Alfabetizadores …40 años de historia. Y la nuestra comienza ……

Roberto Moreno Rodríguez

Cuba, La Brigada Benítez

En 1961, uno de los recuerdos que atesoro de mi niñez, fue ver a miles de jóvenes Cubanos Alfabetizadores de la Brigada Conrado Benítez, en interminables filas con sus morrales sobre el piso en el Lobby del Hotel Habana Libre en Cuba. Para un niño de tan corta edad, todo siempre parece ser muy grande. Era yo tan solo un pequeño visitante Venezolano en un país en donde mujeres y hombres de la estirpe Gulliver, eran saludados como héroes con afecto, respeto y admiración de la gente. Madres, novias, familiares despedían a sus seres queridos que partían a una gran meta. Eran soldados del conocimiento, sin armas que no fuesen las letras y el más profundo espíritu revolucionario. No recuerdo otro momento más emotivo que ese.

Todavía resuenan en mi mente sus consignas y cantos:
Estudio, trabajo, fusil.
Lápiz, cartilla, manual.
Alfabetizar, alfabetizar.
¡Venceremos!

Era el himno de la alfabetización del cual mi memoria no se acuerda ……….Pero recuerdo amargamente que muchos de esos muchachos que conocí, no regresaron jamás a sus casas, porque fueron muertos por fuerzas mercenarias contrarrevolucionarias, luego derrotadas definitivamente en Playa Girón.

El primero de enero de 1961, la Revolución Cubana proclama el Año de la Educación y cien mil jóvenes Alfabetizadores se dispersan por los campos y montañas de la isla. En las cartillas de alfabetización, algunos jóvenes llevan el poema "Elogio de un poeta a su isla antillana" (1949), de Ernesto Víctor Matute:
¿Cuánto vale tu isla?
Pues mira para los que nacimos en ella casi no vale nada...
...Traigo mi Isla debajo del brazo
y a nadie se la entrego
¡Quién ha visto que un hombre con orgullo quiera vender un cocodrilo verde!

Nadie los pudo detener, para lograr ser el primer país Latinoamericano sin analfabetismo, en más de 500 años de historia. La Campaña de la Alfabetización que protagonizó el pueblo de Cuba en el año 1961 no es, de ninguna manera, un hecho casual llevado a cabo por la Revolución, ni se gestó la idea en un momento de reflexión después del triunfo revolucionario de enero de 1959; mucho menos podemos considerarla como una medida surgida espontáneamente al calor de la lucha diaria de la dirección de la Revolución por sacar a Cuba de la miseria y el atraso en que la tuvo sumergida durante más de cincuenta años de República Neocolonial. Aquella guerra contra la ignorancia en la que un ejército de pueblo fue el principal protagonista durante casi un año de lucha sin cuartel y sacrificio sin límites; aquella gesta sin paralelo ni antecedentes en la historia de los pueblos, formaba parte de una de las leyes y medidas que los jóvenes de la Generación del Centenario había concebido como programa del movimiento revolucionario que encabezado por Fidel Castro se lanzó a la lucha contra el gobierno tiránico de Fulgencio Batista el 26 de Julio de 1953.

Plasmar en unas pocas líneas toda la grandeza de la épica batalla que libró el pueblo de Cuba para erradicar el flagelo del analfabetismo en menos de un año de titánico esfuerzo, es prácticamente imposible.

Nicaragua, Cruzada Nacional de Alfabetización

Veinte años después, en 1983, vi partir a muchos amigos de la Universidad que acudieron al llamado de la junta de reconstrucción de Nicaragua. Ya hombre y socorrista de la Cruz Roja Internacional, recibía semanalmente las cartas en los hospitales móviles de mi amiga Claudia, contándome sus andanzas por un país en ruinas por la guerra. Claudia era una de las alfabetizadotas Venezolanas en la Cruzada Nacional de Alfabetización en Nicaragua. Un buen día sus cartas dejaron de llegar. Luego supe que en la afueras de Managua había sido encontrada muerta colgada de un garfio de carnicería asesinada por los contras somocistas. Hoy en día, una calle de Managua lleva su nombre. Por supuesto como parte sustancial de ese esfuerzo y de esos logros hay que recordar las 59 bajas sufridas, 40 por accidente, diez por muerte natural y nueve asesinados por las bandas contrarrevolucionarias. Toda tarea nacional heroica se hace con la vida de patriotas destacados.

