Entrevista a Román Chalbaud

Ernesto Villegas - En confianza VTV

Caracas, 30 de junio de 2003

EV: A esta hora damos la bienvenida al maestro Roman Chalbaud, cineasta, dramaturgo, director de 19 películas y unas 14 obras de teatro. Bienvenido.

RCh: Encantado, mucho gusto.

EV: ¿Cómo está? ¿Cómo ve la situación del país?

RCh: Por un lado muy buena y por el otro muy mala. El lado bueno es que estamos viviendo cosas que estaban ocultas, que estaban invisibles, que no nos las dejaban ver, nos habían ofrecido la gran Venezuela y un día se descubrió que la gran Venezuela era un queso grullere, lleno de huecos por todas partes, y entonces lo que era invisible ahora se volvió visible. Y los que invisiblemente robaban en aquella época, hoy están muy molestos y están tratando de que este proceso no continúe, y por eso digo que hay una parte buena y una parte mala. Otra parte mala es, desde luego, esa furia, esa violencia entre unos y otros, que pienso que debe terminar porque es dañina para todos los campos. Pero yo estoy muy contento de que este proceso ocurra y que se ponga a la luz todas esas cosas que estaban ocultas, y que nosotros los cineastas denunciamos mucho en nuestras películas.

EV: Está en el tapete la Ley de Responsabilidad Social en Radio y Televisión, ¿sorprendió a alguna gente ver una entrevista en la prensa a su persona, en la que usted manifestaba apoyo a este proyecto?

RCh: Sí, cómo no.

EV: ¿Por qué?

RCh: Porque es necesario, no puede ser, la libertad no es libertinaje. Yo decía que si a tu hijo le gusta chapotear en el lodo, tú no le puedes echar más lodo encima: No, chapotea en el lodo, a él le gusta. Entonces eso pasa con la televisión y ese es el rating. Cuando nosotros hacíamos televisión desde el año 53 y no existía el rating, la programación era cultural, pero no cultural en el sentido fastidioso, era amena y al mismo tiempo que entretenía estaba educando a la gente, y la televisión poco a poco se ha ido convirtiendo en eso, en un gran lodazal donde hacemos que nuestro pueblo le guste chapotear en el lodo todo el tiempo. Y como a todos nos gusta chapotear en el lodo, una gran mayoría de la gente se dejan vislumbrar por esos alardes técnicos, por esa gracia barata y nos lleva realmente a un camino no muy bueno para el cerebro del venezolano.

EV: Muchos artistas salen en cuña en la televisión, condenando ese proyecto de Ley, lo llaman Ley mordaza, e incluso llegué a ver en Anzoátegui unas vallas donde el Colegio Nacional de Periodistas regional decía: "Queremos ver el Clon, queremos ver tal programa, no aprueben esa Ley..."

RCh: Yo creo que no la ha leído bien, yo no pienso que hay mordaza por ninguna parte. Yo pienso que es necesario regular ciertas cosas porque no puede ser que por poder económico la gente pueda hacer lo que le dé la gana.

EV: Ahora, hay un principio muy arraigado en el mundo del espectáculo y la televisión que es de la autorregulación, que las empresas mismas se dan su regulación y que el Estado no debe intervenir en esas cosas.

RCh: Sí, pero eso también produce la autocensura, porque ya cuando uno trabaja con esas premisas entonces ya uno se va autocensurando porque sabe que hay cosas que no se pueden decir, porque a los patrones, que son dos los que hay, los dos grandes patronos, no les gustaría sacar este programa, y entonces hay que hacer lo que ellos quieren, y eso no está bien. Está bien que haya libertad, desde luego que la tiene que haber y la hay, pero no llegar hasta ese punto.

EV: Mire, y usted que es un hombre que vive de eso, ¿qué reacción ha recibido luego de esa entrevista en la prensa, en la que de alguna manera se marcó incidente, marcó disidencia frente al grueso de la gente?

