Instalación de la Reunión de Alto Nivel sobre la Pobreza, Equidad e Inclusión Social de la OEA

Varios

Cadena Nacional
Alocución del ciudadano Presidente de la República Bolivariana Hugo Chávez Frías, con motivo del Acto de instalación de la Reunión de Alto Nivel sobre la Pobreza, Equidad e Inclusión Social de la OEA
Caracas, 8 de octubre de 2003

Protocolo: Acto de instalación de la Reunión de Alto Nivel sobre Pobreza, Equidad e Inclusión Social de la Organización de Estados Americanos. Esta reunión que se realiza en la ciudad de Porlamar, Estado Nueva Esparta, tiene por finalidad buscar estrategias, garantizar la promoción y observancia de los derechos económicos, sociales y culturales para promover la equidad, la inclusión social y superar la pobreza. Himno Nacional de la República Bolivariana de Venezuela, interpretado por los Niños Cantores de Juangriego, bajo la dirección de Lucién Sanabria.

A continuación palabras del ciudadano embajador Jorge Valero, representante permanente de la República Bolivariana de Venezuela ante la Organización de Estados Americanos y presidente de la Comisión Ejecutiva Permanente del Consejo Interamericano para el Desarrollo Integral.

Jorge Valero: Distinguido Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Hugo Chávez Frías; distinguido secretario general de la OEA, doctor César Gaviria; distinguido presidente del Consejo Permanente, embajador Rodezno, y representante permanente de Honduras en la OEA; distinguido presidente del Banco Interamericano de Desarrollo, doctor Enrique Iglesias; distinguido ministro de Salud y Desarrollo Social de Venezuela, distinguido ministro de Desarrollo Social de Chile, distinguido doctor Shiman, de la Agencia Interamericana de Cooperación; representantes del Banco Mundial, de la Cepal y del SELA; distinguidos ministros, distinguidos representantes permanentes y alternos, invitados especiales:

Se congregan en Venezuela delegaciones al más alto nivel provenientes de los 34 países del hemisferio. Para llegar a la reunión de Margarita, la OEA ha transitado un camino que vale la pena contar de manera breve. Los cancilleres reunidos en su Asamblea General de Barbados y posteriormente en la Asamblea General de Chile, Santiago, aprobaron por unanimidad una histórica resolución porque está destinada a reactivar la agenda social hemisférica; los cancilleres también aprobaron convocar esta reunión de alto nivel sobre pobreza, equidad e inclusión social. La OEA está recuperando la agenda social y le está confiriendo a ella la significación y relevancia que debe tener.

Contamos con un Consejo Permanente que se ocupa fundamentalmente de los temas políticos y contamos con un Consejo Interamericano de Desarrollo Integral que se ocupa de los temas de cooperación para el desarrollo. La resolución a la cual he hecho referencia convoca a ambos consejos para que de manera concertada levanten la agenda social hemisférica, y es por primera vez en la historia de la OEA que se define como tema central la lucha contra la pobreza. Y no es que en otras ocasiones el tema de la pobreza no haya aparecido en el marco de reuniones hemisféricas, incluso de cumbres de jefes de Estado, pero lo que ocurre es que ahora el tema de la pobreza y la lucha contra ella constituye el centro de reflexión y del análisis.

Distinguidos representantes de los 34 países del hemisferio, la democracia atraviesa momentos singulares, desarrollos democráticos que implican el establecimientos de formas de gobierno que han superado estructuras históricamente incompatibles con los intereses de nuestras naciones. Tenemos una democracia, sin embargo, con profundas limitaciones, se habla del déficit de la democracia, y ese déficit es principalmente su contenido social, no se trata de destruir la democracia de lo que se trata es de ensanchar sus fronteras y de incorporar la dimensión humanística que debe tener, porque democracia sin justicia es una democracia insuficiente, porque democracia sin justicia constituyen las dos principales condiciones para que haya un proyecto de naturaleza humanística en las Américas. Es por esto que la Reunión sobre Pobreza, Equidad e Inclusión Social se abocará en los próximos días a definir las estrategias desde la OEA, en este sentido estoy seguro que la reunión que convoca tan altas autoridades del hemisferio constituirá un valor histórico importante en el camino por construir sociedades más justas, equitativas e igualitarias. Se trata, entonces, de ensanchar las fronteras de la democracia y de la libertad y les aseguro, y con esto concluyo mis palabras, que en Venezuela lo estamos logrando, en Venezuela estamos construyendo un proyecto político de naturaleza humanística cuyas bases fundamentales están condensadas en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela aprobada por primera en la historia en referéndum popular.

Invito a ustedes con sentido de concertación a que recuperemos la agenda social, a que retomemos la lucha contra la pobreza y el Programa Interamericano de Lucha contra la Pobreza, así como el establecimiento de la Comisión Interamericana de Desarrollo Social. Invito a ustedes a que reflexionemos sobre la posibilidad de un instrumento jurídico que dé cuerpo y sustancia a la democracia en el ámbito de la economía, de la sociedad y de la cultura. Seguro estoy que ustedes en representación de sus países sabrán cumplir con la responsabilidad histórica que tenemos frente a nosotros, se trata, en síntesis, de asumir un proyecto de justicia de carácter continental. En mi condición de presidente del Consejo Interamericano para el Desarrollo Integral doy a ustedes, distinguidos representantes de países tan distantes y tan distintos, la bienvenida a Venezuela. Espero que las deliberaciones sean productivas para bien de las Américas. Muchas gracias y buenas noches.

Protocolo: Palabras del honorable doctor Enrique Iglesias, presidente del Banco Interamericano de Desarrollo.

Dr. Enrique Iglesias: Señor presidente Chávez, señor secretario general Gaviria, señores ministros, señores embajadores, participantes a este importante evento: Yo quiero comenzar mis palabras agradeciendo en forma muy especial a los organizadores de este encuentro por invitarnos a participar a mí y a mis colegas en el Banco en este evento, a sus deliberaciones; agradecer en forma muy especial al señor Presidente de la República y a su gobierno por el extraordinario apoyo que han dado a este encuentro, el apoyo logístico que hemos tenido los participantes y, por supuesto, al amigo Gaviria por la dedicación que ha tenido él y su equipo y el Consejo Permanente en preparar esta reunión.

Yo creo que el debate de este tema, que tiene que ver con la pobreza, la equidad y la inclusión social, que siempre ha sido el gran tema, hoy es más necesario que nunca y también muy oportuno. Necesario porque después de tantas fórmulas, de tantos modelos y de tantas alternativas en la búsqueda ansiosa por el camino del progreso y la justicia social, la experiencia nos va demostrando que ha habido en estas últimas décadas una ambivalencia con respecto a los resultados del proceso de desarrollo. Por una parte, ha habido cosas positivas y muy importantes: el logro de la estabilidad, la apertura, la modernización institucional, han generado aspectos que han cambiado la forma como se gestiona la región, pero junto con estos avances que pueden contabilizarse con otros países, menos, se han generado los aspectos que nos preocupa y que tenemos que explicitarlos. El primero, ciertamente, es que crecemos poco, el crecimiento de América Latina es muy débil frente a lo que debiera ser; segundo, que hemos estado más expuestos que nunca al ciclo internacional financiero y de materias primas, pero en tercer lugar, y ese es el motivo de este encuentro, es que no hemos logrado avanzar al ritmo que quisiéramos y en la profundidad que necesitamos en la solución de los temas sociales.

Yo creo que es importante y es necesario un encuentro de este tipo, primero, comenzar por abordar la cuestión social -co-mo se decía hace 100 años-, el problema social de nuestra realidad en América Latina y el Caribe. ¿Ha habido progreso? Sí, el índice de desarrollo humano marca que América Latina ha ido escalando posiciones en ese índice de Naciones Unidas; también nos dice Naciones Unidas que se han hecho avances importantes en varias de las metas del milenio, las metas sociales del milenio, pero cuando uno mira los grandes agregados se encuentra que el problema de las grandes mayorías no han sido resuelto y está pendiente.

