Venezuela: Los cinco (5) gobiernos anteriores al de Chávez

Top-Secret

PRESIDENCIA DE CARLOS ANDRÉS PÉREZ
(1974-1979) 1er periodo

Democracia con energía fue el lema que llevó al triunfó al hombre que camina Sr. Carlos Andrés Pérez (AD). Pérez gobernó para el período 1974-1979. Toma posesión de su nuevo cargo el 12 de marzo de 1974.

Su consigna fue administrar la riqueza con criterio de escasez Su partido tenía mayoría en el Congreso y el aumento de los precios fijados por la OPEP ponía a disposición del Estado los recursos enormes.

Recibió y gobernó en la Venezuela Saudita, los altos ingresos petroleros fueron característicos durante esos años, fue la época de las vacas gordas;. Los precios del petróleo se dispararon a causa de la crisis en el Medio Oriente (1973) y Venezuela vio multiplicado el aumento de ingresos por este producto.

Para canalizar los ingresos adicionales y tomar medidas urgentes, CAP pidió al Congreso, y le fueron otorgados, poderes extraordinarios en materia económica. Esto le permitió la creación del Fondo de Inversiones de Venezuela (FIV).

En su administración hubo un enorme crecimiento de los gastos del gobierno, muy superior a lo que la economía podía asimilar. Aumentaron considerablemente las importaciones y nuestra dependencia del exterior para lograr el abastecimiento interno, y aumentó también el nivel general de precios, la inflación llego a un 68%.

Los niveles de gasto público superaron con creces a los ingresos del Estado, su promesa en la toma de posesión de que administraría la riqueza con criterios de escasez se comenzó a desmoronar. La deuda nacional interna y externa paso de 8.434 millones de bolívares en 1973 a más de 100.000 millones de bolívares al final del quinquenio.

Ahora bien, la euforia petrolera no ocultó la realidad, suscitando voces de preocupación ya antes de concluir el quinquenio, de una gestión desordenada, poco atinada e incluso frívola de la riada de millones de dólares que afluía a las arcas del Estado. El voluntarismo y la audacia desarrollista de Pérez se enfangaron en la burocracia, en la pobreza de los recursos humanos y en la corrupción, que medró con voracidad. En el sector no estatal, las inversiones tuvieron un carácter especulativo, en negocios inmobiliarios y financieros, y el propio presidente, entregado al populismo, fomentó las subvenciones y las prebendas y lanzó un faraónico programa de obras públicas cuya utilidad real fue más que objetable.

El programa de inversiones del Gobierno se fundó en la expectativa de que el mercado del petróleo iba a proseguir la dinámica de encarecimiento en todo el quinquenio, pero en 1977 y 1978 los precios se mantuvieron congelados. Para no recortar el gasto presupuestado, Pérez recurrió a los créditos de la banca privada internacional, cargándose de deudas y agravando el déficit de la balanza de pagos, cuando a priori la excepcional recaudación fiscal estaba generando suficientes recursos propios como para no recurrir aquella vía.

Ello tampoco fue óbice para que el mandatario, concediera a su vez, a través del Fondo de Inversiones de Venezuela (FIV), créditos y ayudas a países vecinos del Caribe, Centroamérica y el área andina, con lo que la nación adquirió tanto la condición de deudora como la de fiadora. Para hacerse una idea del volumen de estos estipendios, sírvase apuntar que la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos concluyó que, en términos absolutos, la primera administración de Pérez gastó más dinero en cinco años que todos los gobiernos desde la independencia sumados.

El país con una de las gasolinas más baratas del mundo tenía paralizado de hecho el agro, viéndose obligado a importar el 80% de los alimentos que consumía a precios subsidiados. Fueron años de fuerte crecimiento de la economía, de la renta per cápita y del coste de la vida, pero las bases de todo este progreso y bienestar eran engañosas. Las funestas consecuencias de la política dilapidadora de quien había prometido; administrar la abundancia con una mentalidad de escasez; se iban a apreciar mejor a largo plazo, aunque en 1979 ya quedaba claro que el viejo enunciado de; sembrar el petróleo; estaba teniendo una ejecución cuanto menos dudosa.

PRESIDENCIA DE LUIS HERRERA CAMPINS
(1979 -1984)

Luis Herrera Campins, representante del Partido Socialcristiano COPEI, resultó electo como Presidente de la República para el periodo 1979-1984. Su gobierno estuvo marcado por una crisis económica larga y profunda. Su frase fue "recibía un país hipotecado". De alguna manera éste es el primer anuncio sobre el problema de la deuda externa y sus alarmantes signos. Su programa de gobierno se basó en la concepción de un Estado promotor que buscaba estimular a la pequeña empresa, evitando el estatismo; una política que deseaba apuntar hacia la liberación de la economía y disminución del gasto público. Esas metas no fueron logradas.

