Tomado de: www.analisisinternacional.com

Ciertos medios de comunicación transmiten la imagen de un heroico pueblo venezolano luchando por su libertad contra un Gobierno comunista dictatorial y minoritario. Explícitamente evocan escenas de cuando la caída de los regímenes comunistas de Europa oriental.

¿Es cierto? ¿Se corresponden esas imágenes con la realidad? No exactamente. El pueblo en su mayor parte está ausente. El Gobierno de Chávez es comunista, mas no tan dictatorial, y ciertamente no minoritario. Y la Oposición no lucha por libertades sino por regresar al poder, apoyada en una clase media empobrecida -que también sueña con un imposible retorno a su pasado de efímera bonanza de los ’60 y ’70-, y en los medios informativos, convertidos en dictadores orwellianos y censores implacables de todo lo que no encaja en sus moldes prestablecidos acerca de lo que es “correcto”.

Las imágenes de los países de Europa oriental representarían mucho mejor la realidad actual, si en lugar de los años ’80 fuesen de los ’20 y ’30. El conflicto venezolano es entre estatismo de izquierdas y estatismo de derechas, y recuerda más a la Europa de cuando las hordas comunistas y fascistas se golpeaban y abaleaban mutuamente en las calles.

Chávez y la Oposición se parecen: salen de la misma fuente

Escribo sobre la coyuntura venezolana presente, lamentablemente muy desafortunada, y sobre lo que puede pasar a futuro en esta nación. Como la situación pudiera repetirse en otros países, me propongo ilustrar sobre su verdadera naturaleza, y sobre la única salida encomiable: el libre mercado, que es la Economía Política inspirada en la Biblia.

Comienzo por pedirle a Ud., amable lector(a) un favor: que no me lea si por alguna razón es Ud. muy pero muy entusiasta del chavismo, o del antichavismo. Porque quiero hacer un análisis serio y equilibrado, sólo fiel a la verdad. El filósofo alemán Hildebrand dijo que la única manera de superar dos errores contradictorios es por encima de ambos y no en medio. Y lo dijo en Alemania por los ’20, cuando las bandas fanáticas de comunistas y fascistas se agredían y mataban unas a otras en las calles.

--¿Quiénes hacen la Oposición a Chávez? Los restos de los desprestigiados partidos de izquierda y centro izquierda que desde 1958 -cuando tumbaron al dictador Marcos Pérez Jiménez- no hicieron sino robar, y disfrutar de exclusivos privilegios políticos. Y gran parte de la clase media empobrecida, y muy desinformada. Y sobre todo, los medios informativos que la desinforman.

--¿Quiénes componen el oficialismo? Otras gentes de esos mismos partidos, que por azares de la distribución -o por ser militares, o demasiado jóvenes- no disfrutaron del festín anterior, pero ahora pueden robar y disfrutar ellos de los mismos exclusivos privilegios políticos. Y el grueso de la masa popular.

Chávez está firmemente asentado sobre el paradigma del “justicialismo social”. El problema grave es que la Oposición comparte en gran medida ese mismo paradigma. Sólo que Chávez encarna a la perfección la imagen de “justiciero social”; no así sus opositores.

Chávez, fruto del paradigma justicialista social

Más que una causa, Chávez es consecuencia o producto de tal paradigma. Paradigma es una creencia o conjunto de creencias firmemente arraigadas, no importa que sean falsas. En el caso del justicialismo social son falsas. Pero la gente lo cree. Se formó así una matriz de opinión, y se cristalizó. Chávez se elevó al poder en base a ese paradigma; y sigue firmemente asentado sobre el mismo.

