Cómo los Medios del Odio incitaron a un golpe contra el presidente

Maurice Lemoine

(Le Monde Diplomatique)
Traducción de Estela Salguero

El Poder de los Medios en Venezuela

Nunca antes en la historia de Latinoamérica se había visto a los medios tan directamente implicados en un golpe político. Los 'medios del odio' de Venezuela controlan el 95% de los medios audiovisuales, tienen prácticamente un monopolio sobre los medios impresos, y desempeñaron un papel importante en el fallido intento de derrocar en Abril, al presidente Hugo Chávez. Aunque las tensiones en el país podrían fácilmente desembocar en una guerra civil, los medios continúan estimulando directamente a los grupos disidentes a derrocar al presidente democráticamente electo - si es necesario por la fuerza.

"Nosotros teníamos un arma poderosa en nuestras manos: los medios. Y ahora que tengo la oportunidad, permítame felicitarle." decía en Caracas, el 11 de Abril de 2002, pocas horas antes del derrocamiento temporal del presidente de Venezuela, Hugo Chávez, el Vicealmirante Víctor Ramírez Pérez felicitando en vivo a la periodista Ibéyise Pacheco de la televisora Venevision. Veinte minutos antes, cuando Pacheco había comenzado a entrevistar a un grupo de oficiales rebeldes, no pudo resistirse a admitir, en tono conspirativo, que mantenía desde hacía mucho tiempo una relación especial con ese grupo.

Al mismo tiempo, en un entrevista en vivo desde Madrid, otra periodista, Patricia Poleo, parecía estar bien informada sobre el probable desarrollo de los "sucesos espontáneos" que estaban ocurriendo. Ella anunciaba en el canal TVE de España: "yo creo que el próximo presidente va a ser Pedro Carmona." Al mismo tiempo Chávez, atrincherado en el palacio presidencial, seguía resistiéndose a renunciar.

Desde que Chávez asumió el poder en 1998, los propietarios de los cinco principales canales privados - Venevisión, Radio Caracas Televisión (RCTV), Globovisión, Televen y CMT - y nueve de los 10 más importantes diarios nacionales, incluyendo El Universal, El Nacional, Tal Cual, El Impulso, El Nuevo País, y El Mundo, asumieron el rol de los partidos políticos tradicionales, los cuales fueron arrasados por las victorias electorales del presidente.

Su monopolio sobre la información los ha colocado en una posición muy fuerte. Ellos apoyan a la oposición, solo en raras oportunidades le dan cobertura a las obras del gobierno y nunca mencionando su gran respaldo popular, desconociendo el deseo de esa mayoría en las urnas de votación. Ellos siempre han descrito las zonas en las que habita la clase trabajadora, como una zona roja habitada por gente peligrosa, ignorante y delincuente. Sin duda, no los consideran fotogénicos e ignoran a los líderes de la clase obrera y a sus organizaciones.

Todas sus investigaciones, entrevistas y comentarios persiguen el mismo objetivo: socavar la legitimidad del gobierno y destruir el apoyo popular al presidente. "En términos estéticos, este gobierno revolucionario es una cesspit [no logramos traducir esta palabra]," fue la delicada frase usada por el vespertino Tal Cual. Su editor, Teodoro Petkoff, es un reconocido oponente de Chávez. Petkoff es un exguerrillero Marxista transformado en un ministro neo-liberal y promotor de la privatización durante el gobierno del presidente de derecha Rafael Caldera. El gobierno de Chávez no está, naturalmente, exento de crítica. Ha cometido errores, y el personal civil y militar que lo rodea ha sido acusado de corrupción. Pero el gobierno fue democráticamente electo y sigue conservando el apoyo de la mayoría. También pueden acreditársele éxitos a nivel nacional e internacional.

Cuando se proponen desacreditar a Chávez, todo vale. Hubo un escándalo en Caracas en Marzo cuando una falsa entrevista con Ignacio Ramonet, el director de Le Monde diplomatique, fue puesta en circulación. En una declaración -que se alegada había sido hecha a Emiliano Payares Guzmán, un investigador mejicano de la Universidad de Princeton-, supuestamente Ramonet había dicho: "Chávez carece de un Gabinete capaz, y es por esto que su barco está siempre a la deriva. Cuando él ganó las elecciones, parecía que venían cambios. Pero el populismo lo arropó, como sucede a menudo en estos casos. Yo he visto videos en los que él canta boleros mientras explica su programa económico, si es que verdaderamente tiene alguno. Yo pienso que estas verdades y hechos verificables hablan por sí solos. No necesito emitir opinión sobre alguien así."