RCh: Es que yo siempre he tenido esa aptitud, yo creo que eso no sorprende, quizás mucha gente no lo sabía, pero a través de mis películas yo he denunciado, y de mis obras de teatro desde los años 60, y las películas de los años 70, he denunciado la corrupción, he denunciado las injusticias que se han cometido contra el pueblo venezolano.

EV: ¿Qué es lo que pasa, Chalbaud, con el cine venezolano, que uno no ve producción así abundante en estos últimos tiempos?

RCh: Nosotros habíamos llegado a un arreglo firmado, a un contrato con los escribidores y exhibidores, a finales de los 70 donde de la taquilla se sacaba el 6.6% para el Fondo de Fomento Cinematográfico, y con eso era que se hacían las películas. A medidas que las películas venezolanas fueron teniendo éxito, y en el año 86 de las diez películas mas taquilleras, 7 fueron venezolanas, por supuesto quedó relegada un poco la producción holliwoodense, porque los 7 puestos de los 10 eran cine nacional, cosa insólita, que no había logrado ni el cine mexicano, ni el argentino, ni el español. Bueno, a partir de ese momento los distribuidores exhibidores decidieron quitarnos el 6.6 de la taquilla que habían firmado, y ellos después fueron demandados, pero son demandas que no conducen a ninguna parte. Justamente, pasado mañana, miércoles, vamos a tratar todo los cineastas, llevamos al Congreso la reforma de la Ley de Cine, porque cuando la Ley de Cine se aprobó, se aprobó chucuta, había 2 articulados que fueron quitados antes de que la Ley se aprobara, uno es: que la televisión debe ayudar al cine venezolano como en todas partes. En España hay lo que se llama derecho de antena, cuando se va a hacer una película española, algún canal español dice yo pongo el 50 por ciento de esa película, pero esa película es mía después cuando vaya a los canales de televisión.

EV: Esa aspira usted que se incluya acá en Venezuela.

RCh: Sí, y aspiramos todo, y estaba incluida pero la quitaron en el momento de la aprobación de la Ley.

EV: ¿Y quién presionó para ello, canales venezolanos no están interesados en eso?

RCh: Evidentemente, no están interesados. No están interesados en la producción independiente. Aunque nosotros hemos demostrado con nuestras películas que dan rating, y son pensadas por nosotros. Cuando nosotros somos contratados por la televisión, tenemos que hacer lo que ellos piensan y no lo que nosotros pensamos. Para que la televisión siga ese ritmo de gran rating que dicen ellos, que no siempre es así, por supuesto, pero que no sea novedoso, que no haya nada nuevo.

EV: ¿Cuál fue su última película?

RCh: Pandemonium.

EV: ¿Y no hay una película que quisiera hacer?

RCh: Sí, muchísimas.

EV: ¿Cuál se le ocurre en medio de toda esta situación que viven los venezolanos?

RCh: Bueno, yo tengo los derechos de Maisanta, que se los compré a Tapia para hacerla.

EV: José León Tapia.

RCh: A José León Tapia, cómo no. También tengo un guión muy hermoso que se llama "Las 13 fieras", que es de Juancarlos Gené, yo se lo encargué en el año 84, es sobre Martín Espinoza, aquel que traicionó la revolución cuando Zamora y Zamora lo mandó a fusilar, y es un guión muy hermoso y espero poderlo hacerlo algún día. Ahora, en mi mente, yo quisiera hacer la vida de Sucre, la vida de Teresa Carreño, las Lanzas Coloradas, pero necesitamos muchos recursos que no tenemos.

EV: Nosotros no tenemos tiempo, vamos a una pausa y regresamos ya con Román Chalbaud.

EV: Continuamos con Román Chalbaud. ¿Qué está haciendo Román Chalbaud últimamente?