¿Y cuáles son esas creencias? Las siguientes:

Este paradigma se aprende aquí desde la infancia. Es falso; porque el petróleo no es riqueza sino recurso natural. La riqueza se produce, con trabajo y capital. Los países ricos no lo son por sus recursos naturales -en toda nación hay abundancia de alguno de ellos-, sino por el trabajo productivo, ahorro e inversión de capital. Y por sus instituciones libres, actuales o pasadas. Su capital acumulado es suficiente plataforma para la creación de riqueza todos los años, a medida que la población la consume. Con tanto activo, y su producción aún tan fuerte y resistente, sus políticos pueden confiscar buena parte de la riqueza producida cada año con altos impuestos, que “reparten” por las vías políticas (el justicialismo social).

Pero en Venezuela no hay una cultura del trabajo, ni ética del trabajar duro y cumplir los compromisos; y nunca hubo suficiente acumulación de capital. Por eso no hay continuada reproducción de riqueza. Este es un país pobre con petróleo. Pero la idea de riqueza es que “hay que repartirla”. Y el pueblo va tras todo caudillo mesiánico y populista que se lo prometa. Eso ocurrió en el pasado, y ahora con Chávez, poseedor de todas las características para el rol de caudillo mesiánico. (El paradigma funciona a manera de guión o libreto de drama romántico. El caudillo es la estrella, primera figura y protagonista, junto con el coro, como en las antiguas tragedias populares griegas. El coro es aquí el “soberano”, el pueblo, con el cual el caudillo se identifica.)

La gravísima deficiencia de la Oposición:

No hace nada por cambiar esta mentalidad ni por modificar la matriz de opinión pública, aún con la mayoría de los grandes medios informativos comerciales de su lado. ¿Qué hace? Organiza continuas marchas, paros y otras “acciones de calle”, muy telegénicas (vistosas por la TV, con gases, piedras, palos y sangre), pero nada efectivas para lograr un cambio de paradigma. No hace lo que debería: el paciente trabajo ideológico y político que se requiere para cambiar el paradigma justicialista social, por otro realista y verdadero.

Por su lado, los gerentes petroleros estatales en rebeldía nos han cortado la gasolina, transporte y otros suministros básicos a los venezolanos. Pero así de esa forma, ellos solitos -muy torpes, pese a su supuesta preparación técnica-, se han puesto en el papel de “malos” del libreto, y le permiten a Chávez jugar el rol de “liberador”. Es más: le han entregado en bandeja el pretexto para justificar los pobres resultados de su gestión. El paro petrolero es el exacto equivalente venezolano del bloqueo a Cuba: la mejor excusa. Similar efecto “boomerang” han sufrido los medios, perdiendo muchísima credibilidad. Los periódicos casi no se venden, y salvo los fanáticos, la gente en su mayoría no mira mucho la TV -casi toda opositora-, por temor a quedar tan enfermos mentales como los fanáticos.

La masa opositora es de la empobrecida clase media venezolana, que repite y cree ...

Sus “acciones de calle” son mostraciones de fuerza, exhibición de músculo, que no transmiten otro mensaje que su monótona exigencia de renuncia y/o comicio inmediato. ¿Qué deberían hacer en cambio los opositores? Simple: POLÍTICA. Es decir, recorrer el país sus líderes, explicandonos las razones por las cuales el presente es un mal Gobierno. (Que son muchas.) Argumentando y convenciendo. Debería la Oposición explicarnos la falsedad del paradigma justicialista social, y las diferencias con el de toda sociedad productiva: el libre mercado. Y es urgente, dado que en este año 2003 seguramente habrá referendum revocatorio para el Presidente y demás mandatarios. Pero la Oposición no está capacitada para eso: carece de partidos políticos estructurados, y de líderes con un mensaje diferente al estatismo.

El partido de Gobierno MVR en cambio sí hace trabajo ideológico. Traduce y vende material de la nueva izquierda, que el público lee bastante, y discuten las secciones locales del partido. ¿Qué hace la Oposición para equilibrar esta labor ideológica? Nada. Los grandes pensadores del capitalismo -Mises, Hayek- señalaron que el ideológico es el principal frente de batalla.