Venezuela Analítica (1) inmediatamente publicó esta "declaración" en la web, sin comprobar su autenticidad, y se convirtió en noticia de encabezado de El Nacional. El artículo era para hacer creer la idea de que Chávez estaba siendo aislado internacionalmente, y de hecho no hicieron ningún intento por verificarlo. Cuando Ramonet negó haber dado esas declaraciones, El Nacional eludió silenciosamente el asunto (2) y, ni siquiera, pidió disculpas a Ramonet.
(1) Ver www.analitica.com.
(2) Gúzman sostuvo que lo había hecho para demostrar la poca credibilidad de la prensa de Venezuela.

La "información" que se ha publicado bordea en el surrealismo. Por ejemplo, "fuentes de los servicios de inteligencia han descubierto acuerdos entre elementos vinculados al Hezbollah en la Isla de Margarita en Venezuela, que son controlados por la embajada Iraní. Ustedes recordarán que cuando Chávez estaba en campaña, un cierto Moukhdad fue extremadamente generoso. Ese favor tenía que ser pagado, y ahora Irán está instalando en Venezuela una base de operaciones, intercambiando el entrenamiento de venezolanos en organizaciones iraníes por la defensa de la Revolución Islámica. El terrorismo está entre nosotros" (3).
(3) "Entrelíneas", El Nacional, 15 March 2002.

El 21 de Marzo El Nacional publicó el siguiente encabezado: "Hugo Chávez admite ser el cabecilla de una red criminal." Al día siguiente, Tal Cual se refirió a "el sentimiento de nausea provocado por las agresivas palabras que él usó para asustar a los venezolanos". El presidente fue insultado, comparado con Idi Amin, Mussolini o Hitler, fue llamado fascista, dictador y tirano, y fue objeto de una lluvia de ataques. En cualquier otro país, estas acciones habrían generado demandas por difamación. "Un ataque irrespetuoso y constante," fue como la Ministra de Comercio, Adina Bastidas, lo describió. "Ellos me acusan de colocar bombas en las calles. Yo no puedo defenderme. Si usted los ataca, ellos se quejan a los Estados Unidos!"

Chávez ha respondido a este bombardeo mediático usando a veces un lenguaje fuerte, especialmente durante la transmisión de su programa semanal Aló presidente! a través del único canal del Estado. Pero este régimen en nada se parece a una dictadura, y sus diatribas no han sido seguidas por medidas de censura a la información. Desde que Chávez asumió el cargo, ni un solo periodista ha sido encarcelado, y el gobierno no ha cerrado ningún medio de comunicación. A pesar de esto, él ha sido acusado de "burlarse de la libertad de información" y de "atacar a los comunicadores sociales".

'Digan la verdad'

El 7 Enero un grupo de partidarios del presidente rodearon las oficinas de El Nacional, gritando consignas como "digan la verdad!", mientras lanzaban objetos hacia el edificio. El número de ataques a periodistas está aumentando, según Carlos Correa, Coordinador General de Provea (4), una organización para la defensa de los derechos humanos, y ellos están siendo satanizados. "A pesar de que todavía no ha habido muertos, la situación es muy seria. Desde que los dueños de los medios decidieron oponerse políticamente a Chávez, no ha sido posible tener una discusión razonable sobre los problemas del país. Pero decir que no hay libertad de expresión es una injuria."
(4) Programa Venezolano de Educación-Acción en derechos humanos.

"Si usted lee los periódicos, si mira las noticias por la TV, usted tiene la impresión de que el país está rasgado por los conflictos," dice entristecido el Padre Jesuita Francisco José Virtuoso. "Naturalmente que todos agregan algo a la tensión." La mayoría popular está contraatacando en esta guerra en la cual ellos son el objetivo. No están dispuestos a tolerar los ataques de los periodistas que se consideran a sí mismos por encima de la ley, ni el manejo antidemocrático de la información.