La pobreza es un tema muy serio en América Latina, es incompatible con el nivel de ingreso y nivel que hemos alcanzado de desarrollo político y desarrollo social. El nivel de pobreza que llegó al 48%, según dice la Cepal, bajó luego al 42% en los últimos 10 o 12 años y en los últimos tres años volvió a subir, volvió a subir por la crisis de algunos países que han pasado momentos, están pasando momentos muy difíciles; 220 millones de personas viviendo con 2 dólares por día es mucha gente en esta región en la que vivimos y de ésos un 40% están viviendo en la indigencia, es decir, con menos un dólar por día. Hay un gran problema de pobreza en América Latina sin resolver y eso es un tema que nos debe preocupar profundamente a todos.

En segundo lugar, la distribución del ingreso. En América Latina es la región del mundo con la peor distribución del ingreso, es decir, la distancia entre los de arriba y los de abajo no solamente no se ha achicado sino que se ha extendido, se ha expandido, y esto, desde luego, trae problemas graves en el equilibrio de nuestras sociedades. El desempleo en los últimos.... (Falla de audio) ...cosas adicionales. Uno, es que la pobreza se está reproduciendo, esto que se llama la reproducción estructural de la pobreza, la gente que nace en hogares pobres tienen muy poca chance de seguir siendo, de poder escalar en la vida social y la chance mayor es de que siga siendo pobre. Y en los últimos años otro tema que nos apareció respecto al tema de la pobreza, son los nuevos pobres, gente que habiendo escalado posiciones en las clases medias pierden posiciones y se encuentran en situaciones de desamparo y retroceso en su nivel de vida.

Eso es un poco el tema que convoca a este encuentro y al convocarlo es necesario pensar un poco en las implicaciones que esto tiene. La primera y la más importante es la implicación ética, porque esta coyuntura no permite hablar de justicia social extendida, porque de alguna manera la persistencia de estos fenómenos hace que la justicia social no esté presente en la forma como el proceso va desarrollando sus dividendos a la sociedad.

Es un tema sociopolítico importante, las inquietudes sociales minan la confianza en las instituciones; el embajador acaba de mencionar un poco como esto de alguna manera repercute en la propia confianza de las instituciones democráticas y de que de alguna manera se pierde en la fe en la capacidad del sistema en proporcionar dividendos sociales, y yo diría que también de alguna manera se altera el propio clima para las inversiones, que son tan importantes para mover la economía. De manera que hay una dimensión sociopolítica, pero hay una dimensión económica, esos 220 millones de personas que viven en estado de pobreza no son la masa consumidora, dejan de ser consumidora para el mercado y dejan de ser productores también, la gente que se desemplea, la gente que emigra, todo esto de alguna manera hace que perdamos cantidad en poder de consumo pero también cantidad en poder de producción y calidad en poder de producción. Yo creo que todo esto es un poco el tema que está detrás del debate.

Ahora, yo diría al iniciar este debate una cosa muy importante que es una convicción personal que tengo después de tantos años de trabajar con nuestra América Latina y el Caribe, y es que la pobreza no es una maldición bíblica y no lo es porque de alguna manera hay países que están superando esos problemas. Cuando a mí me dicen que Malasia, por ejemplo, en 25 años bajó la pobreza del 50 al 9%, bueno, pues, ahí hay un hecho real. Incluso en nuestro propio continente Chile produjo en 10 años a la mitad su nivel de pobreza, y de los países del Caribe eximen indicadores de institución de ingreso que son realmente, altamente favorables frente al resto. De manera que de alguna manera ese es el tema que está en este debate, y yo creo que una de las cosas que hacemos poco nosotros en América Latina, y esto quizás es una de las ventajas que tenga esta discusión, es el análisis comparado. Estos temas abren las puertas, seguramente, a grandes análisis académicos, ideológicos, pero el análisis comparado debe ser una gran fuente de riqueza. ¿Por qué en algunos lugares funcionan las cosas y en otros no?, ¿cuáles son las condiciones para la cual estos elementos de lucha contra la pobreza permitan alcanzar éxito? Yo creo que de alguna manera es importante ir evaluando las lecciones que nos van quedando de tantos años de logros pero también de tantas frustraciones; uno de esos logros es un poco el crecimiento, pensemos crecer más en América Latina si queremos realmente hacer frente en forma permanente y en forma insistente en la superación de los temas sociales. Precisamos continuar con políticas explícitas para abordar el tema de la pobreza, la pobreza es abordable y algunas experiencias que se están dando hoy en América Latina en materia de salud, en materia de educación, en materia de desarrollo de barrios, en materia de atención a la escuela en forma especializada con bolsas que permitan cierta transferencia de ingresos a los sectores más pobres de la sociedad; en algunos países tenemos hasta el 20% de hogares que están siendo llegados, a los que se llega con estos programas, quiere decir que hay una experiencia que es importante ver y es la que estamos viendo desde el Banco nosotros, que estamos prácticamente en todos los países.

La política de distribución del ingreso es quizás un poco más complicada, es complicada también en los países ricos en donde las diferencias también son importantes, pero yo creo que ahí tenemos un poco un bagaje de conocimientos de al menos por dónde va la cosa. Sabemos que hay un problema de distribución de activos, el acceso a la tierra, el acceso al crédito, el acceso a la educación, la propia estructura impositiva, el capital humano, que es un poco la gran base de la equidad en nuestros países; la participación ciudadana. Creo que todo eso va formando la base de cuáles son las lecciones que esta experiencia comparada podrían dejar en un debate como lo que ustedes van a iniciar en el día de hoy. Claramente que esto aterriza también en la gobernabilidad, instituciones públicas que sean capaces de responder a los intereses de los sectores más rezagados de la sociedad; políticas de eficiencia, yo creo que uno de los temas que más nos debe preocupar es la eficiencia del gasto social. En muchos de los rubros en América Latina no se gasta tampoco pero se gasta mal y el dividendo que da a la inversión social no es la que realmente quisiéramos tener, y todo eso forma parte, por tanto, de este tema en donde de hecho de lo que se trata en reuniones como estas, en reafirmar una vez más que el tema social debe formar el centro de la preocupación de todas las políticas, es un tema integral, no es un tema que se alude simplemente con medidas asistenciales, es el enfoque general que también afecta la macroeconomía con sentido social, pero que de alguna manera le da a la integralidad del fenómeno las verdaderas respuestas.

El Estado tiene un papel fundamental que cumplir en esto, sin duda alguna, también el sector privado, también la sociedad civil. Yo creo que la forma de encontrar alianzas inteligentes entre esos tres grandes estamentos es uno de los instrumentos más fructíferos a través de los cuales se puede construir realmente políticas y programas que permitan abordar el tema social con la urgencia y la profundidad que merecen.

Yo creo que por eso es que pienso que la discusión del tema es necesario, y digo también que es oportuno, es oportuno porque estamos discutiendo en este momento los grandes temas del comercio internacional que acaban de ser discutidos con mucha frustración recientemente en Cancún, pero que espero que sea superado por el sentido común y la capacidad negociadora de todos los gobiernos, pero no cabe ninguna duda que el proteccionismo agrícola es un impuesto a la pobreza en el mundo y que, por tanto, mejorar esa dimensión del problema es uno de los instrumentos más importantes, que por lo demás está en las metas del milenio. Cuando los gobiernos autorizaron, y usted estuvo presente presidente Chávez en esa reunión en Naciones Unidas, se votó y entre las metas del milenio se dice exactamente el tema de buscar la superación del tema del proteccionismo que ciertamente es un problema muy grave para todos nosotros. De manera que este es un poco el tema, yo quiero decir que el Banco se ha comprometido con los temas de la pobreza desde el inicio de la institución, el 46% de nuestras colocaciones están dedicadas prácticamente a los temas sociales; el Banco se metió en el año 60 con el agua potable, con el saneamiento, fuimos la primera institución que se ocupó de hablar de la educación; estamos comprometidos con el desarrollo de barrios, con los problemas de la violencia ciudadana, todo eso que forma parte de la cuestión social ha sido un poco la esencia de la institución. Yo creo que es eso que nos hace estar aquí tan cómodos en este debate de ver que el sistema interamericano analiza un poco qué es lo que se puede hacer, y lo único que deseo es el mejor de los éxitos porque el éxito de ustedes será también para nosotros una oportunidad para oír, para aprender y para seguir colaborando con todos ustedes en el gran desafío que tenemos por delante, que es mejorar la situación social de las grandes mayorías de América Latina. Mucho éxito y muchas gracias.

