Jaque a la Orimulsión

Moisés Pauling

Tomado de Soberania.info - 11/10/03

Un caballo de Troya nacido de las entrañas del monstruo, atenta contra la soberanía nacional

La orimulsión, suerte de combustible venezolano, única en el mundo y sin competidores como elemento para la generación de energía termoeléctrica, ha sido sentada en el banquillo de los acusados cometiéndose un grave error que podría lesionar los intereses de la nación, al menos por cinco siglos, por permitirle a las transnacionales tomar posesión de la explotación del yacimiento de crudos pesados más grande del mundo: la Faja Bituminosa del Orinoco.

Se dice que la orimulsión “no rinde en absoluto ni se coloca remotamente al precio, por ejemplo, del crudo sintético, al crudo extrapesado mejorado y ni siquiera del blend” una mezcla de crudos pesados y livianos. Se afirma también que la construcción de los mejoradores de crudos valorizan más ese recurso, y por ejemplo también, que los crudos blend pueden ser vendidos a mayores precios que la orimulsion.

Estas afirmaciones no demuestran otra cosa que nos colocamos de espalda al país sobre geopolítica. Asunto que debe ser con un alto sentido de patria.

Estos mismos sectores se han reunido en Houston, a mediados de este año con el fin de privatizar los campos de crudos livianos, calificados por ellos como maduros. Este show buscó resonancia en la misma industria a finales del mes de marzo y encontró oposición.

Veamos cuál es la jugada:

1.- Venezuela produce el blend conocido como crudo Merey, también único en el mundo, y lo hace desde muchas décadas atrás. Con ello ha contraído obligaciones de largo plazo con refinerías en el extranjero, diseñadas exclusivamente para refinar este tipo de crudo. Este blend es el resultado de mezclar crudos liviano tipo mesa u oficina, —provocando un elevado sacrificio a la Nación — con crudo pesado de la Faja Bituminosa del Orinoco (F.B.O), no con Bitumen. Por otro lado se ha propiciado la entrega de los campos de crudos livianos a empresas extranjeras, porque según ellos, no son rentables y en concordancia con este ardid, no permiten que éstos sean manejados por una dirección capaz; y, de esa manera, poder justificar un cierre técnico.

La entrega de los campos de crudos livianos de oriente, aledaños a la F.B.O, dejaría al Estado venezolano en una situación incomoda, y pendiendo de la hora en la cual cualquier movimiento del ajedrez que obligue producir menos liviano, generaría un enorme problema internacional, por incumplimiento con las cuotas ya formalizadas. A esto hay que agregar que estaríamos nuevamente dependiendo de las inversiones extranjeras para poder desarrollar nuestro petróleo, pero de una manera desventajosa para la República.

2.- Cuando se afirma lo concerniente a la construcción de los mejoradores de crudos pesados, no se hace ningún esfuerzo por explicar que la República por sí sola no está en capacidad de recurrir a esa posibilidad, por las enormes cantidades de dinero que se requieren en su inversión; y, tampoco se explica, que en el caso de la orimulsion podemos producir la F.B.O sin depender tecnológicamente de ningún ente extranjero. En el primer caso (mejoradores de crudo), se fortalece la dependencia tecnológica, económica y hasta cultural del país, de fuerzas extranjeras, porque se empuja ese tipo de planteamientos que sirven de lobby a intereses transnacionales. En el segundo (orimulsion), se fortalece nuestra independencia económica, tecnológica y cultural, así como que Venezuela con la orimulsion, es la mejor expresión de desarrollo energético independiente para sí misma, El Caribe y Latinoamérica continental, así como que el mundo gozaría de un combustible fósil con excepcionales características que lo hacen amigable con el ambiente, sobre todo con aquellas regiones agropecuarias que requieren energía no contaminante para el desarrollo.