RCh: Bueno, estoy escribiendo con Ibsen Martínez una telenovela que se llama Juana y Valentina, que nos encargaron para México, justamente acabamos de estar en México y la estamos escribiendo desde aquí, vivimos aquí y la mandamos por Internet. Pero ahora vamos a volver a México, a Guadalajara, Jalisco, porque la novela empieza allí, para empaparnos de ciertas cosas ¿no?

EV: ¿Y qué tal le va con Ipsen? Son amigos ustedes ¿no?

RCh: Somos amigos desde los año 70, desde que Ipsen empezó.

EV: Tienen diferencias políticas, por supuesto.

RCh: Sí, pero no muy notables y nos llevamos muy bien y dentro de un gran respeto como debería ser ¿verdad?

EV: Volviendo al tema del cine nacional, usted me corrige, comparo un poco el cine nacional con el Presidente Chávez, porque de alguna manera tiene su público, usted dice que las películas venezolanas son de altísimo rating, de altísima audiencia y taquilla, pero no responden a los cánones estéticos de la industria de la comunicación, siempre se dice del cine venezolano que hay muchos ranchos, que hay violencia y la gente siente, alguna gente, sobre todo la clase media, cierta distancia. ¿Estoy en lo cierto?

RCh: Sí, yo fui a ver en estos días la película irreversible, que es una película francesa muy fuerte...

EV: Horrible me dijeron que es.

RCh: ...al principio yo me sentía muy molesto porque uno fue educado de una manera; pero a medida que fui comprendiendo la película, vi que era una magnífica película, está muy bien hecha, una película muy difícil...

EV: Me dijeron que había una violación que dura 20 minutos.

RCh: Sí, dura 10 minutos y es un rollo completo, se salieron varias parejas del cine y una pareja que estaba atrás se levantó furiosa y dijo: "¡Esto parece una película venezolana!".

EV: ¿Cómo se sintió usted cuando escuchó eso?

RCh: Bueno, me reí, porque es francesa la película, y esas cosas pasan en todas partes del mundo ¿no? La violencia no es solamente venezolana, en todas partes del mundo hay l os problemas que también nosotros vivimos con diferencias ¿no?

EV: Lo que pasa es que hay cierta gente que prefiere la violencia de por ejemplo "Arma mortal", que estallan 8 carros y los tipos siempre resuelven las cosas de una manera muy particular ¿no?

RCh: Allí todo está basado en los efectos especiales y los personajes no son humanos; la violencia del cine venezolano es con personajes humanos, y con un estudio sociológico de cómo somos. Y lo que tú hablabas de rating, por ejemplo, "Carmen la que contaba 16 años", una película que yo hice por allá por los años 70, 80, no me acuerdo, ganó el rating por primera vez en 23 años le ganó el rating a "Radio Rochela", y en ese momento los canales empezaron a comprar película venezolana. Pero lo perfecto sería que nosotros fuésemos productores independientes y que nos dejaran hacer las películas y que nosotros no se las vendiéramos por la cantidad que se las vendemos a los canales sino por una cantidad mayor. Te pongo un ejemplo, si Carmen daba más rating que Julio Iglesias, y a mí me la compraban por 5.000 dólares, y a Julio Iglesias le tenían que pagar 150.000 dólares, y tenía unos puntos de rating menos que yo ¿entiendes? Entonces es una gran injusticia. Pero tú por ser venezolano, por ser de aquí: "No, no, pero esa es venezolana..." Te la pagan no en 150.000 dólares sino en 5.000 dólares.

EV: Ahora, ¿por qué el cine venezolano tiene esas características de enraizar esa violencia prácticamente constante, no sé si exagero, con las causas que la producen, y digamos, enrostrarle a la gente la marginalidad y la pobreza que existe en Venezuela?