El “Road to Selfdom” venezolano

Los pensadores liberales señalaron también que cuando un país se desvía del libre mercado, por las vías del intervencionismo o estatismo, primero se destruye la economía; y después se destruyen la moralidad, y seguidamente la racionalidad, y por último la paz. Aquí se ha cumplido esta secuencia puntualmente:

1. ECONOMÍA: Venezuela comenzó a apartarse del libre mercado en 1928, con las primeras leyes e instituciones intervencionistas y estatistas, al principio de manera suave. La economía comenzó a resentirse, aunque no se destruyó de un solo golpe, por las fuertes inversiones de las compañías petroleras a partir de la estatización petrolera en México. Los daños mayores a los resortes y engranajes de la creación de riqueza se asocian a fechas posteriores: 1945, 1958, y sobre todo 1975, con la estatización petrolera, y el control dirigista de la economía privada, asegurado ideológicamente con el dominio estatal de la educación. Se perdió la buena economía; y apareció la ineficiencia generalizada.

2. MORALIDAD: se pierde una vez sujeta la economía al control de la política. Porque para enriquecerse ya no se requiere trabajar duro, prepararse, ser ingenioso, constante y eficiente, competir en satisfacer al mercado, y cumplir los contratos. En un contexto estatista se requieren buenas conexiones políticas. Apareció la corrupción e inmoralidad generalizadas.

3. RACIONALIDAD: lo siguiente que se pierde. Porque si lo que interesa es el poder, y cómo lograrlo y conservarlo, o mantenerse cerca, ¿qué importa conocer la diferencia entre mercado libre y no libre? ¿o entre buena y mala educación? ¿o entre lo bueno y lo malo en abstracto, lo lógico y lo ilógico, lo verdadero y lo falso, lo real e irreal? Apareció la irracionalidad generalizada.

4. PAZ: se pierde cuando los actores pasan desde la coacción o pura amenaza del uso de la fuerza, al empleo de la violencia desnuda. Apareció la violencia generalizada. En esta etapa estamos.

En Venezuela casi no hay actividad política

Parecerá extraño, considerando la escalada opositora, desde el 10 de Diciembre pasado. Sin embargo, esas “acciones de calle” de la Oposición difícilmente puedan considerarse políticas, en el más propio y específico sentido de la palabra, y elevado y noble. ¿Es política los cacerolazos, y las interminables marchas y contramarchas, a menudo degenerando en violencia, enfrentamiento físico, armas y disparos, y saldo de heridos y muertos? ¿Eso es política?

¿Y cuando los gerentes petroleros rebeldes nos cortan la gasolina y los transportes y otros suministros? ¿Es eso un “paro”? ¿Y cuando los bancos nos imponen restricciones para retirar nuestro dinero? Se parece más bien a una situación de rehenes: la Oposición exige al Gobierno que renuncie y llame a elecciones ya; y para obligarlo a rendirse, en lugar de secuestrar al Presidente y su Gabinete -como intentó el 11 de Abril y fracasó-, nos toma de rehenes a todos nosotros, a nuestra gasolina, suministros, y depósitos bancarios. ¿Eso es política? No creo. A menos que sea comunismo, por los racionamientos. Pero fue la Oposición la que los decretó; entonces fue ella que nos trajo el comunismo. De hecho, esas torpes y violentas acciones han producido un efecto totalmente contrario al pretendido: le han enajenado a la Oposición la simpatía de muchísimos venezolanos sometidos a limitaciones, dificultades y sinsabores. Cansados de una lucha desgastante y estéril. Cansados de que a cada momento se les repita “Y va a caer ... Y va a caer ...”, y no cae.