Protocolo: Palabras del ciudadano Róger Capella, ministro de Salud y Desarrollo Social de la República Bolivariana de Venezuela.

Dr. Róger Capella: Ciudadano Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, comandante Hugo Chávez Frías; ciudadanos miembros del presidium, ciudadanos embajadores de todas las repúblicas de nuestra América, señores ministros del Gabinete, señores participantes, invitados, señoras y señores: La Declaración del Milenio en la Asamblea General de las Naciones del 8 de septiembre del año 2000 estableció los objetivos de desarrollo de la ONU para el milenio; en su capítulo 3 se hace un desglose en materia consideradas fundamentales para combatir la pobreza en el mundo y se define la naturaleza de los compromisos estatales encaminados a diseñar y ejecutar las políticas públicas dirigidas a superarlas. En correspondencia a estas aspiraciones universales los organismos multilaterales de los diferentes continentes han venido desarrollando un trabajo de investigación y análisis de sus realidades sociales, especialmente de las poblaciones con un mayor grado de precariedad de vida y con mayores riesgos de caída en la miseria absoluta. La Organización de Estados Americanos a través de la Comisión Ejecutiva Permanente del Consejo Interamericano para el Desarrollo Integral, acompañando las preocupaciones de la ONU, de la OIT, las Cumbres de las Américas, la Carta de la OEA, el Foro Social Mundial de Porto Alegre, la Segunda Cumbre de la Deuda Social del Parlamento Latinoamericano y fundamentalmente las angustias de nuestros pueblos, ha convocado a esta reunión de alto nivel sobre pobreza, equidad e inclusión social, como una jornada de trabajo dirigida a la construcción de una plataforma política, científica y de análisis financiero que potencie los proyectos de desarrollo social en el marco democrático y participativo de todos los países miembros. Razón por la cual la presencia de todos ustedes en esta reunión es un alto honor para todos los venezolanos en cuyo nombre y el de nuestro gobierno le damos la más calurosa y esperanzada bienvenida.

El informe global sobre desarrollo humano 2003, del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, hace referencia a dos perspectivas analíticas que claramente señala, por una parte, la clasificación del desarrollo humano y la pobreza y por otra, los logros alcanzados. Señala igualmente este informe que dados los pobres avances en la materia es necesario un pacto de desarrollo del milenio especialmente destinado a la atención y apoyo de los países de prioridad, entre comillas, más necesitados. Seguidamente Venezuela es calificada como de alta prioridad, entre comillas, y en consecuencia esta afirmación se convierte en un desafío político que ya estamos respondiendo en el marco de un nuevo contrato social, la Constitución de la República Bolivariana de 1999, sustentada en el principio universal del derecho social a no ser pobres. Profundizando en las explicaciones históricas sobre este informe del PNUD encontramos que América Latina a lo largo de su historia ha acumulado una gigantesca deuda social, perfectamente registrada tanto en los indicadores tanto de pobreza como de desarrollo humano. Esto ha sido posible por la incapacidad manifiesta de los esquemas y modelos sobre los cuales se ha construido la noción de desarrollo; 40 años de planificación del desarrollo con las intervenciones de múltiples instancias internacionales y nacionales con flujo de capitales aplicados a innumerables proyectos y políticas públicas no ha revertido la tendencia al empobrecimiento de la población, por el contrario el PNUD en este informe global del 2003 señala, por ejemplo, cómo el 20% de los más ricos en América Latina recibe el 82% de los ingresos totales, mientras el 20% más pobre se queda con el 1,4% de los mismos.

¿Qué significa ser pobre? Significa la negociación de la ciudadanía, significa la exclusión de la escuela, del trabajo decente, de la información veraz y oportuna, de la salud y de la libertad de ser sujetos de derecho. Ser pobre es estar fuera de la justicia social. Cuando en Venezuela en 1989 la población se lanzó a las calles para impedir una mayor enajenación del patrimonio colectivo, puso de manifiesto que pobreza no es sinónimo de esclavitud, sino nada que perder. Sin proyectos consensuados, sólo por la intuición popular, el pobre en Venezuela dijo su verdad, y esta verdad es el conocimiento en acción, la fuerza que se convirtió en el caudal electoral que hizo posible una nueva Constitución en 1999 y se reafirma cada día en la vigencia del estado de derecho y en la aproximación paulatina a un marco de relaciones económicas sociales de justicia y libertad. Por ello estamos convencidos de que la lucha contra la pobreza no puede quedarse en la retórica de las declaraciones oficiales; desde hace 5 años Venezuela avanza hacia la construcción de un marco jurídico, político, económico y social para detener y revertir esos indicadores que nos llevaron a ser un país inmensamente rico en recursos pero de alta prioridad, entre comillas, en pobreza social.

El Estado venezolano tiene ahora la inmensa responsabilidad de reparar el daño causado por décadas de abandono y segregación social. El Plan de Desarrollo Económico y Social 2001-2007 se propone un conjunto de estrategias dirigidas a garantizar el disfrute de los derechos sociales de forma universal y equitativa, mejorar la distribución del ingreso y la riqueza, fortalecer participación social y generar poder ciudadano en espacios públicos de decisión. Darle el poder a los pobres para salir de la pobreza significa replantear las estrategias y el desarrollo. El empoderamiento social significa igualmente que todos los sectores están llamados a luchar por mejores condiciones de calidad de vida para todos, y en otras palabras no sólo es responsabilidad del Estado ni tampoco podemos lograrlos aislados del contexto internacional, estamos obligados a la causa común del desarrollo. Para cada uno de nuestros países la lucha contra la pobreza replantea las formas tradicionales de concebir y hacer política internacional en lo que las Naciones Unidas llaman, cito, una asociación mundial para el desarrollo. En este contexto Venezuela muestra sus logros y dificultades, para que las naciones hermanas aprecien nuestros esfuerzos dirigidos a superar la pobreza.

Mostramos nuestra realidad sin disimulos y sin exageraciones para que sea posible evaluar este difícil y accidentado proceso, cuya comprensión ha sido mediatizada y en algunos casos impedida. No es posible la democracia si no hay justicia, equidad e inclusión social. No es posible garantizar la vigencia de la Carta Interamericana de la OEA si los esfuerzos nacionales para conquistar las metas planteadas por la Declaración del Milenio, de la Organización de las Naciones Unidas, se queden en la maraña burocrática y no lleguen hasta la raíz social y económica donde se produce la pobreza. En otras palabras, Venezuela ha aceptado el desafío de hacer realidad esa aspiración de equidad e inclusión social en un marco de libertades y de reordenamiento estructural de las políticas del Estado bajo la figura del control social comunitaria que internaliza la corresponsabilidad en la gestión pública.

La inversión social presentó como porcentaje del PIB una tasa de decrecimiento promedio entre el año 98 y el 2003 de 7.9% en comparación con el período 90-90 que fue de 0.3%, pese a las dificultades financieras derivadas de la agenda de violencia y terrorismo sufrida por el país en estos últimos tres años. Hoy, casi al culminar el año 2003, podemos afirmar que este porcentaje se ha incrementado de forma sostenida. Veamos algunos logros.