A principios de 1983 se produjo el llamado "viernes negro". El Gobierno tomó una serie de medidas, entre ellas, la restricción a la salida de divisas y la devaluación de la moneda. Esa devaluación lleva a la quiebra a centenares de pequeñas y medianas empresas y por consiguiente sube el número de desempleados.

El viernes 18 de febrero de 1983, se instituyó un control de cambio diferencial, es decir que a partir de ese momento se dejaron de vender los dólares libremente a 4,30 bolívares por dólar, y se vendían a dos precios. Uno más bajo para ciertos productos y servicios prioritarios y otro más alto, para todo el resto.

La institución encargada de administrar este cambio dual fue RECADI, esta institución lleva hoy la marca de la corrupción, muchas personas y empresas con declaraciones falsas e importaciones ficticias, conseguían dólares baratos y los vendían más caro.

En diciembre de 1979, el debate iniciado tras el triunfo de COPEI sobre corrupción administrativa en el período presidencial de Pérez. Se desata la polémica por el barco Sierra Nevada que, en mayo de 1980, con una votación final en el Congreso, adjudica responsabilidad política al ex presidente Pérez.

PRESIDENCIA DE JAIME LUSINCHI
(1984-1989)

El 4 de Diciembre de 1983 se realizaron los comicios que darían como vencedor al Dr. Jaime Lusinchi, candidato postulado por el partido Acción Democrática (AD), Triunfó con 3.775.341 votos. Su principal contrincante, el candidato del partido social cristiano COPEI, el Dr. Rafael Caldera, obtuvo un segundo lugar con una diferencia de casi un millón y medio de sufragios (1.478.010 menos) y de igual forma el electorado favoreció al partido AD al concederle la mayoría de diputados y senadores representantes en el Congreso Nacional.

El día de la toma de posesión, Jaime Lusinchi anuncia su intención de cumplir con la promesa electoral de ser el presidente que siempre habla con la verdad y de ejercer una política de austeridad. Para ello implementaría una política de reordenación del sistema financiero, reducción del gasto publico, eliminación del déficit fiscal y estabilización del mercado de cambios. Al referirse a la deuda externa Lusinchi afirmó que "Venezuela pagará todo lo que debe, hasta el ultimo centavo".

El panorama no era para nada alentador, hace apenas un año que la moneda había sido devaluada. Hereda Lusinchi una grave situación económica con una deuda externa que, luego de meses de análisis y gracias a la gestión de los bancos internacionales acreedores de la deuda Venezolana, se pudo cuantificar en mas de 30 mil millones de dólares.

Lusinchi debe gobernar en tiempos difíciles Los signos monetarios, fiscales y económicos eran negativos y existían contradicciones radicales entre las autoridades fiscales sobre los métodos para resolver la crisis, lo que producía incertidumbre. Las fallas en los servicios públicos y la corrupción administrativa hecha pública contribuían a obscurecer mas el panorama. A todo esto se le agregaba el problema de la deuda interna y externa

En junio de 1984 el congreso nacional aprueba la llamada ley habilitante, la cual faculta al presidente a tomar las medidas que considere necesarias para sortear la crisis.

El 24 de febrero, el presidente Lusinchi precisa su política económica. En materia monetaria varía el esquema impuesto por el gobierno precedente. Se establecen cuatro tipos diferenciales de cambio: a) el de Bs. 4,30 por US$ (fijado por la administración de Herrera Campins) se prorroga hasta diciembre de 1985, otorgado para el pago de cuotas de capital de las deudas externas, para los estudiantes en el exterior y para medicinas y alimentos especificados en resolución del Ministerio de Hacienda; b) el de Bs. 6 por US$ para la venta de divisas de los sectores petrolero y del hierro; c) el de 7,50 para las transacciones comerciales y financieras, privadas o públicas; y d) el dólar fluctuante, cuyo tipo de cambio será fijado por el libre juego de la oferta y la demanda. Anuncia una drástica baja de las tasas de interés; fija una política laboral compensatoria del bajo nivel de vida.

Durante el período presidencial la imagen moral del presidente estuvo particularmente empañada por la relación extramarital del presidente con la Colombiana Blanca Ibañez que a la vez ejercía como su secretaria privada, destacando el afán protagónico de la señora Ibañez quien obtuvo a lo largo del periodo una creciente injerencia en la acción de gobierno, llegando a ser catalogada como "la mujer con más poder político en el siglo XX venezolano".