RCh: Si tú agarras la lista de 200 películas hechas en Venezuela en los años 70, se hacían 10 al año, años 70 y 80, solamente un 30% tratan ese tema, pero son las que han ganado más premio y las que han ganado más dinero, y las que están mejor hechas, y entonces eso contribuye a que el público las vaya a ver y se interese por ella. Ha habido miles películas venezolanas muy hermosas como "Oriana", de Fina Torres, "Manuela Sáenz", de Diego Risque, que tuvo mucho éxito, por supuesto; pero ninguna ha llegado a los límites que han llegado las películas que tratan sobre la violencia, porque la gente se ve reflejada en un espejo, porque no es solamente la violencia, es nuestra manera de ser, es nuestra manera de hablar. A la gente no le gusta la grosería en el cine venezolano, pero en el cine americano hay miles de groserías que no traducen y como no las entienden no les importa; o hay esa clase media alta que prefiere ir al cine en Miami, o en Nueva York, o teatro en Miami o Nueva York y te dicen, yo no veo teatro en Venezuela, yo voy a Brodway a ver teatro, y eso es lamentable.

EV: La gente que rechaza el cine venezolano es más o menos la misma que rechaza a Chávez, volviendo a la comparación que hacíamos al principio.

RCh: Bueno, no me atrevería a hacer eso, pero sí hay algo de verdad en esa suposición, es una suposición, pero puede haber algo de cierto.

EV: ¿Y qué nos dice usted sobre ese rechazo en que consiste la figura del Presidente en un sector importante de la clase media, media alta?

RCh: Bueno, ese rechazo ha sido basado en la televisión. Si yo anuncio por la televisión una crema dental que se llama Román Chalbaud, que no existe hasta el momento pero yo la empiezo a anunciar, y la hago, la puedo hacer famosa y hacer que todo el mundo use esa crema dental; lo que tú vendes por televisión llega a millones de personas y por supuesto convence a millones de personas. Entonces yo pienso que el señor Presidente le han hecho una campaña feroz, una campaña mortal con cómicos que lo imitan, se han burlado de él, han hecho que un gran sector del público lo tome a chacotas, que le irrespete...

EV: ¿Y él mismo no ha contribuido a eso?

RCh: Ha contribuido un poco, es cierto. Pero, por ejemplo cuando hubo lo del golpe del 12 de abril, él dijo que él también había cometido muchos errores, lo confesó y fue muy sincero, yo creo que Chávez es un hombre que es muy sincero, y entonces lo han pintado como un insincero, como un militar terrible, como un dictador... y no es ninguna de esas cosas, eso es falso, eso es mentira; que no sabe hablar, y a veces se expresa estupendamente yo le he oído hablar en los discursos por televisión en el exterior, y muy bien.

EV: Chalbaud tenemos que hacer una pausa y al regreso yo quisiera que usted que conoce a mucha gente, supongo, del medio artístico, a la maquinaria, digamos, industria que está en los canales de televisión, ¿por qué su actitud? ¿Pudiera usted contarnos cuál es su apreciación acerca de las motivaciones que hay detrás de esas campañas, esa situación, digamos, de ferocidad también frente al Gobierno y frente a los sectores que lo apoyan? Vamos a la pausa y regresamos. Último segmento con Román Chalbaud. Empresas periodísticas, intelectuales, artistas, directores, cineastas ¿tienen una actitud más o menos homogénea de ferocidad no sólo del Presidente sino frente a la gente que lo siguen? ¿Por qué? Usted que viene de ese mundo.

RCh: No, yo pienso que no, que hay mucha gente, lo que pasa es que mucha gente que piensa de otra manera no le dan cabida en los periódicos ni le dan cabida en la televisión. Pero yo pienso que hay mucha gente que no conocemos, o mucha gente que se está gestando que piensa de esa manera. Pero si todos los medios están en contra de algo, seguramente dentro de esos medios está prohibido hacer un elogio de algo que ellos combaten ¿verdad?

EV: Tenemos llamadas del público. María González, desde Maracay, dice: "La Ley mordaza fue establecida en gobiernos anteriores sin consultar a los ciudadanos venezolanos, ahora estamos disfrutando de una verdadera libertad de expresión. ¿Usted cree que hay libertad de expresión en Venezuela?