Gobierno y Oposición se enfrentan con violencia sobre quién “manda”, muy al estilo “macho”; pero sin embargo comparten una misma visión del Gobierno, y de la relación de un Gobierno con la economía y la sociedad. Esa visión es el estatismo. Dos ejemplos:

ATENCIÓN: ES URGENTE REIVINDICAR LA ACTIVIDAD POLÍTICA

Disculpe Ud., pero la política es una acción humana, y debería ser racional, tanto como la económica. Sólo que con ciertas diferencias importantes, que no la hacen muy simpática a nosotros los liberales:

Una ventaja que brinda al Liberalismo Clásico el rescate de sus bases bíblicas, es una mejor comprensión del Estado y la actividad política, asociados a la imperfecta pero imprescindible justicia humana. Son aspectos con frecuencia olvidados o descalificados por el ingenuo optimismo de los Iluministas del s. XVIII y sus herederos intelectuales, confiados en que el progreso continuo de la “buena” naturaleza humana -especialmente por la educación y la ciencia- haría del Estado y la política unos males cada vez menos necesarios, con el tiempo. Desafortunadamente, muchos cristianos han descuidado la realista antropología bíblica, y han adoptado una visión romántica y antipolítica, cercana a aquel viejo Humanismo secular.

A riesgo de lucir pedagógico, no me queda más remedio que describir las actividades políticas normales. Las hay de tres clases, respectivamente en tres niveles:

En Venezuela, la Oposición nunca ha hecho la primera actividad, ni en el pasado reciente la segunda. Y dada la proximidad de la consulta revocatoria del mandato presidencial ... ¡debería estar haciendo las tres juntas! Pero no hace ninguna, o las hace poco y mal. Esto es grave para ella, porque corre el riesgo de llegar al dicho referendum (cuando sea) sin la suficiente preparación. Y puede perderlo.

Aunque probablemente la Oposición se empecine en convocar ella y por ella misma un referendum en Febrero. La verdad es que sería una acción ilegal. Porque esa convocatoria pretendería hacer pasar un referendum revocatorio adelantado, disfrazado de consultivo. No es legal, pues contraría el procedimiento constitucional, que distingue claramente entre los dos tipos de consulta popular. Y podemos tener muchas críticas respecto a los contenidos del derecho positivo vigente en su totalidad -yo tengo miles-; pero el procedimiento constitucional es claro.

En este caso tendríamos otro año violento en Venezuela, con Gobierno y Oposición empecinados respectivamente en mantener la validez de una y otra consulta, celebradas con algunos meses de diferencia.

También es urgente reivindicar la racionalidad

Las acciones desplegadas por los actores -sobre todo de Oposición-, tienen por lo general efectos totalmente contrarios a los supuestos o pretendidos. Semejantes errores de cálculo hablan de un grado extremo de “visión tubular” e irracionalidad, de una enorme incapacidad para conectar con la realidad objetiva. Es urgente corregir y revertir la tremenda influencia irracional del Posmodernismo, desafortunadamente inadvertida en un medio intelectualmente muy pobre y poco alerta.

El Posmodernismo -filosofía cuyos orígenes llegan al nominalismo medieval-, alega que no existe verdad objetiva; y cada cual no puede tener sino "su" verdad. Es el subjetivismo cognitivo, una errónea forma de pensar: el que pocos puedan atribuirse la verdad completa de una realidad, no implica que no pueda ser establecida, conforme a criterios objetivos. Sin embargo esta aberrada filosofía ha sido adoptada acríticamente por casi todos, y sin aviso. Y con pésimas consecuencias para la actividad política; entre ellas el empeño en mantener concepciones y creencias absolutamente fantasiosas, por ej. el mito del petróleo. Es considerado aquí una “fabulosa riqueza”, potencialmente capaz de permitir a los venezolanos vivir casi sin trabajar, y cualquiera sea el tipo de sistema económico o régimen político adoptado. Es tenido además el petróleo por “factor estratégico”, capaz de permitir a los venezolanos gozar de una providencial atención especial del Gobierno de EEUU, prácticamente obligado a resolverles cualquier problema grave, y hasta a prevenir por todos los medios el que pueda presentarse.