Otro hecho relevante lo constituye el que en varias oportunidades se elevaron quejas a la Sociedad Interamericana de Prensa y los periodistas hicieron marchas de protesta, ya que a lo largo del período presidencial resulto muy difícil para los medios impresos, mantener una posición independiente del gobierno o criticarlo modestamente, pues éste era muy "sensible". Manejaba según sus conveniencias, entre otros recursos, las cuotas de dólares preferenciales a Bs. 7,50 para la compra de papel importado, necesario para la supervivencia de los impresos. Las columnas de periodistas de oposición como Jose Vicente Rangel o Alfredo Tarre Murzi (Sanin) dejaron de salir "provisionalmente" en los diarios.

La combinación de la represión, junto con una eficaz política de propaganda de gobierno dirigida desde la Oficina Central de Información, impidió que la mayor parte de las irregularidades administrativas y los abusos de poder salieran a la luz pública. Sería sólo posteriormente, al iniciarse el gobierno de Carlos Andrés Pérez, cuando se reveló lo que puede calificarse como el peor hecho de corrupción hasta ese momento: el escándalo del trafico de influencias en el otorgamiento de dólares preferenciales a través del Régimen de Cambios Diferenciales (RECADI), lo que no había trascendido más allá de los rumores durante el quinquenio, comenzó a investigarse más libremente una vez que Lusinchi dejó la presidencia. En marzo de 1989 el diario El Nacional publicó una serie titulada la "Agenda Secreta de RECADI", donde daba los pormenores de los resultados en las investigaciones de las autoridades en el caso.

Ya a mediados de 1989, se denuncio la malversación de fondos de la partida secreta del Ministerio de Relaciones Interiores por parte del ex presidente Lusinchi y su ministro José Ángel Ciliberto, para la compra de un conjunto de jeeps que, lejos de destinarse a actividades vinculadas con la seguridad del Estado, sirvieron primero para la campaña interna en AD del precandidato Octavio Lepage, para luego ser utilizados en la campaña electoral de 1988 y quedando posteriormente en manos de algunos militares y allegados al partido Acción Democrática (AD). Esta denuncia desemboca en agosto de 1993, en la decisión de la Corte Suprema de Justicia de encontrar méritos para enjuiciar al ex presidente y la aprobación del Congreso del levantamiento de su inmunidad parlamentaria.

Lusinchi, suspendió el pago de la deuda externa, pasándole a su sucesor el problema, como en un momento, también le fue pasado a él por el gobierno de Herrera Campins.

La situación social permanece igual a la de periodos anteriores pero la crisis económica se avecina.

Su partido Acción Democrática logra de nuevo triunfar en las elecciones con la candidatura de Carlos Andrés Pérez, para conducir otra vez los destinos de Venezuela.

PRESIDENCIA DE CARLOS ANDRÉS PÉREZ
(1989-1993) 2do periodo

A pesar de haber sido acusado de corrupción en su primer gobierno, lo cual se tradujo en el sonado caso del "Sierra Nevada", un buque frigorífico comprado durante su gobierno, el ex-presidente se lanzó a la campaña política, con gran éxito, ya que logró el 52,9% de los votos, vs. un 40% del candidato Eduardo Fernández de COPEI. (Nótese el alto nivel de polarización, en donde dos candidatos obtienen más del 93% de los votos).

A los pocos días de haber asumido el poder, ante la crítica situación macro-económica del país, el presidente Pérez anunció una serie de fuertes medidas, lo que se denominó como "El Paquete [de medidas económicas]". Entre las medidas estaban la eliminación del régimen de cambios diferenciales, la eliminación de restricciones para las tasas de interés, la eliminación de subsidios y de controles de precio, así como el incremento de los precios de la gasolina.

A los pocos días, el 27 y 28 de febrero, se produjo algo que no se había visto en Venezuela por muchos años: un estallido social de gran envergadura, en el cual hubo disturbios y saqueos por parte de turbas que iban destruyendo todo lo que conseguían, tanto en Caracas como en las áreas vecinas de Guarenas, Guatire, La Guaira, Catia La Mar y en los valles del Tuy. El gobierno tuvo que reprimir los disturbios con el ejército en la calle y suspendiendo las garantías constitucionales, dejando un saldo de numerosos muertos. Es lo que se conoce como el "Caracazo".