RCh: Sí, totalmente.

EV: Hubo un atentado a la periodista Marta Colimina el viernes pasado, ¿qué nos dice usted, qué opina de eso?

RCh: Bueno, cualquier atentado es lamentable, pero en este caso a mí me parece como un teatro, porque cómo es posible que una gran cantidad de hombres rodean un carro tan pequeño y en realidad no hagan nada ¿verdad? Yo creo que es un teatro el que se montó.

EV: Desde Caricuao, Ilen Paredes: "Estoy de acuerdo con la Ley de Contenidos porque hubo un programa en un canal privado donde dijeron la palabra ninfómana, mi hija de 11 años me preguntó qué significaba y no supe qué contestarle, además hay demasiada censura". Cumbre de Curumo, de allí llama Alicia y Valentina, las dos y felicitan al señor Román Chalbaud por su ética y trayectoria tan hermosa, siga adelante, le dicen. Juan Barrios, desde Maracay: "¿Existe la posibilidad de financiar el cine venezolano con cooperativas y organizaciones de esa índole?"

RCh: Podría ser, sí.

EV: ¿No hay cooperativas de cineastas?

RCh: Sí han hecho, salió una película donde faltaba dinero y todos los técnicos se unieron e hicimos como una cooperativa ¿no?

EV: Celeste, de Maracaibo: "A la Ley antigua le colocan la portada de la Ley nueva". Felicitaciones "En Confianza" y "La Lámpara de Diógenes". Desde Maracaibo la señora Claudia: "Felicitaciones por la valentía que ha tenido en reconocer que la Ley de Responsabilidad Social es buena porque es bien sabido que los medios ahora lo van a atacar". Ilda Goitía, desde Maracay. "Aquí el canal local ha adoptado el estilo de programación de los canales privados. Deseo con todas mis fuerzas que se apruebe la Ley de Responsabilidad Social y nos saque de esta programación vulgar". Desde el estado Anzoátegui, Josefina Matute: "TV no pasa películas venezolanas, solo mexicanas, ¿por qué no transmite películas de nuestro país que son tan buenas?"

RCh: Buena pregunta...

EV: Vamos a tratar de responder.

RCh: Y hacer telenovelas aquí, pero buenas telenovelas. Y me acuerdo cuando Cabrujas hizo "La Dueña", y el Canal 8 ganó rating por primera vez con novelas.

EV: ¿Usted estaría dispuesto a dirigir una novela acá?

RCh: Cómo no, si es lo que me guste y que el tema sea bueno, cómo no, claro que lo hago.

EV: Jesús Peñalver desde Los Caobos: "Maestro, muchas gentes anhelados, deseamos y reconocemos que usted dirige una película de Teresa Carreño que este año cumple 150 años". Y desde Catia, David Bello: "De volver a hacer películas venezolanas contrataría nuevamente a los actores que siempre incluía dentro de ellas, como Orlando Urdaneta y Miguelángel Landa, ¿por qué siempre contrataba a los mismos?

RCh: Bueno, no es que contrataba a los mismos, Miguelángel y yo, y César Bolívar fundamos nuestra compañía Gente de Cine en 1973, con la cual hicimos muchísimas películas.

EV: ¿Y con Orlando?

RCh: Y Orlando lo llamamos, yo a Orlando lo conozco desde que tenía 14 años, que él fue a hacer una audición para la "Hija del dolor", había un hijo de Eva Moreno y Edmundo Valdemar, y él ganó la audición, y allí empezó el a trabajar, él venía de Bambilandia. Por cierto, tengo tiempo que no lo veo y lo voy a regañar porque está haciendo cosas indebidas.

EV: Cuando él habla, usted que lo conoce tanto, ¿el está hablando en serio? Porque uno lo ve y es muy furibundo y él era una persona afable al menos de los ojos del público, y entonces uno no sabe si él está hablando ahí el político o el actor. ¿Qué cree usted?