Los Incidentes van en aumento. La agencia oficial Venpres calificó a tres personalidades de los medios como "narcoperiodistas"; los reporteros en cuestión -Ibéyise Pacheco (editora de Así es la noticia, un miembro del grupo El Nacional), Patricia Poleo y el presentador de televisión José Domingo Blanco (Globovisión) - decidieron capitalizar estas acusaciones en el exterior. Tras condenar su "persecución" frente a las cámaras en la embajada de EEUU, se marcharon a Washington, en donde les dieron una heroica bienvenida. El artículo de Venpres, firmado por un J. Valeverde (5), fue repudiado por el Presidente Chávez y condenado por el Ministro de Defensa, José Vicente Rangel; quien censuró y pidió la renuncia del Director de Venpres, Oscar Navas. Pero eso no detuvo la campaña en Venezuela y en el extranjero, contra un gobierno acusado de "amordazar a los medios".
(5) Más tarde se descubrió que éste era el seudónimo de un tal Rafael Kries de dudosa reputación.

Los medios han ganado adeptos utilizando "profecías auto-cumplidas" - vinculadas con los partidarios del gobierno y con el propio gobierno. Protestando sobre violaciones a la libertad, sin estar bajo amenaza. Mintiendo y manipulando, los medios han provocado una reacción, incitando a veces a sus víctimas a agraviarlos. Esos delitos son mostrados entonces como la causa (y no como la consecuencia) de la desdichada relación de los medios con el gobierno y gran parte de la población. Nosotros debemos condenar los ataques de los partidarios del presidente a las unidades televisivas o a los periodistas. Pero ¿cómo pueden esos partidarios tolerar ser descritos como "Talibanes" o como "villanos"? Nosotros deberíamos protestar cuando los periodistas, incluso si ellos son agresivos y completamente identificados con la oligarquía, son calificados como "narcoperiodistas". Pero esos mismos periodistas han estado bombardeando al presidente con acusaciones falsas y retratándolo como cómplice de la "narcoguerrilla" Colombiana

Conducido por hombres de influencia y periodistas de primera línea, los medios han tomado la vanguardia sobre otros participantes en el proceso de desestabilización como son: Pedro Carmona de Fedecámaras, Carlos Ortega de la CTV, militares disidentes, tecnócratas de PDVSA y un pequeño grupo de funcionarios de los EEUU (6). Unidos en el Bloque de Prensa Venezolano (BPV), los medios finalmente mostraron su jugada cuando se sumaron a la huelga general del 10 Diciembre de 2001.
(6) Vea "Venezuela: a coup countered", Le Monde diplomatique English edition, May 2002.

Traficantes del pánico

Opiniones "libres" publicadas en la prensa - "Llegó el momento de un cambio de gobierno" o "Es tiempo de derrocar a este gobierno" (7) - fueron reforzadas por la manipulación dudosa de los medios audiovisuales. El 5 Abril dos presentadores de TV hicieron sus propios comentarios sobre una huelga de estaciones de servicio que se sumaban al conflicto de PDVSA: "¿Se acordó de llenar el tanque? Qué lástima, porque mañana no habrá una sola gota de gasolina en este país." Alentando a los automovilistas a correr a comprar gasolina, provocaron un caos innecesario, a pesar de que la huelga era solo parcial y las estaciones de servicio continuaron recibiendo suministros.

El 7 de Abril, Ortega y Carmona anunciaron una huelga general. El editor de El Nacional, Miguel Enrique Otero, se colocó hombro a hombro con ellos y habló en nombre de toda la prensa: "Nosotros estamos implicados en esta lucha en defensa del derecho a la información." Dos días después de que el BPV fuera visitado por el embajador de EEUU, Charles Shapiro, decidieron sumarse a la huelga. Desde aquel momento las televisoras privadas transmitieron en vivo desde la oficina principal de PDVSA en Chuao -el punto de reunión de los opositores.
(7) "Derrocar al Gobierno", El Universal, 20 Marzo 2002.

" A tomar las calles" llamaba El Nacional el 10 Abril (en un editorial anónimo). "Ni un paso atrás" respondió en un aviso Globovisión. Otra televisora anunciaba: "Venezolanos, a tomar las calles el Jueves 11 de Abril a las 10:00 AM. Traigan sus banderas. Por la libertad y la democracia. Venezuela no se rendirá. Nadie nos derrotará." La llamada a derrocar el Estado se volvía tan evidente que el gobierno aplicó el Artículo 192 de la Ley de Telecomunicaciones. Más de 30 veces -las estaciones de radio y televisión fueron llamadas a cadena - por espacios de 15 a 20 minutos para transmitir información oficial. Pero las televisoras dividieron la pantalla en dos y continuaron incitando a la rebelión.