Los problemas no terminaron ahí. Unos años después, en 1992 se produjeron dos intentos de golpe de estado. El 4 de febrero, un grupo de oficiales, intentó tomar el poder. Francisco Arias Cárdenas, logró el control total en el estado Zulia, apresando al gobernador del estado, Oswaldo Álvarez Paz. Otro de los militares, Hugo Chávez Frías, encargado de tomar la capital fue apresado, y ante las cámaras de televisión del país, asumiendo con mucha valentía la responsabilidad por lo ocurrido, declaró que "por ahora", debían parar en su intento de cambiar el rumbo del país.

Unos meses más tarde, el 27 y 28 de noviembre, se produjo un nuevo intento golpista, cuando otros oficiales, Gruber Odreman y Visconti también fracasaron, teniendo que huir hacia el Perú.

En el año 93 la presión política contra el gobierno siguió aumentando y Carlos Andrés Pérez fue progresivamente perdiendo el apoyo de su mismo partido, lo cual condujo a que en el segundo trimestre del año en curso, se le siguiera un juicio en contra por mal uso de la partida secreta, lo cual condujo a su destitución, unos meses antes que terminara su mandato presidencial. El historiador Ramón J. Velásquez fue nombrado presidente interino, hasta tanto se eligiera el próximo presidente.

PRESIDENCIA DEL DR. RAFAEL CALDERA
(1993 - 1998) 2do Periodo

El bipartidismo AD-COPEI tocó su fin en 1993. Tras el fracaso rotundo del Pacto de punto fijo y los gobiernos de AD y COPEI, se alza con el triunfo el Dr. Rafael Caldera, el partido que lo apoyó fue más una maquinaria electoral que un partido político definido. Convergencia, mejor conocido como "El Chiripero" (Conjunto de partidos pequeños como Convergencia, Movimiento al Socialismo-MAS, Movimiento Electoral del Pueblo-MEP, Partido Comunista de Venezuela- PCV, Grupo de los Notables, etc.)

Con este triunfo Caldera recoge los frutos de su discurso del 4 de febrero de 1992, fecha de una intentona golpista en contra del segundo gobierno de Carlos Andrés Pérez. La frase de Caldera "a un pueblo no se le puede pedir sacrificios mientras pasa hambre" marcó su ingreso en Miraflores, su segundo gobierno.

La principal promesa de Caldera fue que nunca acudiría al Fondo Monetario Internacional (FMI). Su promesa no fue cumplida y el gobierno atravesó por una de las mayores crisis, en todos los órdenes, se deterioraron todos los servicios públicos, se rebajó considerablemente el nivel de vida de la población, se generalizó un estado de inseguridad de las personas y los hogares, se desintegraron los órganos de la comunidad hasta un límite próximo a la anarquía, se generó una creciente insatisfacción contra el propio sistema democrático.

En 1996 anunció el programa llamado Agenda Venezuela que prometía restablecer el equilibrio macroeconómico y apalear la inflación. Este programa previó el incremento de los impuestos, suspensión de los controles de cambio, liberación de las tasas de interés y disciplina en el gasto público, entre otros aspectos.

La economía estuvo marcada por la política monetaria, se adoptó la paridad cambiaria, una tasa de cambio controlada y otra flotante, llamada bonos Brady, con devaluaciones crecientes. El 15 de abril de 1996, el presidente Rafael Caldera anunció la ejecución de un programa de ajuste y se decreta la liberación del régimen cambiario, de este modo será el mercado el que establezca el valor de la divisa extranjera.

En su gobierno, en el año 1994 se desata una fuerte crisis financiera. Se inicia con la intervención del Banco Latino, continuó con el derrumbe e intervención de una decena de instituciones bancarias y culminó con la fuga de capital por concepto de auxilios financieros otorgados por el Estado a la banca, miles de ahorristas afectados y un grave desequilibrio en la economía de Venezuela. La confianza y credibilidad de venezolanos y extranjeros en las instituciones bancarias fue afectada gravemente.

En vista del descalabro económico se nombra una comisión tripartita, conformada supuestamente por el sector empresarial, laboral y Gobierno, esta comisión se encargará de velar (y que) por los derechos y deberes del trabajador tras la revisión profunda de la Ley Orgánica del Trabajo.

Se inicia un proceso de apertura petrolera que muchos catalogaron como el preludio a la privatización del sector.

Al poco tiempo de subir al gobierno, Caldera otorgó la libertad a los líderes de la rebelión militar de 1992. Hugo Chávez, Gruber Odreman y Arias Cárdenas fueron sobreseídos y salen en libertad conformando el partido político Movimiento Quinta República (MVR), comandado por Hugo Chávez. Chávez se convertiría en el próximo Presidente de la República.

Economía