Es común en Latinoamérica que en cada país, un recurso natural u otro factor geográfico cualquiera, les de a sus habitantes una idea exagerada de su propia importancia “estratégica”. En el caso de Cuba por ej., es la cercanía del país a las costas de EEUU.

Otras consecuencias políticas del subjetivismo cognitivo:

Tres escenarios posibles

  1. Si el Chavismo se termina de afirmar -y es lo más probable-, nos llevará al CASTRISMO CON PETRÓLEO. El equivalente venezolano del castrismo: con ingresos petroleros gubernamentales, y sin fusilamientos; y con oposición presente en la prensa y en las calles, y probablemente en algunos tribunales.
  2. De otro modo es previsible un futuro de gran inestabilidad, con Gobiernos que oscilen violentamente entre “neo” liberalismo y más socialismo. Este es el escenario LUCHA DE CLASES, concepto que tiene muchas acepciones, y no sólo la marxista. Con Gabinetes -o Presidentes- que duren sólo semanas o días, cayendo estrepitosamente casi de inmediato nombrados, en medio de cacerolazos, marchas, “pobladas” y/o cuartelazos, y abruptas declinaciones en las encuestas, seguidas de drásticos referendums adelantados. Para dar lugar a otros ... tan frágiles y efímeros.
  3. Por fin, el escenario bueno pero muy improbable es el de “la salida”: el capitalismo liberal, o LIBERALISMO CRISTIANO.

Es muy improbable porque ahora que las nuevas izquierdas emplean manipulativamente apelaciones al cristianismo nominal del pueblo, requeriría de los cristianos recuperar la doctrina cristiana entera, incluyendo una visión bíblica del mundo y de la vida, la persona, la sociedad, la economía y la política. Este cristianismo completo es el único factor que potencialmente puede “llevar la luz al mundo” (Deuteronomio 4:6; Mateo 5:14-16), y contribuir los cristianos -con otras personas de buena voluntad y claro entendimiento-, a cambiar las presentes condiciones de pobreza y opresión. Pero en esta parte del mundo la religión cristiana apenas ha penetrado superficialmente, y se ha mezclado mucho con mitos y cultos indígenas; y los cristianos se hallan inmersos en un caos de infantilismo espiritual e intelectual, ignorancia bíblica, confusión teológica e inmadurez política. Hoy en día el cristianismo está muy lejos de ser parte de la solución; y es más bien una parte (importante) del problema. Por otro lado, el puñadito de liberales padece una crónica carencia de recursos, que nos reduce a la categoría de grupo de buenos amigos, y nos condena a la impotencia política.

¿Cuál es el futuro?

Hoy la “Nueva Era” ha puesto de moda el “pensamiento positivo”: para que las cosas vayan bien en el futuro, basta pensar que irán bien. Lamento decirlo, pero no lo comparto. Las cosas irán bien si las hacemos marchar en las sendas que deben. De lo contrario irán mal. Y para que tomen las sendas debidas, mejor que pensar “positivo” es pensar verdadero, realista.

Si las cosas siguen los caminos que llevan, van a ir de mal en peor. Esos caminos son el del Gobierno y el de la Oposición. Como la Oposición hasta ahora sólo emplea la fuerza y no el cerebro, su camino también puede desembocar en el “Castrismo con Petróleo”, sobre todo si el Gobierno resulta a la postre vencedor en la prueba de fuerza.

El antichavismo se parece demasiado al anticastrismo

Ese es el problema grave. Se parecen como calcados. El anticastrismo es ...

El anticastrismo lleva más de 40 años de absoluta inefectividad. ¿Qué nos hace pensar que el antichavismo va a ser efectivo, siendo tan parecido? Si el capitalismo liberal sigue siendo un ideal desconocido, a los venezolanos nos esperan varias décadas de inestabilidad, de Chávez, ... o de chavismo (sí, tal vez con algún heredero ...)

¿Por qué y cómo se ha llegado a esto?