Los ejes de participación y movilización tuvieron como es natural múltiples manifestaciones, desde la movilización de unos sesenta mil Alfabetizadores al inicio y final de la Cruzada, utilizando en cada una de ellas unos cien autobuses, doscientos camiones, lanchas, mulas, etc., hasta el manejo de los medios de comunicación principalmente la radio en dos emisiones diarias de 15 minutos cada una en cadena nacional.

A este respecto cabe destacar los maestros que se hicieron presentes de Cuba, España, República Dominicana, Perú y Costa Rica, así como Alfabetizadores provenientes de grupos de solidaridad de 19 países. El costo total de la Cruzada se calculó en unos doce millones de dólares. Todo este esfuerzo integrado por múltiples elementos de decisión política, planificación, organización, orientación pedagógica, recursos humanos, económicos y materiales así como por el arduo trabajo de casi cien mil nicaragüenses, durante cinco meses, culminó con 406,056 nicaragüenses alfabetizados y 42,639 a punto de hacerlo, reduciendo la tasa nacional de analfabetismo de 50.3 a 12.9 por ciento.

Considerada la CNA como el hecho de mayor trascendencia en la historia cultural y educativa de Nicaragua: el acontecimiento que después de la guerra de liberación constituyó el aprendizaje más trascendental que tuvo el pueblo Nicaragüense.

Sólo a partir de esa óptica podemos entender cómo es posible la realización de una Cruzada Nacional de Alfabetización que pone en "estado de educación" a todo un país, que moviliza toda una nación para lograr aniquilar el problema social del analfabetismo, herencia de la dictadura somocista.

La voluntad política del gobierno revolucionario y el FSLN, la experiencia insurreccional popular y un pueblo consciente y organizado, constituyó una nueva realidad que sirvió de soporte y energía para experimentar, crear y trasformar los procesos educativos que vayan acercando al nacimiento de hombre nuevo. La Cruzada Nacional de Alfabetización fue matriz de la nueva educación.

Podemos afirmar que la CNA no es un hecho aislado ni un proyecto terminal, sino que fue una respuesta global desde donde se comenzaron las transformaciones educativas en Nicaragua. Los principios básicos que cruzaron ese gran proyecto educativo y siguen cruzando todos los procesos educativos, pueden sintetizarse en los siguientes puntos:

La Cruzada Nacional de Alfabetización constituyó una respuesta estratégica a un problema, a una necesidad igualmente estratégica de la Revolución Popular Sandinista. Precisamente es a partir de un pueblo consciente que haya sido introducido dentro del conocimiento y dominio de las habilidades y capacidades de la lecto-escritura, y en general dentro del sistema educativo, que pueden impulsar todo el desarrollo del proceso educativo e ir formando en el tiempo los recursos humanos que van a hacer posible su desarrollo.

Una de las características que distinguen a la Cruzada Nacional de Alfabetización es el hecho de considerarla como un hecho político con implicaciones pedagógicas. Además de su vinculación con el proceso productivo y cultural, la alfabetización implicó un hecho político porque significó el acceso al manejo de un código social determinante, el lenguaje escrito, y la entrega de instrumentos que permitieron leer y analizar objetivamente la realidad, el método científico.

Venezuela, Misión Robinson, Plan Nacional de Alfabetización.

Cuarenta años después de aquel encuentro con los Alfabetizadores Cubanos, en el Lobby de un hotel en Caracas, me vuelvo a encontrar con Jóvenes Alfabetizadores organizándose para salir a diferentes zonas del país. Esta ves sin penas ni glorias, sin cantos ni consignas, por lo cual me pregunto si los Venezolanos estamos consientes de la importancia del proceso que acabamos de iniciar. La Alfabetización es el proyecto más hermoso y motivador que un país puede emprender. Aquí reflexiono y pienso que algo no está en su lugar en nuestro gobierno y será el pueblo Venezolano quien defina este proceso construyéndolo desde abajo con el liderazgo del Presidente Hugo Chávez.

Pido perdón a nuestros Voluntarios Venezolanos, pues pienso que no se les esta dando el lugar que debemos, cuando son los parteros de un sueño de Libertad. Pido disculpas a nuestros hermanos Cubanos, por algunos compatriotas que en su ignorancia no han entendido aun la nobleza de ayudarnos en esta tarea. Las Revoluciones son generacionales y esta Bolivariana es la que nos ha tocado vivenciar. Dada la gran responsabilidad histórica que ahora asumimos, es necesario hacer algunas reflexiones para empezar este capitulo que aun está en el tintero y que apenas esta semana se empieza a escribir: