Los Amos del Valle - Venezuela 1802 y Venezuela 2002

José Vicente Scorza

Escribo por necesidad y no para atizar ánimos adversos y enriquecer la sociopatía del odio. Mi objetivo va por otro camino y responde a otros intereses.

La República Bolivariana de Venezuela, como también la primera República de 1811, aparecen integradas por dos naciones contrastadas. Una de ellas, minoritaria, dueña de las riquezas del país, heredera y poseedora de todo el poder económico, militar y judicial. La otra, mayoritaria, excluida, relegada de la satisfacción de las necesidades de alimentación, vivienda, salud, educación y la justicia; marginada de las conquistas sociales del trabajo seguro, de las horas de trabajo, del derecho a la jubilación.

¿Fue o es así? Veamos como era la sociedad de la Venezuela de hace justamente dos siglos. Un contemporáneo y notable trujillano, investigador social, el Dr. Arturo Cardoso, nacido en Betijoque, nos describe prolijamente en su segundo volumen del Proceso Histórico de Venezuela, publicado en 1986, entre las páginas 31 y 45 (son catorce, no son muchas), la conformación de nuestra sociedad colonial para 1800. El estamento más alto que se identificaba con la Corona Española y con las Cortes, estaba integrado por los españoles blancos puros, catalanes o vascos, dedicados al comercio, a la iglesia, a la universidad, a la nobleza. Tuvimos tres Marqueses y tres Condes. Por debajo de ellos, sus hijos los segundones, la oligarquía, criollos o mantuanos, dueños de grandes haciendas, de las propiedades agropecuarias; empleados de las rentas, de aduanas, de los tribunales. Había también blancos de orilla, comerciantes minoristas, artesanos, médicos. Son los Amos del Valle, descritos en 1979 por el psiquiatra Francisco Herrera Luque. Son veinte los amos del valle, los mantuanos, Palacios y Blanco, Bolívar, Herrera, Tovar, Madriz, Ribas, Salías, Ustáriz...

Los demás eran pardos, indios o esclavos africanos mezclados con sus amos en las noches de hacienda. Estos no podían portar armas, ni dedicarse al comercio, se les prohibía el uso de vestidos de seda y de reclinatorios en las iglesias; ni siquiera se les permitía el uso del Don. Su actividad era el trabajo en las minas y en las plantaciones; mientras más negros fueran, más bajos y más viles se les consideraba.

Federico Brito Figueroa, fallecido unos seis años atrás, otro brillante historiador marxista nos informa que los blancos peninsulares, amos, funcionarios y comerciantes, eran unos 12000 e integraban, para 1800, el 1% de la población. Eran dueños de todo. Los Amos del Valle. Al lado de ellos y con ellos, los criollos, dueños de haciendas, constituían la oligarquía territorial e integraban el 19%.

Los blancos de orilla, mestizos y mulatos, zambos y negros libres, esto es, pequeños comerciantes, artesanos y jornaleros, unos 400.000, integraban el 49% de la población. Finalmente, los indios y esclavos, atados directamente a la tierra, unos 270.000, constituían el 30%.

Esto no lo inventó la calenturienta cabeza de Federico Brito; lo estimó - porque esa era su misión en nuestro país - el científico Alexander Von Humboldt en 1802. Ese y otros científicos europeos que nos "visitaron" vinieron a calcular nuestras riquezas humanas y naturales. El buque Beagle, donde el científico Darwin viajó por las Costas de Sur América, tuvo como misión principal - después de Humboldt - estudiar nuestros puertos y estimar sus profundidades para precisar el calado de los barcos que vendrían a este continente.

Esto fue en el siglo dieciocho, cuando una rebelión de 40.000 esclavos, en 1749, desde el Este de Caracas, Chacao, Petare y Barlovento, amenazó aCaracas para pedir su libertad. Los cabecillas fueron ejecutados. En 1795, la población esclava de más de tres mil negros de Coro, se sublevó y fue aplastada sanguinariamente.

Al matrimonio de pardos con blancos no se les permitió incorporarse a las milicias, se les opuso la oligarquía porque esas reivindicaciones golpeaban los privilegios de la "nobleza criolla".

Para entonces había ocurrido también "la conspiración" de Don Pedro Gual y de Don José María España, que consagraba entre sus reivindicaciones, la igualdad entre los venezolanos y prometía la abolición de la esclavitud. La vida de ambos concluyó en dos patíbulos, uno envenenado en Trinidad y el otro ahorcado y despedazado, justo, donde hoy está la estatua ecuestre de Bolívar en el centro de Caracas.

Veamos ahora como está integrada nuestra sociedad venezolana en el siglo XXI. Nos lo informa otro muy distinguido trujillano, investigador social, el Dr. Hernán Méndez Castellano, nacido donde hoy está la Farmacia Mirabel. El Dr. Méndez, desde su cátedra en la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Central, inicia su estudio sobre las desigualdades sociales en el país con un Proyecto Piloto de Investigación que incluyó casi cuatro mil familias del estado Carabobo; esto fue en 1978. El proyecto ha sido aplicado en toda Venezuela, con interés especial en el estado Trujillo.