Los pensadores del libre mercado (Mises y Hayek) señalaban que en una sociedad las gentes pueden disponer de cuatro y sólo cuatro medios para resolver sus conflictos:

  1. LIBRE DEBATE, para resolver sus diferencias de opinión; en base a argumentos.
  2. y LIBRE MERCADO, para resolver sus diferencias de intereses; en base a precios e intercambios.
    Hasta aquí, los medios voluntarios, no estatales, no políticos. ¿Y qué de aquellas diferencias inconciliables por estos dos medios?
  3. EL ESTADO Y LA POLÍTICA: TRIBUNALES ESTATALES Y ACTIVIDAD PARTIDISTA, medios judiciales, y/o arreglos o elecciones políticas. En base al Derecho, y al consenso o la decisión mayoritaria, impuesta a la minoría con alguna medida de coacción (amenaza de emplear la violencia). El Estado -democrático o no- es la instancia represiva de la sociedad, el monopolio legal de la fuerza, para ser empleada contra el crimen.
    Es preciso evitar las visiones idealizadas del Esado o de la democracia. El paradigma “justicialista” imagina una democracia ideal o perfecta, que regala a la gente servicios médicos, educación, vivienda, etc. Eso es inalcanzable, falso, y no hay forma de Gobierno perfecta. El Estado es un imperfecto remedio para el crimen; y la democracia es un imperfecto remedio para la falta de consenso, más allá del debate y el mercado: consiste en contar la fuerza numérica de propios y adversarios, para imponer la voluntad de la mayoría sin derramamiento de sangre.
    Pero cuando se obstruyen los canales del libre debate y/o el libre mercado, entonces los canales políticos se sobrecargan de conflictos. Esto pasa en Venezuela desde aproximadamente 1975, cuando el estatismo terminó de someter a la política la educación, ciencia, cultura, etc. -hasta la religión-, como la economía y las finanzas. Y para peor, los tribunales se partidizaron. No hubo libre debate de ideas, ni libre mercado de productos y servicios. La política quedó como árbitro exclusivo de las diferencias entre personas y grupos.
    Hasta aquí, los medios pacíficos. Pero obstruidos los canales del debate y del mercado, y defectuosos y sobrecargados los judiciales y políticos, ¿qué queda ...?
  4. VIOLENCIA. En esa etapa estamos.

El dilema real: ¿más socialismo o liberalismo?

Gobierno y Oposición se parecen en que cada cual dice sólo una parte de la verdad. ¿Cuál parte? Hay una regla muy simple para encontrar la verdad en el vendaval de informaciones sesgadas:

La misma regla aplica por igual a ambas partes. Ejemplos:

En cualquier país normal, medios y partidos cumplen funciones diferentes pero complementarias: el medio informa, siendo objetivo e imparcial; y el partido hace actividades políticas, incluyendo una labor de difusión, que por naturaleza no tiende a ser objetiva e imparcial. Pero cuando los medios pretenden sustituir a los partidos, no hay información confiable, ni actividades políticas. Como describí antes, en Venezuela se pretende hacer pasar por políticas actividades como las fastidiosas e interminables (y a menudo violentas) marchas, o los “paros”, que más parecen acciones de intimidación y secuestro. Y los medios comerciales se vuelcan fanáticamente en pro de una parcialidad.

Distinto es el caso de los medios informativos no comerciales de opinión. En cualquier país normal, las fuerzas políticas mantienen órganos partidistas. Es muy legítimo y democrático. Pero aquí la Oposición no los tiene. El Gobierno sí: la revista Question por ej. -distribuida también en Colombia y Ecuador, países “bolivarianos”-, reflejando los puntos de vista de las nuevas izquierdas -poscomunistas-, que mezclan marxismo con ecologismo, indigenismo, tercermundismo y feminismo, algo de filosofía Posmodernista y un toque de religión “Nueva Era”.