El 11 de Abril civiles y militares en ruedas de prensa pedían la renuncia del presidente como siguiente paso. En RCTV, Ortega incitaba a la oposicion a marchar hacia Miraflores (el palacio presidencial). Sobre las 4pm, cuando la conspiración se hizo evidente, las autoridades dieron la orden de bloquear las frecuencias usadas por los canales privados. Globovisión, CMT y Televen salieron fuera del aire unos pocos momentos antes de retomar sus emisiones vía satélite o cable. Se transmitían imágenes editadas que mostraban a gente armada disparando a "la manifestación pacífica de la oposición". Como resultado los Círculos Bolivarianos, las organizaciones sociales de los partidarios de Chávez, eran acusados de provocar muertos y heridos (8).
(8) Vea Le Monde diplomatique, English edition, Mayo 2002, y las fotografías publicadas en nuestra website.

Los conspiradores, incluyendo a Carmona, se reunieron en las oficinas de Venevisión. Allí permanecieron hasta las 2:00 AM preparando "la próxima fase", junto con Rafael Poleo (propietario de El Nuevo País) y Gustavo Cisneros, una figura clave en el golpe. Cisneros, un multimillonario de origen Cubano y propietario de Venevisión, maneja un imperio de medios - la Organización Diego Cisneros tiene 70 empresas en 39 paises (9). Cisneros es un amigo de George Bush (padre): ellos juegan golf juntos y en 2001 el ex presidente de EEUU estuvo de vacaciones en una propiedad de Cisneros en Venezuela. Ambos son partidarios de la privatización de PDVSA (10). Otto Reich, el Secretario de Estado para Asuntos Interamericanos, admitió haber hablado con Cisneros esa noche (11).
(9) Incluyendo: Univisión (80% de cobertura en español en los EEUU), Canal 13, Chilevisión, DirectTV Latin America, Galavisión, Playboy TV Latin America, Playboy TV International, Uniseries, Vale TV, Vía Digital, AOL Latin America.
(10) Al primero le gustaría tener en sus manos una compañía norteamericana cercana a sus intereses y, el segundo tiene sus ojos puestos en Citgo, la subsidiaria Americana de PDVSA.
(11) Newsweek, Paris, 22 Abril 2002.

A las 4:00 AM del 12 de Abril, para evitar un derramamiento de sangre, Chávez permitió ser arrestado y llevado a la distante isla de La Orchila. Sin presentar ningún documento firmado por Chávez para confirmar la noticia, los medios proclamaron su "renuncia". El máximo jefe empresarial, Carmona, se autoproclamó presidente y disolvió todos los cuerpos democráticos y legítimamente constituidos. Venezolana de Televisión, el único medio de comunicación disponible del gobierno, fue forzado a salir del aire cuando Carmona tomaba el poder (12).
(12) Lo mismo ocurrió con Radio Nacional de Venezuela y la Agencia Oficial de Noticias Venpres.

Listo para el golpe

La prensa celebraba el golpe (sin censurar en ningún momento el uso de esta palabra) sin ocultar su entusiasmo. Y por buenas razones. En una entrevista al Almirante Carlos Molina Tamayo y a Víctor Manuel García, director del Instituto de Estadística Ceca, a las 6.45 AM, el presentador Napoleón Bravo confesaba que él había facilitado su propia casa para grabar un llamado a rebelión por parte del General González González. García describió su papel en el centro de operaciones de los militares disidentes en Fuerte Tiuna: "Nosotros teníamos pocas facilidades de comunicación, y tengo que agradecer a la prensa por su solidaridad y cooperación para mantener las comunicaciones con el mundo exterior y transmitir las instrucciones que el General González González me giraba."

"Un paso adelante" era el triunfante titular en El Universal. El Periodista Rafael Poleo, quien había tomado nota de la primera reunión de los líderes rebeldes, asumió responsabilidad (junto con otros) del documento que instalaba al nuevo gobierno. Durante la tarde el "Presidente" Carmona ofreció a la hija de Poleo, Patricia, la jefatura de la Oficina Central de Información. El decreto que establecía una dictadura fue firmado por los empresarios, la iglesia y representantes de una seudo "sociedad civil", y también por Miguel Ángel Martínez, en representación de los medios. Daniel Romero, quien había sido secretario privado del expresidente socialdemócrata Carlos Andrés Pérez, y empleado del grupo Cisneros, le dio lectura.