En la sociedad venezolana, distingue el Dr. Méndez dos estratos sociales extremos. El Estrato I que tiene el más alto nivel de calidad de vida en la sociedad venezolana, o es dueña de la mayoría de la riqueza nacional, estando agrupada en 45.000 familias que representan el 1, 06% de toda la población. En el otro extremo, el Estrato V con casi dos millones de familias, comprende, nueve millones de personas en pobreza crítica, extremadamente pobres, que necesitan la ayuda del Estado, y que no poseen educación, ni vivienda, con carencias alimentarias en las madres y en los niños que producen daños cerebrales y mentales permanentes. Este Estrato V constituye el 42% de la población nacional.

Entre ambos estratos, están los II, III y IV que incluyen a profesionales y técnicos, comerciantes importadores y mayoristas que, en su conjunto forman la clase media. No tienen muchas cosas, pero para ellos son valiosas; pocos hijos pero bien educados, una vivienda pequeña bien hecha y una mesa bien puesta. Esa clase media desconfía de la del Estrato I porque la explota, y le teme a la del Estrato V porque ve en ella violencia, asaltos y robos.

La clase media tiene tres niveles que equivalen a los Estratos II, III y IV del Dr. Méndez. La clase media alta o Estrato II del Dr. Méndez comprende al 6% de la población, son gerentes, ganan más de 5 millones de bolívares por mes y viven en urbanizaciones auto-vigiladas. Es la clase media, como decía Aquiles Nazoa, que se medio compromete cuando medio le conviene; es la que cura enfermos en clínicas de lujo, construye edificios, es terrateniente, propietarios de los medios de comunicación, organiza fábricas, escribe literatura.

La clase del Estrato III con más de dos millones de venezolanos, constituye en 11% de la población. Está integrada por los altos empleados públicos, cobra quinces y últimos, lee y escribe a veces. Construye los edificios de los del estrato anterior y vende lo que ellos importan. Se mira en las telenovelas y aspira ser como la gente del Estrato II a la cual imita.

Y llegamos al Estrato IV, al 40% de los venezolanos, nueve millones de personas; obreros y trabajadores, no tienen propiedades y venden su capacidad de trabajo. Es el estrato que se empobrece cada vez más. Sus mujeres son más emprendedoras que los hombres. Aspira tener su casita y un vehículo. Quiere que sus hijos sean doctores aunque estén condenados al desempleo.

En realidad, los criterios del Dr. Méndez, para establecer estos estratos son más precisos. La mujer del Estrato IV apenas sabe leer; dos o tres de sus hijos duermen en un mismo cuarto y posee uno o dos baños para toda la familia. Viven en casas contiguas, sin jardines intermedios.

Si aceptamos estas caracterizaciones en los estratos sociales, podríamos comparar nuestra sociedad del año 2002 con la de 1802. Hagamos un cuadro comparativo:

ESTRATOS SOCIALES VENEZOLANOS:

Para el año 1802 Para el año 2002

Estrato I

* Españoles peninsulares, nobles, Amos del Valle. Eran unos 12.000. Dueños de todo. Constituyen el 1,4% de la población. Dependían de la Corona Española, del Rey.

* Son los dueños del 80% de la riqueza nacional, 45.000 familias y representan al 1,06% de la población.

Estrato II y III

* Criollos dueños de haciendas. Oligarcas. Integraban un quinto de la nación y junto con los blancos de orilla y canarios, pardos, mestizos y mulatos, minoristas, pequeños propietarios o artesanos, integraron el 49% de la población.

* Clase media alta. Doscientos cincuenta mil familias. Personas "bien educadas" y junto con los del Estrato III, o clase media, empleados y comerciantes, constituyen un quinto de la población: 20%

Estrato IV

* La casta de los indios, residentes en pueblos de indios, jornaleros, servidores de los blancos, tributarios, integraban el 18% de la población para 1802.

* Son la gente que vive en condiciones de pobreza relativa, el 40% de la población; son profesionales o técnicos, subempleados o desempleados, obligados a la atención social del estado. Nueve millones.

Estrato V

* Esclavos africanos o casta de los negros. Sin derechos, jurídicamente no eran personas. A partir de 1789 se les concedieron beneficios sociales como asistencia médica, gastos de entierro y no más de 25 azotes como castigo. Constituyeron 12% de la población.

* Estrato de pobreza crítica o de extrema pobreza; constituye en nuestro país el 42%. Son diez millones de habitantes. Medio millón de niños desamparados.

* Para el año 1802, Venezuela era un país exportador de cacao, algodón, panelas, añil, sal, cueros de ganado y plumas de garzas. El 60% de su población estaba dedicada a la producción de bienes agropecuarios. La dependencia económica y cultural era de España. El contrabando era una industria importante.

* Para el año 2002 seguimos siendo un país monoexportador de un recurso natural no renovable, apenas producimos un 30% de los bienes que consumimos, otro 30% es de total importación. Hay un 30% que nadie consume porque carece de trabajo o de recursos para adquirirlo. Somos dependientes de Fondo Monetario Internacional. Importamos bienes con valor de dieciséis mil millones de dólares, la mitad de ellos de Estados Unidos y Europa. El desbalance entre lo que importamos y exportamos es de cinco mil millones de bolívares... Más de la mitad de nuestra población está impedida de participar en la actividad productiva...

Si lográramos sustituir algunas importaciones, tal vez paradójicamente nos acercaríamos al modelo y las relaciones económicas de la Venezuela de 1802, cuando más del 50% de la población participaba en la producción aunque toda la riqueza de entonces, como ahora, estaba en el 1% de la población, en los Amos del Valle.