El abismal desequilibrio en la oferta de ideas

La Oposición no publica absolutamente nada que haga contrapeso a las publicaciones de izquierdas, pese a haber cientos de revistas liberales y conservadoras en EEUU y Europa: no se traducen ni editan aquí. No hay en Venezuela fuerza política intelectual que se oponga a la arremetida de las nuevas izquierdas en este siglo XXI. Y eso es precisamente lo que tenemos ahora, cuando muchos pensaban que el socialismo estaba liquidado, definitivamente muerto, después del “fin de la Historia” y la “caída del Muro”. Sin embargo Calvin Beisner -un liberal cristiano que escribe en EEUU- dice que el comunismo estaba algo marchito, pero no muerto. El comunismo es muy viejo, es una herejía cristiana.

El “liberalismo cristiano” es el liberalismo clásico, consciente de sus inseparables orígenes bíblicos, una vez recuperados. Es desconocido en nuestro país, aunque no tanto en EEUU y Europa. Se llama a veces “derecha cristiana”, porque sus cultores son en su mayoría autores de autodeclarada inspiración cristiana bíblica. Entre ellos Edmund Opitz y Ronald Nash (protestantes), Michael Novak (católico) y también Benjamin Stein (judío). Novak es el único traducido al español hasta hoy, pero su obra cumbre “El espíritu del capitalismo democrático” ha recibido poca atención en América latina. El Padre Robert Sirico -Presidente del Instituto Acton- es otro calificado exponente de esta corriente, y ha dado algunas conferencias en Mexico y Centroamérica.

Sostienen que hay sólo dos formas de organizarse una sociedad: mediante el estatismo o el libre mercado. Como lo pone Ronald Nash, encarnan dos modos contrarios de tratarse las personas entre sí, basados respectivamente en el intercambio pacífico y voluntario, y en la coacción. En el primero, las gentes se dicen “Si tú haces algo bueno por mí, yo haré algo bueno por ti.” En el segundo: “A menos que tu hagas algo bueno por mi, yo haré algo malo por ti.”

Valores: respeto, servicio y amor al prójimo

El estatismo es una perversión de la función del Estado. Se basa en un erróneo y caprichoso entendimiento del amor, por definición voluntario y no obligado. Pero “amor” desinteresado y altruista -supuestamente por encima del amor propio-, es una apelación corriente de las nuevas izquierdas, ligadas tanto a la religión de la “Nueva Era” como a cierto nominal cristianismo de la mayoría de los venezolanos, cuyas expresiones políticas siempre han sido y son de izquierdas.

Todo eso es falso. Las personas sólo tenemos tres modos de relacionarnos entre prójimos: el respeto, el servicio y el amor. Y el prójimo no debe confundirse con el semejante, cosa que hace siempre la izquierda, cristiana o no.

Respeto, servicio y amor conforman un orden progresivo o escala de valores:

  1. El respeto al prójimo es el primer y básico valor. Es mínimo, y casi puramente negativo, y consiste más que nada en no dañar, perjudicar u ofender al otro en su persona, libertad y propiedades, ni engañarle. El respeto puede exigirse obligatoriamente por medios judiciales, y debe serlo en caso de negarse.
  2. El servicio al prójimo es positivo en sus expresiones, y debe ser voluntario y consensual, aunque se exige fidelidad a la palabra empeñada;
  3. y el amor al prójimo no puede ser obligatorio.

En ese orden, cada uno de ellos se incluye en el siguiente: el servicio incluye respeto, y el amor los incluye a ambos. Pero las relaciones no son recíprocas: no se requiere amar a otra persona para servirle, mucho menos para respetarle, ni servirle para respetarle.