En materia de atención a niñas y niñas, desde la gestación hasta los 6 años, se aumentó de 600 mil a un millón 100 mil el disfrute del derecho a la educación preescolar; 325 mil niños y niñas de los sectores más pobres, entre ellos los indígenas, están recibiendo atención en el Programa de Hogares y Multihogares de Cuidado Diario en comparación a 150 mil niños y niñas atendidas en la década anterior, incorporando un componente pedagógico no sólo asistencialista. La tasa neta de escolaridad que en 1998 era de 55% a final del 2000 llegó a 65%. Simultáneamente 25% de la matrícula escolar en educación primaria está recibiendo atención integral en las escuelas bolivarianas, aspiramos incrementar estas cifras que garanticen educación de calidad y gratuita, alimentación, tareas dirigidas, deportes, cultura, orientación psicológica y de articulación comunitaria en los proyectos de la escuela.

Los principales logros en materia de educación van encaminados a la universalización de la educación. El analfabetismo es una de las características más dolorosos del círculo vicioso de la ignorancia, pobreza-ignorancia. Para este mes de octubre hemos incorporado a un millón 15 mil personas a la lectoescritura iniciales a través de la Misión Robinson; en una segunda fase estos mismos alfabetizados continuarán sus estudios primarios hasta el cuarto grado y allí a una tercera fase hasta el sexto grado. Paralelamente esos ciudadanos están recibiendo asistencia técnica, créditos, capacitación para el trabajo organizado y oportunidades de insertarse al proceso productivo de forma autónoma y solidaria. Con este programa Venezuela hace realidad una de las metas del milenio: erradicar el analfabetismo antes del 2015.

La Misión Sucre está concebida para dar respuesta a miles de bachilleres que nunca tuvieron oportunidad de continuar sus estudios a nivel superior. Hoy cerca medio millón de jóvenes excluidos del derecho social a la educación universitaria han sido censados para estructurar una política de inserción y logro académico que será puesta en marcha a partir del año 2004. En adelante a ello la Universidad Bolivariana de Venezuela ha iniciado sus actividades en la ciudad capital en diferentes especialidades profesionales. Paralelamente mu-chos de esos estudiantes están recibiendo asistencia social para sostener sus gastos y atender sus necesidades formativas, de esta forma Venezuela hace posible otro de los propósitos de la Declaración del Milenio en materia de atención a la juventud. Todo ello es posible gracias al esfuerzo que en materia de inversión en educación hace el Estado venezolano. En el año 98 la inversión era del 2.8% del PIB, en el 2003 fue de 6.2%, y en lo que va de este año estamos sobrepasando en el 5.9% a pesar de la crisis financiera generada por el paro y el saboteo petrolero. Esperamos culminar este año con un progresivo y sostenido aumento de la inversión en educación para alcanzar otra de las metas de la Declaración del Milenio.

En materia de salud el Estado venezolano se ha encontrado con una fuerte dificultad operativa dada las condiciones generales de vida de la población. Por décadas no se hizo énfasis en el desarrollo de la salud, sino en el tratamiento de las enfermedades y en este limitado caso la tendencia se dirigía a la privatización de los servicios hospitalarios, el deterioro de las instalaciones, la escasez de equipamiento, las corruptas prácticas de administración y el atraso científico y el abandono de la prevención convirtió en atención a la salud de los ciudadanos más pobres en un verdadero calvario. Venezuela despliega actualmente una política de salud dirigida a atender a los ciudadanos más pobres en sus propias comunidades. La Misión Barrio Adentro es un esfuerzo por llevar atención primaria hasta el hogar, acompañado de otros programas para desplegar recursos educativos en salud comunitaria, prevenir las enfermedades y cuidar la salud mediante la intervención ambiental, cultural, participativa y solidaria de los ciudadanos en la gestión de la red de salud. En los actuales momentos este servicio se está extendiendo a otros estados del país y esperamos llevarlo a las comunidades indígenas y zonas campesinas en breve tiempo.

Por otra parte, avanzamos al establecimiento del Sistema Nacional de Salud dentro del marco de la Ley Orgánica de Seguridad Social con la firme determinación de alcanzar en una década el ideal de un médico por cada 250 familias, construir las redes sociales de salud bajo control comunitario, eliminar las enfermedades prevenibles mediante vacunación, alimentación adecuada, higiene, información y educación para la salud. Debemos ocuparnos de elevar el promedio de vida, atender a la infancia para que a mediano y largo plazo contemos con una población más sana y, en consecuencia, más activa en el ejercicio de sus derechos sociales.

La Organización Internacional del Trabajo en sus tres últimas conferencias internacionales ha presentado a la comunidad de naciones la necesidad de estructurar un marco de relaciones y producción cimentado en el trabajo decente. En la más reciente conferencia de junio de 2003 la memoria de su director general se inscribe en el contexto del trabajo decente como herramienta para salir de la pobreza, que exhorta a profundizar los esfuerzos para construir un marco de relaciones que hagan factible la generación de trabajo con dignidad, especialmente para los excluidos por efectos de la Globalización económica. Venezuela como miembro de la OIT ha incorporado en su Constitución una serie de aspectos relacionados con esta materia, porque no se trata sólo de generar empleo, sino que debe ser un empleo estable, que garantice ingresos para la familia, que promueva el desarrollo intelectual, que favorezca la participación política y la corresponsabilidad de los trabajadores en el desarrollo nacional en un contexto de plenas libertades, equidad y justicia social.

Al establecer en nuestra Constitución la progresividad irreversible de los derechos sociales se ha avanzado rápidamente al establecimiento de programas de desarro-llo, donde la microempresa, el coopera-tivismo, la capacitación técnica y el desa-rrollo endógeno van acompañados del fi-nanciamiento, asistencia social, arti-culación productiva y organización pa-ra la siembra del trabajo decente.

En este sentido se registra una inversión importante en créditos de asistencia técnica, especialmente para beneficiar a los más pobres en los sectores rurales y urbanos para una progresiva formalización de la empresa y del trabajo en rubro, como la producción agropecuaria, servicios personales, servicios industriales, corte y confección de ropa, panadería, zapaterías, electricidad, plomería, alimentación, comunicaciones, publicidad y muchos otros que sería prolijo enumerar.

Venezuela considera que el trabajo decente es un desafío de desarrollo, cuyas exigencias políticas comprometen a todos los sectores.

La nueva Ley Orgánica de Seguridad Social está dirigida a garantizar a todos los ciudadanos, sin distinción, una cobertura de servicio de salud, pensiones y jubilaciones, asistencia financiera y proyección del retiro laboral con dignidad humana, acentuando el carácter público, en consecuencia no privatizable de la seguridad social.

Otras dimensiones que hemos privilegiado en este nuevo orden político es la referida a la libertad de informar y estar informado de forma veraz, oportuna, pertinente y equitativa. Coincide plenamente con la propuesta de abrir oportunidades para que las comunidades organizadas puedan disponer de sus propios medios de comunicación, la lucha contra la pobreza significa también un esfuerzo por hacer llegar la educación por otras vías diferentes al aula, un medio comunitario hace las veces de maestro, de asesor técnico, de analista de precios, y oportunidades de mercado, oriente en salud, seguridad de personas y bienes, recreación sana, informa del acontecer nacional e internacional, conecta a los ciudadanos e incrementar las posibilidades reales de trabajar en proyectos comunes.

Las desigualdades históricas de género son especialmente dramáticas entre los más pobres. La mujer pobre ha sido tradicionalmente postergada como sujeto de derecho sociales, y en nuestro país no fue la excepción. En los últimos 5 años Venezuela ha iniciado algunas políticas concretas de capacitación técnica, financiamiento y promoción de la mujer a través del Banco de la Mujer y otros órganos crediticios del Estado.

En 3 años se han otorgado cientos de créditos a mujeres pobres, que hoy junto a sus comunidades participan en pequeñas empresas para el beneficio de sus familias y la de sus vecinos.

El concepto de a igual trabajo igual salario está establecido en nuestra Constitución. Especialmente especial atención le estamos brindando a los indígena y campesinos pobres, sus condiciones de vida han llegado a ser tan terribles que la gran mayoría de ellos han envejecido en la pobreza sin haber tomado un solo día de descanso en el trabajo.

