecha oligárquica venezolana: la intervención militar de los Estados Unidos, tácitamente anunciada en la descabellada propuesta de eliminación de la Fuerza Armada Nacional formulada por algunos voceros de la oposición en los últimos días.

Contradicciones: intereses afectados e intervensionismo estatal norteamericano

Ahora bien veamos como el imperio entra en contradicción consigo mismo: mientras la huelga petrolera en Venezuela se dispone a entrar en su segundo mes, Citgo Petroleum Corp., una de las principales refinerías y la quinta red de estaciones de servicio de EE.UU., se ve afectada por los problemas de su empresa matriz, Petróleos de Venezuela SA (PDVSA). Más que cualquier otra refinería, Citgo, a la que Venezuela provee alrededor del 50% de su crudo, siente la presión de encontrar abastecedores alternativos[25].

La casi paralización total del abastecimiento petrolero venezolano ha empujado al alza a los precios del crudo, que la semana pasada alcanzaron su nivel máximo en dos años al llegar a los US$33 por barril. La producción venezolana de crudo es hoy equivalente al 20% de la de noviembre, según estimaciones del gobierno.

Los analistas dicen que es probable que Citgo pague un alto costo por mantener en actividad sus plantas. Debido a que las refinerías de Citgo están configuradas para procesar el crudo pesado de Venezuela, la compañía se ha visto obligada a buscar otros crudos en el mercado para cubrir su escasez. Este tipo de crudo es producido mayormente en Arabia Saudita Alaska, California y México, que han dicho en los últimos días que buscarían aumentar su producción. Un vocero de la empresa no quiso decir si se está pagando más por el crudo de otras fuentes. Citgo procesa hasta 1 millón de barriles por día de crudo y provee combustible a 13.400 estaciones de servicio en EE.UU.

Citgo fue comprada como parte de una estrategia venezolana de adquisición de activos internacionales iniciada en 1983 para asegurar mercados donde vender el crudo del país, que es más pesado que muchos de los crudos exportados por Medio Oriente. Sin embargo, Chávez ha criticado las inversiones internacionales de Venezuela y dijo que PDVSA debería exportar más productos refinados, creando empleos y más ingresos en Venezuela. La semana pasada en Caracas surgió evidencia de que el año pasado Chávez habría analizado la posibilidad de vender Citgo a la petrolera estatal de Nigeria.

Por tanto, podemos afirmar que el lock out venezolano está a un paso de afectar los precios de combustibles en el mercado interno norteamericano. Citgo y otras empresas –ConocoPhillips y Amerada Hess Corp.– comenzaron a hacer malabares para no menguar su producción, obligándose a ampliar los mercados y muy posiblemente a pagar más por igual cantidad de crudo. No sabemos cuánto más resistirán en esta tesitura, lo cierto es que la actitud golpista afecta y mucho al mercado norteamericano.

Pero ahora, la contradicción más hermosa: El Departamento de Energía de los EE.UU., por medio de su Reserva Estratégica de Petróleo ha ayudado en ocasiones anteriores a las petroleras a cubrir el petróleo que les ha faltado en situaciones de emergencia. En junio de 2000, el gobierno le prestó 500 mil barriles de crudo a Citgo cuando una dársena petrolera se hundió al sur de Lousiana[26]. ¿Pero entonces...? –pregunta un argentino incrédulo–, ¿el Estado norteamericano interviene en el mercado de crudo, es decir, interviene en salvaguarda de los intereses de las empresas privadas en su país? ¿No era que el estado no debería intervenir? ¿Acaso no nos explican y enseñan a nosotros sobre la libertad de mercado y la no intervención estatal?

