Gente que enseña a soñar

Ramón Shamkov

TalCual
Jueves 10 de Julio de 2003

La asociación civil Liderazgo y Visión, que dirige Gerver Torres, propone un plan más allá de la controversia política.

En un pequeño salón de clases en el séptimo piso del edificio Cedice, Roberto Casanova, director académico de la asociación civil Liderazgo y Visión, asegura que no hay nada más urgente en el corto plazo en Venezuela que tener una visión a largo plazo. No es sólo un juego de palabras, porque según él, “buena parte de la incertidumbre, del conflicto, de la desesperanza que estamos viviendo hoy está ligada a la pérdida de una visión de futuro que tuvimos durante muchos años, y sencillamente se nos desdibujó”.

La asociación civil Liderazgo y Visión nació en 1995 como una organización dirigida a la formación de líderes en distintos sectores de la sociedad.

Pero cinco años después los organizadores desarrollaron un proyecto aún mayor que, como dice Casanova, “contribuye a dibujar una imagen futura del país deseable, que sea compartida por la mayor cantidad de personas, y que sea fuente de esperanza; que finalmente podamos realinearnos como sociedad alrededor de una visión de futuro”. Ese proyecto se llama “Un Sueño para Venezuela”.

Desde hace 3 años “Un Sueño para Venezuela” viene formando a individuos de cualquier edad y estrato social en los valores de ciudadanía; y fundamentalmente en la búsqueda de una visión común con respecto a cómo deben comportarse las personas, las instituciones y las organizaciones en la sociedad democrática venezolana.

En este momento, probablemente, un autobús amarillo, adornado con las imágenes que identifican a Un Sueño para Venezuela, recorre, en una de sus dos giras mensuales, las calles de algún lugar del país. Es como una escuela ambulante, donde las personas reciben cursos de ciudadana y se impregnan de las ideas de futuro. Luego del paso del autobús, quedan los multiplicadores (personas conocedoras del plan) que se encargarán de continuar el trabajo de manera autónoma en cada una de las regiones.Además existe un libro explicativo – Un Sueño para Venezuela, de Gerver Torres–, se dictan charlas y talleres a grupos interesados, y se presenta una obra de teatro para incluir a los más jóvenes en la visión de su futuro. La organización, que se mantiene fundamentalmente por donaciones del sector privado nacional, y a través del cobro a empresas por las charlas y talleres, cuenta con un equipo de 14 personas, en su mayoría profesionales, y las palabras de Casanova indican que así va a continuar: “La intención nuestra no es crecer, no es convertirnos en una gran organización que tienda a burocratizarse”.

“Un Sueño para Venezuela” no toma bandos en la coyuntura política que vive Venezuela hoy. El director académico informa que se han acercado a simpatizantes de ambos sectores, y han descubierto algo quizás sorprendente en medio del desastre: como sociedad, compartimos unos valores, una visión de país, que Casanova vislumbra como el primer paso para salir de la crisis.