Venezuela ha iniciado un conjunto de programas para la atención y el apoyo a los indígenas y campesinos pobres, con énfasis en asistencia crediticia, organización cooperativa, asistencia técnica y apoyo para la distribución de sus productos, dirigidos a eliminar la exclusión y a convertir su trabajo en un esquema decente.

Se ha adjudicado 1 millón y media de hectáreas a los campesinos sin tierras, se le ha organizado para la producción individual y colectiva. Se han otorgado miles de millones de bolívares en créditos con bajos intereses y plazos de pago privilegiado que han favorecido a centenares de familias campesinas, con oportunidad de romper el circuito de la miseria, y además hemos asumido el compromiso de regularizar la tenencia de la tierra urbana, como reconocimiento del derecho a la tierra. En nuestro país la tierra no es sólo de quien la trabaja, también es de quien la habita.

Más de 10 millones de personas viven en barrios y urbanizaciones populares. Hasta eran considerados invasores, esa categoría cambió y son reconocidos ahora como ciudadanos con derechos y deberes sobre la tierra que la habitan, más de 30 mil títulos de propiedad se han otorgado durante este año.

En la nueva Constitución de la República Bolivariana de Venezuela por primera vez en 500 años de hispanidad y casi 200 años de vida republicana los indígenas son reconocidos como ciudadanos, sujetos de derechos sociales y políticos en igualdad de condiciones al resto de los ciudadanos y agentes de su propio desarrollo.

La deuda nacional con sus pobladores originales es de gran magnitud, y el Gobierno venezolano ha comenzado a cancelarla, abriendo oportunidades de financiamiento, educación, capacitación, organización y asistencia integral para fortalecer su arraigo al territorio nacional, su integración armónica a la vida general del país y la proyección de su desarrollo en un marco de respeto a sus formas particular como visión histórica.

Venezuela advierte que el espíritu de los tiempos está direccionando un proceso de incorporación masiva de los pueblos al ejercicio de sus derechos sociales. Obviamente cada país de forma soberana y en ejercicio de la libertad democrática define sus estrategias y decide sus acciones concretas. Para nosotros el marco constitucional es el gran proyecto nacional. En este ámbito de la concordancia multilateral, respetuosa de las diferencias existentes, proclamamos nuestra decisión de llevar adelante el proceso de transformaciones estructurales de la economía para hacer verdaderas las aspiraciones de igualdad, de oportunidades para todos los ciudadanos. Este evento nos concita para el logro de tres objetivos fundamentales. Primero revisar el papel del Sistema Interamericano para afrontar las inequidades sociales y económicas del Continente, evaluar las herramientas metodológicas que permitan conocer mejor las características, causas y formas de superación de las desigualdades imperantes. Tercero, revisar las distintas experiencias del Continente Americano puestas en marcha para lograr la equidad y la justicia social. En nuestro más ferviente deseo que la Comunidad Internacional aquí reunida logre desarrollar los temas planteados y produzca un conjunto de compromisos que alimenten una agenda de apoyo recíproco y facilitación del diálogo, necesarios para alcanzar las metas de la Declaración del Milenio, acordadas en la Asamblea General de las Naciones Unidas en el año 2000, que plantean un serio desafío para nuestras naciones de cara al 2015.

Igualmente ratificamos al excelentísimo señor secretario general de la OEA, doctor César Gaviria, y a nuestros respetados visitantes, la intención de Venezuela de hacer realidad los propósitos esenciales enunciados en nuestra Carta Magna, cooperar de forma decidida con la comunidad hemisférica para el fortalecimiento de la OEA y profundizar nuestros esfuerzos por el logro de una paz duradera y rica en crecimiento espiritual para nuestros pueblos.

Muchas gracias a nombre del pueblo venezolano y de los millones de seres de la humanidad que anhelan vivir con dignidad. Buenas noches, bienvenidos todos.

Protocolo: Palabras del excelentísimo señor César Gaviria, secretario general de la Organización de Estados Americanos.

César Gaviria: Su excelencia Hugo Chávez Frías, Presidente de la República Bolivariana de Venezuela; don Enrique Iglesias, presidente del BID; señores ministros y jefes de delegaciones, señor presidente del Consejo Permanente, embajadores, directores y representantes del Banco Mundial, Cepal, SELA; director de nuestra agencia de cooperación, invitados especiales.

Le agradecemos al Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela y al Presidente Chávez la invitación a participar en esta Reunión sobre Pobreza, Equidad e Inclusión Social, el tema que más preocupa a nuestros pueblos, y el que más atenta contra los esfuerzos de crear ese hemisferio más democrático, justo y próspero que todos anhelamos.

Quiero destacar el trabajo, el tesón y la dedicación del embajador Valero para la celebración de este certamen. Gracias también al pueblo de Margarita por su generosa hospitalidad. Desde los tiempos coloniales la pobreza siempre ha sido un problema acuciante en nuestra región, una fuente inagotable de dolor, de frustraciones, de alzamientos y revoluciones, de sueños postergados.

Tanto a fines de la Segunda Guerra Mundial, como a principios de los años noventa se llegó a pensar que había comenzado el fin para ese mundo de privaciones en que viven tantos americanos, esa primera esperanza murió con la crisis de la deuda de los ochentas, y en cuanto a la expectativa última, la de comienzos de los noventa, igualmente se frustró a mediados de la década pasada.

Hoy, puede no haber más pobreza como porcentaje del total de la población, pero en Latinoamérica hay más pobres que hace 10 años, y la tasa de crecimiento de nuestras economías son inferiores a lo que se necesita para retomar el camino de la prosperidad con justicia social. Estamos obligados todos a sembrar un futuro mejor para todos aquellos que están por fuera de la economía de mercado, para los que viven en la miseria, para los desnutridos, para los indígenas, para los analfabetas, para los ancianos, para las poblaciones más vulnerables, a las que pertenecen muchos de nuestros jóvenes y mujeres. La pobreza y la desigualdad constituyen la más grande amenaza, los principales retos para la democracia en nuestro hemisferio. Si la pobreza se origina en el anterior modelo económico o en el nuevo, es un asunto que no es fácil dilucidar, y creo que ello no interese mucho a quienes padecen la miseria.

Existe cierta tendencia a hacer del comercio el principal factor que explicaría uno u otro resultado, unos culpan al proteccionismo, otros al comercio más libre, lo que es evidente es que ambos se quedan más que cortos en explicar el bajo crecimiento, la pobreza o la marginación, que campea en toda América Latina y en buena parte del Caribe, en todo caso una cosa es clara, que las reformas que se han implementado no lograrán por sí solas disminuir la pobreza, también es bueno señalar que abandonar dichas reformas es una receta riesgosa en un mundo tan competitivo en interdependiente como el que vivimos.

Yo creo que el centro de una buena explicación de lo que ha pasado está en la debilidad ancestral del Estado, y no me refiero al tamaño del Estado como a su eficacia, a su capacidad para prestarle servicios públicos, o para ejercer sus funciones de regulación, supervisión o control, las prioridades de nuestros Estados fueron por muchas décadas las grandes obras de infraestructura y el desarrollo de industrias básicas o estratégicas, y para empeorar la situación los recursos que se asignaron a los temas sociales, y que en muchos casos representaron una parte importante del gasto público y el producto nacional, fueron a sostener pesadas y costosas burocracias, y a concentrar el grueso de los recursos públicos en sectores económicamente privilegiados y económicamente poderosos.

La crisis de la deuda de los años ochentas puso en evidencia la magnitud del problema, de la crisis se aprendieron mu-chas cosas. Particularmente que no hay pros-peridad real sostenida al debe, que el endeudamiento no debe usarse para gastos suntuarios; que la inversión pública de-be ir sólo a proyectos de alta calidad, que no se debe dar cuartel a la corrupción.