El deseo de venganza provocó la represión. El Ministro del Interior, Ramón Rodríguez Chacín, y el parlamentario, Tarek William Saab, fueron arrestados, insultados y maltratados por una muchedumbre. RCTV inició una cacería de hombres al publicar una lista de los individuos más buscados y difundió en vivo la violenta búsqueda, imitando la febril forma de EEUU de transmitir noticias.

Las imágenes en vivo en todos los canales de la rueda de prensa del Fiscal General Isaías Rodríguez fue súbitamente sacada del aire solo cinco minutos después de haberse iniciado, cuando él hablaba sobre los excesos del "gobierno provisional" y condenaba el "golpe".

El 13 de Abril los partidarios de Chávez se rebelaron, y oficiales leales a él retomaron el control. Pero la única forma en la que los Venezolanos pudieron obtener información fue a través de emisiones de CNN en Español disponibles solo por cable, o en los sitios de internet del diario El País de Madrid y la BBC de Londres que anunciaban la rebelión de la 42 División de Paracaidistas en Maracay. CNN expresaba con asombro que lo medios venezolanos no estaban informando nada al respecto. La libertad de expresión por la que habían clamado hasta entonces, fue reemplazada por el silencio. Las pantallas eran llenadas con películas de acción, programas de cocina, comiquitas y juegos de béisbol de las ligas mayores de EEUU, interrumpidos solo con la repetición del anuncio del General Lucas Rincón sobre la "renuncia" de Chávez.

Miles se conectaron a internet y se informaron mediante sus teléfonos celulares, ya que solo los medios alternativos fueron capaces de vencer el bloqueo de noticias. Los Periódicos, la televisión y las radios comunitarias se convirtieron en una fuente importante de comunicación e información. Ellos (con su falta de experiencia), fueron los primeros objetivos de la "transición democrática". Según Thierry Deronne, el presentador de Teletambores, Chávez nunca les pidió que transmitieran sus discursos. Pero los poderes antichavistas no vacilaron mucho, después de su golpe, para arrestar al personal de estos medios y apropiarse de sus equipos, asegurándose así de que la única forma en que la gente pudiera enterarse de lo que estaba sucediendo fuera a través de los medios manejados por la oposición. En Caracas, las instalaciones de Radio Perola, TV Caricuao, Radio Catia Libre y Catia TV fueron allanadas y su personal tratado con violencia y arrestado.

Al final de la tarde del 13 de Abril, muchedumbres se reunieron frente a RCTV (así como de Venevisión, Globovisión, Televen y CMT, y las oficinas de los diarios El Universal y El Nacional), lanzando piedras y demandando a los periodistas transmitir un mensaje llamando a que "su" presidente fuera restablecido en su cargo. Esto fue un ataque intolerable para la prensa; aterrados reporteros difundieron al aire llamadas de auxilio -olvidando convenientemente que se suponía que ellos eran el lado rebelde. "Nosotros también somos parte del pueblo; nosotros también somos venezolanos y estamos haciendo nuestro trabajo. No es posible que los seguidores del Teniente Coronel Hugo Chávez [no mencionaban que él era el jefe de estado] nos consideren sus enemigos."

Transcurrieron 20 horas antes de que el canal del Estado Venezolana de Televisión regresara al aire con la ayuda de militantes, medios comunitarios y los soldados de la Guardia Presidencial. El silencio fue roto y los venezolanos pudieron conocer que la situación estaba cambiando. Excepto por Últimas Noticias, ningún periódico fue publicado al día siguiente para anunciar el retorno del presidente. Los canales de televisión privada no transmitieron ningún boletín. Globovisión solo retransmitió la información que habido sido difundida por las agencias internacionales (13).

(13) Algunos periodistas se resignaron con disgusto, como Andrés Izarra, de RCTV donde la gerencia impuso la prohibición de transmitir cualquier reportaje a favor de Chávez.

Aunque el restablecimiento de la normalidad democrática no trajo como resultado una represión contra los medios, estos continúan jugando el papel de víctimas. Dando prioridad a los "héroes del golpe", hablando de un "vacío de poder" y llamando a la renuncia de Chávez - calificándolo como un "asesino".

Abiertamente llamados los "medios del odio", claman por ser los "medios del golpe".