A partir de uno

Roberto Malaver
El Nacional, 26-4-02
Los abajo firmantes

Aquí estoy, disfrutando el video de la toma del poder por la alta sociedad civil. Daniel Romero ha terminado de "esfaratar el hilo constitucional" –como diría un margariteño– y ya se marcha sin dar ni un paso atrás, y cargado de aplausos, a sentarse de lo más Armani, detrás del presidente Carmona, no se le nota ni una pizca de dignidad. El público aplaude frenéticamente, y la cámara muestra a la internacionalista Vilma Petrash, en una silla del salón Ayacucho, que seca dos lágrimas de emoción que bajan apresuradamente por sus mejillas. Gonzalo Pérez Hernández –el hombre que habla claro– también aplaude y saluda a la cámara.

Entra el maestro de ceremonia, Felix Pérez, y dice: "Seguidamente representantes de la sociedad civil pasan a suscribir el acta de constitución del gobierno de transición democrática y unidad nacional".

Y comienza a llamar a los representantes de la alta sociedad civil.

—Pedro Carmona Estanga, presidente de la República de Venezuela.

El hombre se levanta, firma y vuelve a su asiento. El público ruge. Se levanta.

Ruge y se sienta.

—Por la iglesia, el cardenal, José Ignacio Velasco.

Nuestro representante de la Iglesia se acerca para firmar mientras el público lo aplaude. No hay un gesto de arrepentimiento. No hay nada de yo pecador me confieso, por mi culpa, por mi culpa, por mi santísima culpa. Nada de eso. Hay firmeza. Orgullo. Y yo estuve a punto de colocar un aviso: Pongo mejilla para que la abofeteen gratuitamente hasta el cansancio.

—Por el sector empresarial, el doctor, Luis Enrique Ball Zuluoga.

Siguen los aplausos. El hombre entra y con mano izquierda, con mucha mano izquierda, firma y saluda al nuevo adalid de libertades. Y es de notar que la empresa no perdona un momento de locura. Se nota que no.

—Por los partidos políticos, doctor, José Curiel.

Se levanta el hombre. El ex gobernador del estado Falcón asume su dignidad democrática estampando su firma en el acta. No duda. No parpadea. Firma y levanta la mirada, ve al Presidente y estira la mano. Saluda y sale entre aplausos cargados de democracia. Mucha democracia cristiana.

—Por las organizaciones no gubernamentales, licenciada Rocío Grijalbo.

Aplausos y se levanta una mujer que llega corriendo y firma el acta. El doctor Carmona estira la mano para saludarla pero ella se baja sin darse cuenta de que la está saludando el presidente de Fedecámaras, Venezuela CA incluida.

—Por los medios de comunicación social, el doctor, Miguel Ángel Martínez.

Aplausos. No sabemos a qué medios representa. En su cara no hay vergüenza. Porque no hace falta. Mientras él firmaba, su esposa Mirla Castellanos estaba con Guillermo Dávila en la Casa del Artista pidiéndole a Cecilia Todd que se fuera con su música a otra parte.

—Por los gobiernos regionales, el gobernador del estado Zulia, doctor, Manuel Rosales.

Se acercó, firmó y abrazó al Presidente. Algo le dijo al oído. Algo así como de aquí me voy a sacar de Maracaibo a todos los chavistas. Se le notaba una emoción tan grande, que parecía que estaba cruzando el puente. Y lo estaba cruzando.

—Doctor Carlos Fernández, vicepresidente de Fedecámaras.

Abrazos y, estamos entre amigos, y yo tengo unos acciones allí, y esta también es mi empresa, Venezuela mi país, tú país.

Después entraron en perfecta formación los señores: Julio Brazón, el señor Ignacio Salvatierra, con una figura de yo vendí al contado, y después llamaron al doctor Alfredo Ramos por la Confederación de Trabajadores de Venezuela, y como no aparecía, el maestro de ceremonias dijo que "el doctor Alfredo Ramos está atendiendo una llamada telefónica aquí en Miraflores y ya firmará".

Definitivamente, con una alta sociedad civil como esa, podemos decir que el país no está maduro... está podrido.