Se superó entonces la crisis de la deuda con un gran optimismo, basado en la consolidación de los sistemas democráticos de la región y en el compromiso del cumplimiento de una agenda de reformas económicas que muchos creyeron, en los círculos académicos y multilaterales, eran los únicos determinantes del desarrollo. Con el correr de la década pasada nos movimos a un mundo cada vez más complejo, donde las recetas simplemente económicas resultaron desde luego insuficientes. Quedó claro que no sirven las simplificaciones, que la compleja realidad exige más trabajo en el diagnóstico de los problemas y en el diseño de las soluciones. No hay fórmulas simples o sencillas ni para conseguir buenas tasas de crecimiento, y mucho menos para alcanzar los objetivos sociales.

Pronto descubrimos que no se hizo énfasis suficiente en aumentar las tasas de ahorro interno, sin lo cual no habría crecimiento sostenido y se colocaría a la región en el rumbo de nuevas crisis económicas, hemos aprendido que con sólo un aumento de los recursos para la lucha contra la pobreza no resultará necesariamente una reducción significativa de la misma, es inevitable ejercer con rigor y eficacia las funciones estatales de control de gestión, hay que abrir espacios al sector privado en la construcción de infraestructura, y a la sociedad civil en programas sociales, con transparencia y participación, hay que crear condiciones favorables a la inversión extranjera. De esto nos habló Enrique Iglesias, y él conoce mejor que todos nosotros esos te-mas. Pero para sumar a los errores o problemas de nuestras políticas, vinieron luego desafíos, que en gran medida se es-capan de nuestro control, las crisis de vo-la-tilidad de capitales se vinieron, y ellas son sin duda las características más indeseables de la globalización, tales crisis han echado por la borda años de esfuerzos y sacrificios para algunos de nuestros países, el efecto contagio, la rapidez conque se expande la desconfianza, y con la que los corrientes de capital abandonan los países ante cualquier desajuste en las variables económicas constituye una grave amenaza a lo que hemos conseguido con sacrificios, coraje y decisión.

En la mayoría de los países hemos salido fortalecidos de cada crisis, mejor preparados, con mejores instrumentos, con instituciones más sólidas.

Aun Argentina, que ha tenido que enfrentar un crisis sistémica, ha logrado superar los peores presagios sobre las con secuencias de su crisis y cuenta hoy con un Gobierno y una política económica que tiene una enorme legitimidad.

En todo superar estas crisis demanda una mayor voluntad del mundo industriali-zado, para avanzar a un sistema internacio-nal financiero más transparente, con más recursos y con más poder regulatorio.

Como lo hemos analizado con Enrique Iglesias en numerosas oportunidades lo que se veía a comienzos de los noventa como el punto de llegada de las reformas es apenas un punto de partida. Descubrimos que los factores políticos o institucionales, como la estabilidad de las reglas de juego, el respeto al Estado de Derecho, la paz social, son tan importantes como los factores económicos.

En Latinoamérica y el Caribe la transformación de las instituciones del Estado y de sus políticas de intervención debe estar sometida a un proceso de rectificaciones importantes, esa debe ser la principal discusión de la vida pública y de la actividad política de nuestras naciones. Tenemos que aprender de la duras lecciones que hemos recibido y continuar hacia delante con un mensaje de esperanza, aquí no venimos a lamentarnos o a gemir sobre nuestras flaquezas, sino a encontrar respuestas, que respaldadas en la solidaridad hemisférica nos ayuden a superar este período tan confuso para nuestros pueblos y para las instituciones americanas.

Es necesario entonces dar a los temas sociales la prioridad que ellos merecen, ese camino lo empezamos a recorrer con la expedición de la Carta Democrática. Hoy es imposible pensar en llevar a buen término un grupo de reformas económicas o sociales por las vías diferentes a la democracia, como es imposible pensar en la democracia sin mantener una vigorosa política social. Por otra parte el éxito de la Carta Democrática sólo será posible en la medida en que el sistema político fortalecido, con un vigoroso respeto al Estado de Derecho, y que incluya elecciones libres, justas y transparentes, equilibrio de los poderes públicos, lucha contra la corrupción, partidos y organizaciones políticas fuertes, participación ciudadana, acceso a la información, revisión rigurosa de cuentas en el ejercicio de la función pública, incluye también los temas de derechos y espacios para la oposición y la defensa de la libertad de prensa y la libertad de expresión, en medio del fenómeno de la volatilidad de capitales y sus consecuencias se ha dado un enorme desgaste de las reformas estructurales que desarrollamos desde los ochentas.

La globalización ha generado un profundo cambio en muchos frentes, ha producido muchos ganadores y también muchos perdedores, ha generado muchas oportunidades, pero también nuevos problemas, pero no se ha reducido la desigualdad y se han dado grandes desequilibrios, se dan muchos malestares, inclusive hay una gran perplejidad sobre la pertinencia de lo que hemos hecho. En todo caso millones de ciudadanos de todos los estratos se sienten en una situación de vulnerabilidad, se sienten amenazados por fuerzas que ven como incontrolables, que les traen inseguridad económica, incertidumbre social, enfrentamientos de clases y culturas y de degradación ambiental. Pero ese no es un camino inevitable, podemos gobernar sobre la globalización y al mismo tiempo avanzar de manera colectiva hacia una mayor gobernabilidad democrática.

Es necesario tomar el pulso a las transformaciones mundiales, entenderlas, adoptar estrategias para enfrentarlas, y modernizar las instituciones públicas y privadas para operar en el nuevo entorno.

Esta reunión se da inmediatamente des-pués de la reunión de Cancún, está demostrado cuán difícil es conciliar hoy las diferencias de los distintos actores en el escenario mundial, esta experiencia nos debe servir en el ámbito multilateral para fortalecer nuestra integración e impulsar la cooperación hemisférica, para poner en marcha, con los instrumentos que tenemos en el ámbito interamericano, un pro-ceso de integración que tenga los equilibrios, los contrapesos, las conversaciones que lo hagan viable y justo para asegurar que cada país pueda encontrar que la integración lo beneficia, que un comercio abierto pero reglado lo fortalece, y que podemos construir acuerdos más participativos de nuestros Gobiernos, empresarios y trabajadores.

Quisiera llamar la atención sobre la importancia de las reuniones ministeriales, como un buen instrumento para el desarrollo de los mandatos de nuestros gobernantes, para avanzar en la integración y para la lucha contra la pobreza.

Por ejemplo, no creo que haya duda del papel central de la educación en la política social, en la lucha contra la pobreza, en la lucha por una mayor igualdad. Nuestros gobernantes, desde Quebec y Santiago, han realzado la importancia de la educación como pilar de nuestro de-sarrollo, y pusieron énfasis en que el pro-greso hacia sociedades más democráticas, economías en crecimiento y equidad social dependen de una fuerza laboral educada y capacitada; los proyectos de los ministros, y allí estaba el ministro Istúriz, se desarrollaron en función de esos objetivos. En la reciente reunión de ministros de Trabajo, en Brasil, se estuvo buscando cómo fortalecer la dimensión social y laboral de la integración, para avanzar hacia una globalización inclusiva y no excluyente, allí estaba la ministra Iglesias. Y señalamos que nos convocábamos para hacer frente al compromiso histórico de confrontar el analfabetismo, la desnutrición, la falta de calificación, la discriminación de toda clase, el trabajo infantil, las formas intolerables de trabajo, que estábamos todos comprometidos a promover la ocupación digna y productiva para las mujeres, los jóvenes, los discapacitados, los enfermos de Sida, los migrantes, las minorías étnicas y religiosas. Allí nos reunimos por la convicción compartida de la necesidad de pagar salarios justos y la generación de oportunidades de empleo y condiciones de trabajo que sean consistentes con estándares internacionales.

Dimos un gran paso al incorporar a la Carta Democrática el concepto de que la democracia requiere el ejercicio pleno y eficaz de los derechos de los trabajadores y la aplicación de las normas básicas de la Organización Internacional del Trabajo.

En lo que se refiere al Programa Interamericano de Desarrollo Social quiero realzar la importancia de que los americanos compartamos experiencias como hacerle frente a los desafíos de la pobreza y la discriminación. Quiero también señalar la atención sobre la Red Social de América Latina y el Caribe, y los fondos de inversión social que hemos estado apoyando, y que tienen además un programa de pasantías con financiamiento del BID.