En Argentina, hace escasos días, las petroleras pactaron con el gobierno una nueva suba en el precio de las naftas. Primero aumentaron Shell y Esso, y luego se sumaron Repsol y Petrobrás. En definitiva, como consecuencia de un saboteo en Venezuela y una amenaza de guerra a 30 mil kilómetros de distancia, los argentinos pagamos más por el petróleo que sale de nuestra tierra. Inaudito!, sobre todo que el gobierno se siente a negociar un aumento. Si al menos contáramos con una empresa petrolera estatal, seguramente la medida correcta hubiese sido la de venderle a un precio menor al internacional, la cantidad necesaria de barriles de crudo para evitar subas en los combustibles. Esto, claro, partiendo de la base que en un país semicolonial, la explotación, producción y comercialización mixta –estatal y privada extranjera– de petróleo significa la progresiva defunción de la primera[27].


[1] Ver del mismo autor: "Pueblo y Ejército Nacional: ¿Experiencia venezolana o latinoamericana?", libro: En el umbral de la Revolución (disponible a partir de febrero de 2003).

[2] Programa radial "Aló presidente", Yagua, Estado de Carabobo. Agencia Venpres, 29/12/02.

[3] Director general de Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF) en Argentina, 1922-1930. La cita es del libro El Petróleo Argentino.

[4] Siglas para el canal estatal Venezolana de televisión. Los responsables del laboratorio de propaganda y guerra sucia contra la sociedad venezolana son: VENEVISIÓN y el grupo Cisneros; RADIO CARACAS TELEVISIÓN, grupo Phells - Marcel Granier; TELEVEN, Omar Camero y GLOBOVISION, Ricardo Zuluaga y Federico Alberto Ravell. Datos obtenidos del Boletín electrónico Panacuates Nº 46 (4-12-2002)

[5] Cabe hacer un paréntesis para subrayar que "huelga general" es un concepto que sólo puede aplicarse a la conducta de los trabajadores. Cuando son los empresarios quienes convocan a detener la actividad productiva y comercial, el término que describe el hecho es la voz inglesa lock out.

[6] Ya al segundo día de paro, se calculaba en un 90% el rechazó del sector agrario y productivo del país al llamado, lo cual significa que "fracasó y la situación a escala nacional está normal", según lo manifestó el presidente del Instituto Nacional de Tierras (INTI), Adán Chávez, desde la Vicepresidencia de la República, donde además precisó que las industrias y el comercio están en completo funcionamiento. Asimismo, el sector patronal que adhirió a la medida de fuerza fue mínimo, circunscripto sobre todo al sector comercial y dentro de éste al área rica de Caracas, en la zona Este. Por otro lado y muy a pesar de los huelguistas, un gran número de establecimientos cerrados por sus dueños fueron abiertos por los trabajadores, lo cual sumado al hecho de que funcionó sin mengua el transporte, completó un panorama de casi total normalidad en la capital venezolana y tanto más en el interior del país.

[7] Para ser bien precisos: La oposición política se concentra principalmente en sectores sociales y territoriales de la ciudad de Caracas, concretamente en la zona del este, y en un perímetro bien localizado, alrededor de la Av. Francisco Miranda (Chacao, La Castellana, Altamira, Los Palos Grandes) y en otras zonas de sur-este (El Cafetal, Prados del Este), zonas residenciales de los sectores medios de Caracas, que poblacionalmente no representan más del 20% de la población total de la ciudad de Caracas. Esta situación se repite en menor proporción en ciudades como Valencia, Maracaibo, Barquisimeto, etc. La realidad evidente es que el resto de la ciudad de Caracas, en donde se concentran lo sectores populares y medios no se cumplió el paro golpista, ni se evidencia ningún evento conflictivo entre la ciudadanía y el gobierno. Datos obtenidos del Boletín electrónico Panacuates Nº 46 (4-12-2002)

[8] Al 3 de enero, estaban siendo descargados 525.000 barriles de carburante de procedencia brasileña, autorizados por el presidente saliente de Brasil, Fernando Henrique Cardoso.

[9] La Federación Nacional de Trabajadores de PETROECUADOR resolvió poner a disposición del gobierno bolivariano un grupo de 20 técnicos para apoyar las tareas de arranque de los pozos.