3.- En los últimos tiempos se ha pretendido empujar un proyecto mediante el cual se convierte, desde el fondo de los pozos, el crudo pesado en crudo liviano, cosa que planteada por un inefable ex presidente de PDVSA, en la segunda cumbre de la OPEP, celebrada en Caracas, provocó la risa de algunos de los venidos del Medio Oriente. Y es verdad, un proyecto como ese, en el sano juicio de cualquier petrolero, no puede sino producir risa o ira, porque no es más que una estafa a la Nación. Ese proyecto parte del hecho de producir una mezcla dentro del yacimiento de crudo pesado de la F.B.O con un compuesto liviano, como propano líquido, por ejemplo. No es más que la vieja aplicación a nivel de plantas de desalfaltación, pero ahora aplicada en el sub-suelo. Quien conozca los eventos que se asocian a este proceso sabe que los asfaltos (asfaltenos y resinas) separados del seno del crudo pesado se quedarán en el fondo del yacimiento taponándolo inexorablemente, porque no son transportados en el seno del crudo y eso queda claro cuando se hace la afirmación de la conversión de crudo pesado a liviano. Es así como se irá asesinando lenta pero indubitablemente el yacimiento de crudos pesados más grande del mundo, impidiéndole a los venezolanos dentro de 20, 30 o 50 años, disfrutar la totalidad de los beneficios de esta riqueza, porque ella no podrá ser extraída del subsuelo por una mala praxis tecnológica, que de no aplicarla, ocurriría lo contrario.

Las fuerzas petroleras en el oriente del país, que no creen en la revolución que preside nuestro Presidente Constitucional, Hugo Rafael Chávez Frías, seguirán moviéndose con el fin de controlar las fuerzas propulsoras que allí se encuentran. Esto no ocurre con igual intensidad en el occidente del país, porque las realidades petroleras y geopolíticas son muy diferentes. En oriente tenemos dos opciones: 1) Se nos va el futuro venezolano y latinoamericano o 2) Aseguramos el mismo para nuestros hijos.

Quienes provean de luz esa realidad petrolera, serán perseguidos para que su voz se calle porque lo que está en juego para los enemigos del país es una inmensa prebenda, por permitir que el capital extranjero entre a la industria petrolera para avasallarnos por cinco siglos más.

Las reservas recuperables de la F.B.O, a la luz de las tecnologías actuales, alcanzan la cifra de 267.000 millones de barriles. Imaginemos ahora, por un momento, que una nueva luz cae sobre el conocimiento para explotar con mayor eficiencia este yacimiento y se incrementa el nivel de las reservas recuperables. ¿No estaríamos entregando a Venezuela por mucho más tiempo, quizás, cinco siglos más al avasallamiento petrolero? ¿Se le ha ocurrido pensar que la orimulsion, que actualmente se manufactura con bitumen de la F.B.O, también se puede hacer con crudos pesados y extrapesados?, y, que en ese caso, sería un producto con mayor nivel energético por unidad de volumen al compararla con la hecha con base en bitumen. Más aún, este otro tipo de orimulsion sería menos contaminante, por lo que podemos explotar toda la F.B.O con miras a producir la orimulsion, generando un estadio de actividad petrolera tecnológicamente mucho menos dependiente de las tecnologías de mejoramiento de crudos y contando con un mercado mundial termoeléctrico habido de un combustible como la orimulsion, que es fácil de manejar y menos contaminante que el carbón, el fuel oil y el petróleo como tal.

En otras palabras, la vía que brinda la instalación de plantas de mejoramiento de crudos nos lleva a depender de inversiones extranjeras que impondrán sus condiciones porque son dueños de la tecnología. Sería entregar el manejo y gerencia del mayor yacimiento de crudos pesados del mundo, que está en nuestro país, en manos extranjeras. Imaginemos por un momento al mundo con sus petróleos convencionales agotados y a Venezuela con su gran yacimiento de petróleos no convencionales, prácticamente intacto. Imaginemos eso, y ahora añadamos que ocurre un cambio tecnológico que nos permita extraer más reservas de las que ahora se puede con las tecnologías actuales. Ahora bien, la vía que brinda la manufactura de la orimulsion nos podría llevar a requerir inversiones extranjeras, pero en la mesa de negociaciones la presencia de Venezuela sería preponderante, por cuanto el yacimiento es nuestro y la tecnología también. Volvamos a imaginar lo que les he pedido antes .., pero ahora, … con la orimulsion.

Sres administradores de PDVSA, la Faja Bituminosa del Orinoco no es un juguete de la Junta Directiva que lo pueden disponer como mejor les venga. Ese yacimiento, así como los demás, son propiedad del soberano. La discusión que aborda el cómo disponer de ese bien debe ser abierta al país nacional, no sólo en el seno petrolero. Es una obligación, so pena de cometer delitos de lesa patria.