Antes de concluir quisiera referirme a un tema caro a todos los que nos hemos reunido aquí, la superación de la conflictividad social y económica en Venezuela. Estuve en este hermoso país por varios meses, acompañando al Gobierno y las fuerzas que lo respaldan, como a la Coordinadora Democrática y las organizaciones sociales que la acompañan, en un complejo proceso de concertación que concluyó con los acuerdos de mayo. En medio de las naturales tensiones, inevitables en este momento de la vida venezolana, quiero celebrar el indudable fortalecimiento de las instituciones venezolanas desde entonces, ello ha sido posible por dos razones fundamentales. El acierto con el que el Tribunal Supremo ha logrado dirimir las diferencias entre ambos sectores y llenar los vacíos institucionales que son comunes en todo proceso de transición hacia una nueva Constitución, así como el tino y el buen juicio con el que ha estado orientada la búsqueda de una solución democrática, pacífica, electoral y constitucional. El recién escogido Consejo Nacional Electoral se ha comportado como el árbitro electoral confiable e imparcial que era imprescindible para llevar a buen término los acuerdos de mayo.

También se ha dado el fortalecimiento de las instituciones por el acatamiento de las decisiones, tanto del Tribunal Supremo como del Consejo Nacional Electoral, por todos los actores de la vida pública venezolana, enaltece a ambos sectores (Gobierno y oposición) el comportamiento que han tenido, y sin duda la continuidad de ese comportamiento asegura que los venezolanos resolverán los problemas que son de su responsabilidad.

Las instituciones internacionales que facilitamos este proceso estamos para acompañarlo, y tratar de evitar que se desvíe de los parámetros que fueron acordados dentro del estricto respeto a la Constitución Bolivariana, en todo tiempo estaremos dispuestos a prestar nuestro concurso, cuando así lo deseen las partes.

Señor Presidente Chávez, estamos acá para asegurar que la integración americana y la lucha contra la pobreza nos gerente una América más democrática, más justa, como nuestros pueblos lo reclaman y lo merecen. Gracias.

Protocolo: Palabras del ciudadano Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Hugo Chávez Frías.

Presidente Chávez: Excelentísimo señor César Gaviria, secretario general de la Organización de Estados Americanos; ciudadano Jorge Valero, embajador, representante permanente de la República Bolivariana de Venezuela ante la OEA, y presidente de la Comisión Ejecutiva Permanente del Consejo Interamericano para el Desarrollo Regional; excelentísimo señor Salvador Rodezno, embajador representante permanente de la República de Honduras ante la OEA, y presidente del Consejo Permanente; excelentísimo señor Enrique Iglesias, presidente del Banco Interamericano de Desarrollo; excelentísimo señor Otto Boye Sotor, secretario permanente del Sistema Económico Latinoamericano; honorable señor Andrés Palma, ministro de Planificación de Chile, de la República de Chile, y presidente del Foro de Ministros de Desarrollo Social de América Latina y el Caribe; honorable señora Inés Bustillos, directora de la Oficina Regional de la Comisión Económica Para la América Latina; honorable señor Ronald Cheman, director general de la Agencia Interamericana de Desarrollo Social; ciudadano Róger Capella, ministro de Salud y Desarrollo Social de la República Bolivariana de Venezuela; demás ministros y ministras del Gabinete Ejecutivo; ciudadano Alexis Navarro, gobernador del estado Nueva Esparta, y señora Gabriela Querales de Navarro, primera dama de este estado; excelentísimos señores jefes de delegación, asistentes a la Reunión de Alto Nivel sobre Pobreza, Equidad e Inclusión Social de la Organización de Estados Americanos; excelentísimos se-ño-res embajadores y representantes de or-ganismos internacionales acreditados ante el Gobierno Nacional; ciudadano general Pedro Celestino Pérez, Comandante de la Guarnición militar de Porlamar, de Nueva Esparta, y demás autoridades civiles, mi-li-tares de la región, distinguidos especiales, periodistas, fotógrafos, camarógrafos, amigas y amigos todos.

En primer lugar pues quiero darles a todos, señor secretario general, señores embajadores, representantes del Continente, la más cordial bienvenida, desde aquí desde el alma, y no sólo des mi alma, sino, permítanmelo, desde el alma y desde el corazón del pueblo venezolano.

En primer lugar bienvenidos a esta isla, la cual conjuntamente con otras dos islas vecinas, Coche y Cubagua, conforman el estado que lleva el nombre de la Nueva Esparta. Y Nueva Esparta no por casualidad, esta tierra hace siglos estuvo habitada por los indios Caribes, los cuales fueron casi totalmente aniquilados, lo sabemos, los indios Caribes, aquellos que gritaban su canto, su canto primero de paz, y después fue de guerra: "Aaanaa Kari ña roote, aunnocon y totoo paparoto mantoro". Quiero rendir tributo a los indios Caribes, originarios dueños de estas tierras. Y sobre todo en estos días de octubre ¿no? En estos días de octubre, hoy es 8, 8 de octubre, aniversario por cierto del asesinato de Ernesto Guevara, por allá arriba, en las montañas del Yuro, insigne hombre que luchó por la justicia ¿no? Y pagó con su vida. Un Quijote era Ernesto Che Guevara, un Quijote, murió sobre Rocinante. Qué bueno que lo recordemos hoy cuando nos congregamos aquí a hablar sobre justicia social, sobre equidad, sobre pobreza, sobre democracia. Pero sobre todo en estos días de octubre decía, hablando de nuestros ancestros y hermanos, los aborígenes, dueños y señores originarios de estas tierras, cuando estamos apenas a 4 días del 12 de Octubre, otro 12 de Octubre. ¿Saben algo, hermanos? Nosotros en Venezuela no celebramos ningún descubrimiento, porque es una gran mentira que nos metieron aquí durante mucho tiempo, no hubo tal descubrimiento, hubo una masacre. Lo que hubo aquí, lo que se inició aquí el 12 de Octubre de 1492 fue un genocidio de los más grandes que recuerde la historia de los siglos, esa es la verdad. Y como dijo el caudillo oriental José Gerbasio Artigas: "con la verdad no ofendo, ni temo..." Sólo es la verdad, este Continente, estas tierras fueron objetos, fueron víctimas de uno de los más grandes atropellos que luego se nos vendió como un descubrimiento al cual teníamos que aplaudir, se nos enseñó a adorar a Cristóbal Colón. No tenemos nada en esta tierra contra el Almirante aquel, pero preferimos adorar a nuestros Almirantes, a nuestros Mariscales como Antonio José de Sucre, el Gran Mariscal de Ayacucho, a nuestros hombres, a nuestros indios como Guaicaipuro, como Tecum Man, como Túpac Amaru, preferimos adorarlos a ellos que dieron su vida luchando por la dignidad de estos pueblos y de estas tierras; aquí los adoramos a ellos, no adoramos falsos descubridores que no fueron sino la punta de lanza de la invasión y del genocidio. Siempre digo que quien quiera saber la verdad busque las memorias de Fray Bartolomé de las Casas, escrito por aquellos años y que recogen la cruda realidad de cómo nos atropellaron los imperios de la vieja Europa a finales de aquel siglo, del Siglo XV.

Bien, bienvenido, pues a la Nueva Esparta. Les decía que no es por casualidad, hermanas y hermanos que esta tierra lleva el nombre de Nueva Esparta ¿no? Ciertamente desde los tiempos de La Conquista hasta los tiempos de la Independencia esta tierra se caracterizó por una resistencia heroica, feroz, espartana, y 2 años antes de la batalla libertadora de Boyacá, allá en la Nueva Granada, 4 años antes de la batalla libertadora de Carabobo, aquí en el centro de Venezuela, y 7 años antes de la batalla libertadora de Ayacucho, allá en el Alto Perú, ya aquí se había librado una batalla libertadora, una batalla de mata siete. En 1817 una feroz resistencia, una feroz lucha contra los invasores, y después de 1817 ningún imperialista más ha pisado las tierras de Nueva Esparta, fue la primera tierra libre de Venezuela, y la primera tierra libre de toda esta parte de América. Por eso este pueblo y los líderes de aquella ahora decidieron darle el nombre de Nueva Esparta en honor a Leonidas, aquel guerrero espartano, y aquel pueblo de Esparta. Y bienvenido pues a esta Venezuela, a esta Venezuela de hoy, esta Venezuela ubicada allí en una especie de triángulo casi perfecto que une este techo caribeño inmenso con aquellas grandes y profundas selvas del Sur en el Amazonas, y con aquellas altas y nevadas montañas de la Sierra.