Respeto, servicio y amor respectivamente dan origen a los tres tipos de instituciones sociales básicas:

  1. Las instituciones estatales, basadas en el respeto, expresado en los mandamientos “no matar”, “no robar ni codiciar”, “no mentir”; exigibles jurídicamente a todo semejante.
  2. Las del mercado (empresas, pero también escuelas y centros médicos privados), basadas en el servicio al prójimo, en el propio interés, por conveniencia económica; y con obligaciones exigibles en el círculo de clientes, proveedores, asociados y colaboradores.
  3. Las instituciones de la familia, y las relaciones caritativas de asistencia, basadas en el amor, y reservadas para círculos prójimos más íntimos.

La Salida: liberalismo cristiano

El liberalismo cristiano se opone al socialismo o estatismo de izquierdas, cristiano o no. Y también al capitalismo oligárquico, prevaleciente en Venezuela en el siglo XX, del cual hoy en día el “neo” liberalismo es una reedición. Más en detalle, los sistemas son ...

  1. El CAPITALISMO OLIGÁRQUICO O ESTATISTA, reconoce la propiedad privada de los medios de producción, mas no la competencia abierta o libre mercado. El Estado acumula capital propio y controla al privado; y distribuye los monopolios y otros privilegios, que aseguran a las oligarquías reinantes la captura de una renta no merecida. Pero así condena a enormes mayorías a la pobreza. Es el ESTATISMO DE DERECHAS.
  2. El SOCIALISMO O ESTATISMO DE IZQUIERDAS representa una reacción mal encaminada contra ese insatisfactorio e injusto estado de cosas, supuestamente dirigido a establecer privilegios en pro de los pobres.
  3. El mal llamado “NEO” LIBERALISMO representa una reedición del capitalismo oligárquico relativamente “actualizada”, en realidad una continuación del estatismo por otros medios. También fracasa, y genera males aún mayores, como ser una virulenta reacción de las (viejas y/o nuevas) izquierdas.
  4. El CAPITALISMO LIBERAL, a veces llamado democrático o liberalismo cristiano, verdadera y única solución. Es “la salida”; el único futuro escenario bueno para nuestro país. Reconoce la propiedad privada de los medios de producción, pero también la competencia abierta o libre mercado. El Estado se reduce a sus funciones propias -represivas, judiciales y de obras públicas-, y las personas participan en actividades económicas productivas. Así la riqueza se produce, y reproduce, y al propio tiempo se distribuye mediante los ingresos de los factores, circulando a través de los mercados.

El escenario bueno

Depende de la posibilidad de hacer una labor de difusión ideológica para el liberalismo cristiano.

Se llama a veces Economía del lado de la Oferta (supply-side economics) a la parte relativa a esa materia. Muchos economistas cultivan esta orientación, como el Profesor Arthur Laffer -ex asesor del Presidente Reagan-, mundialmente famoso por la curva de Laffer, ingeniosa presentación gráfica mostrativa de que los impuestos muy altos ahogan la actividad económica, y por tanto reducen la riqueza, y la recaudación fiscal. También el Dr. Mark Skousen, actual Presidente de la muy conocida Fundación para la Educación Económica (FEE). Prominentes sociólogos e historiadores cultivan esta orientación, como el prolífico George Gilder, cuya obra “Pobreza y Riqueza” fue traducida al español.

En Venezuela, pese a haber estado aquí el Dr. Novak en dos oportunidades, el capitalismo o liberalismo cristiano es algo inédito. Con nuestro pequeño grupo liberal hemos buscado siempre los recursos necesarios para darlas a conocer. Son ideas que merecen ser difundidas, tanto por escrito en libros, folletos y revistas, como por medios electrónicos: radio, CD, TV e Internet. Pero hasta ahora lamentablemente no hemos conseguido mucho apoyo en recursos financieros.

Para terminar es útil una presentación resumida de los sistemas de Economía política en sus versiones actuales -siglo XXI-, para ilustrar mejor las diferencias ...

POR: Alberto Mansueti, abogado, escritor y Vicepresidente de la Fundacion Libertas, un pequeño grupo selecto de pensadores liberales, ofrece A FONDO su visión, sobre el presente y el futuro de Venezuela.




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