RCh: Bueno, yo te voy a confesar una cosa, yo no lo veo, porque me da mucho dolor, sí, me parece que hay como una gran farsa, con una comedia del arte, una cosa que a la gente tampoco le agrada mucho, a ningún tipo de personas, y más bien creo que eso le ha causado daño a él mismo.

EV: Ya estamos llegando al final, ¿qué mensaje le da usted, primero a la gente del medio artístico, qué les diría usted a ellos?

RCh: Yo pienso que primero debemos dejar la violencia, hay gente sumamente violenta dentro del medio, por ejemplo la gente que pitó a Pestana en una reunión cuando habló, eso no puede ser; todos tenemos el derecho de pensar como pensamos, y hay que respetarnos los unos a los otros. Pero la televisión ha exacerbado a la gente, la ha convertido en muy violenta. Desde La Terraza, donde yo vivo en San Bernardino, pasaron unos chavistas que iban a hacer un acto, y una señora gritaba como una figura griega, de Sócrates, de Sófocles: "¡Asesinos! ¡Asesinos..!" Y cuando yo vi a aquella señora, yo dije, cómo es posible que esa señora, primero no conoce a esos que van pasando, por qué les va a gritar asesinos. ¿De dónde saca ella eso? Claro, de la televisión que ha hecho ver que el Presidente es malo, que es un dictador, que es un asesino, cosa que no es cierta, y ha hecho ver que esa gente que cree en algo, esa gente a la cual engañaron durante 40 años con la gran Venezuela y no les llegó nada. ¿Por qué perdieron las elecciones si las ganaban con 70%, ¿por qué las perdieron? Porque la gente se cansó, la gente estaba engañada todo el tiempo, y no le llegaron ningún recurso a ellos, los recursos se los repartían allá los grandes, y entonces eso está a la vista.

EV: Ahora sí cerramos con un mensaje ahora en general a los venezolanos, no sólo a la gente del medio artístico sino sobre todo a los jóvenes. ¿Qué le dice usted a la gente joven? Que no se deje llevar por la desesperanza ¿no?

RCh: Sí, yo pienso que hay que trabajar, hay que estudiar, porque este es un país del facilismo, donde el petróleo desgraciadamente ha hecho que la gente viva una vida fácil y todo le llegue fácilmente. Y entonces no es así, hay que estudiar mucho, hay que prepararse mucho, hay que trabajar mucho y ese es el mensaje que yo le pido a los jóvenes.

EV: Una de ñapa, me están diciendo que podemos pasarnos un poquito. ¿Eso que dijo el canciller Chaderton en aquella reunión de la OEA, qué le parece? ¿En Venezuela hay racismo o no hay racismo? Usted que trabaja en el medio artístico...

RCh: Sí lo hay, pero están invisibles.

EV: ¿En las películas venezolanas hay racismo?

RCh: No, en las películas venezolanas no hay racismo. En las películas venezolanas, imagínate que yo hice Kaína Adolescente, que trabajaba Tomás Enrique, para mí es igual un negro que un blanco, una mujer que un hombre, es decir, yo no creo en eso, todos somos iguales.

EV: Pero en la sociedad sí lo hay.

RCh: Sí lo hay, cómo no, lo hay, si lo hay; no de una manera tan terriblemente, pero sí lo hay.

EV: Bueno, es lamentable y ojalá lo superemos. Muchas gracias a Román Chalbaud, esta es su casa, y esperemos que de verdad se pueda lograr eso y hacer una novela convocada y dirigida por usted.

RCh: Sería estupendo.

EV: Muchas gracias amigas y amigos, continúen con "La Lámpara de Diógenes y mañana tempranito nos sintonizan una vez más en una nueva emisión de "En Confianza" a las 6:30 de la mañana con este servidor, Ernesto Villegas siempre con muchísimo respeto por usted. Muy buenos días.

Transcrip.: AV (TV Prensa 2000, C.A).