Ciertamente, a penas a una hora de vuelo hacia el Sur franco estaríamos en lo que Julio Verne llamó el soberbio Orinoco, y de ahí hacia abajo la selva infinita hasta el Amazonas y más allá, hacia el Paraná y el Río de la Plata y a menos de 2 horas de vuelo de aquí de este punto donde estamos hacia el Suroeste estaríamos en el Pico Bolívar, en la Sierra Nevada de Mérida, en los Andes venezolanos y más allá serpentea hacia Colombia y más allá hacia el Sur bordeando el Pacífico hasta la Patagonia.

Venezuela ésta donde está en marcha un proceso, el doctor Gaviria en su discurso hacía alusión a Venezuela y su proceso interno, no muy entendido en el Continente, un proceso nada fácil, muy complejo ¿saben? Pero un proceso que tiene mucho que ver con el tema que hoy aquí se comienza a debatir en esta reunión de alto nivel de la Organización de Estados Americanos. E incluso uno pudiera decir que el origen de las perturbaciones está ahí en el tema que aquí vamos a debatir, pobreza, equidad y la otra cara, desigualdad, exclusión, injusticia y atropello. Venezuela esta bolivariana. Hemos decidido por mayoría llamar a nuestra Constitución, la Constitución Bolivariana, y a la República Bolivariana, y no sólo por rendirle honor y tributo a uno de los más grandes americanos de todos los tiempos, el Padre Libertador Simón Bolívar sino porque ciertamente estamos rescatando su proyecto originario. Nunca hemos creído en aquello del fin de la historia, todo lo contrario, creemos que se impone ahora mismo el retorno de la historia, es la vuelta de la historia, de la verdadera historia, no la historia falsificada que muchas veces nos contaron; cuando nosotros hablamos de Bolívar estamos rescatando al verdadero Bolívar, es decir, al Bolívar revolucionario, al Bolívar que muy cerca de aquí, ahí, a las orillas del soberbio Orinoco hace casi 2 siglos exactamente era 1819 y nacía la Tercera República y en su discurso de inauguración a un Congreso, el Congreso Constituyente de Angostura, Bolívar lanzó lo que sin duda es el documento político más completo y más profundo de su pensamiento, recogido de muchas fuentes y él lo fue nucleando en su momento, en su tiempo y en su espacio. Bolívar en aquel discurso de Angostura, 15 de febrero, 1819 entre muchas otras cosas, dijo lo siguiente, y voy a citarlo: "Mi opinión es, legisladores, que el principio fundamental de nuestro sistema depende inmediata y exclusivamente de la igualdad establecida y practicada en Venezuela..." La igualdad, principio fundamental de nuestro sistema, decía. Es decir, de la propuesta bolivariana. Más adelante, en ese mismo discurso dijo: "qué sí, que la naturaleza hace a los hombres desiguales... y es muy cierto, en genio, en temperamento, en fuerza física, a veces incluso en algunas virtudes. Pero luego agregaba que precisamente las leyes deberían colocar a los seres humanos en un marco de igualdad a través de la educación, a través de la industria, la economía, las artes, la cultura, el trabajo, para generar lo que Bolívar llamó una igualdad ficticia, mejormente llamada por él igualdad política y social, para regular las desigualdades y para acercarla a lo que también él llamó allí la suprema igualdad posible.

Hoy en Venezuela hemos retomado ese discurso después de 2 siglos de traición, después de 2 siglos de frustraciones, después de 2 siglos de esperanza, y no sólo hemos tomado el discurso sino que lo hemos hecho Constitución, mandato supremo para nuestro pueblo, para nuestra sociedad, para nuestro Estado, para nuestras instituciones, y nuestro Gobierno lo que está haciendo es todos los esfuerzos posibles y a veces más allá de lo posible en el marco de la Constitución para llevar a la realidad el sueño de Bolívar, para generar un sistema, un sistema político realmente democrático: la República Democrática, así la llamaba Bolívar, la República Democrática, la República de iguales, una República de la cual él también dijo que tenía dos máximas necesidades: la moral y las luces, y que esas dos máximas necesidades debía convertirse en los polos, los dos polos fundamentales de la República, igualdad, moral, luces y más adelante también señaló a la justicia llamándola reina de todas las virtudes republicanas. Es decir, sin igualdad, sin libertad, sin justicia no hay democracia, todo es una farsa, todo es una farsa, y sin democracia y sin justicia está escrito desde hace 2000 años, no habría nunca paz en el mundo. Aquí estamos en esa batalla, no es nada fácil, cuesta, pero no nos pesa nada, la hacemos con nuestro amor y con nuestra conciencia de siglos. Esa batalla inspirada en Bolívar nos ha llevado a soportar campañas perversas a nivel mundial, incluso, nos ha llevado a soportar intromisiones groseras en nuestra propia realidad ante las cuales siempre nos ponemos de pie con dignidad para exigir respeto a la soberanía de nuestra Patria, de nuestro país, como nosotros respetamos la soberanía de todos los países de la tierra, porque como bien decía el doctor Gaviria en sus palabras: los problemas de Venezuela deben ser resueltos por los venezolanos. Como los problemas de Colombia deben ser resuelto por los colombianos, y los problemas de Argentina por los argentinos, y los de Rusia por los rusos, y los de Irán por los iraníes, y los de España por los españoles, a nombre de una globalización perversa no podemos echar a un lado la lucha de 500 años y más, respeto, igualdad de los países en el concierto del universo; no puede haber un policía en el mundo que decida qué es lo bueno y qué es lo malo, y lo que les parezca malo, pues entonces arrollarlo. No, desde aquí hacemos un llamado al respeto, a la autodeterminación, a las leyes internacionales, al Derecho internacional. Pero volviendo al caso de Venezuela, decimos, hermanos y hermanas, que aquí hemos tomado un camino y lo hemos decidido nosotros de manera soberana, de manera legítima, en democracia y consultando a todos sin excepción, a todos; es un proceso democrático inédito en nuestra historia, en una discusión sin límites, en una participación plena de todos los sectores de la vida nacional.

Aristóteles, filósofo y también matemático planteaba estos problemas hace mucho tiempo como una ecuación. Aristóteles decía por ejemplo en su política, que en una sociedad democrática, o en una democracia en la cual se vaya incubando una minoría en extrema riqueza, y una mayoría en pobreza y extrema pobreza, llevará el momento en el cual la mayoría en pobreza sencillamente hará valer sus derechos democráticos para recuperar sus espacios, y para recuperar su vida y sus derechos humanos fundamentales: educación, salud, vivienda, trabajo, etc. Dice Aristóteles que cuando eso se presenta la democracia entra en peligro de dejar de serlo, y que la solución propuesta por él apunta en dos direcciones fórmulas matemáticas. Dice Aristóteles en una situación como tal, o se reduce la pobreza, o se reduce la democracia, y él por supuesto decía que había que reducir la pobreza, pero otros prefieren reducir la democracia.

Madison, por ejemplo, el señor James Madison decía sencillamente que había que reducir la democracia. Es decir que un gobierno, o que el gobierno debería existir para defender a las minorías privilegiadas de la amenaza de las mayorías empobrecidas. En cambio Roosevelt decía otra cosa, el New Deal, fue acusado de comunista por algunos, Roosevelt. No era comunista, sólo que pensaba en el bien común, y lo planteó, y creo que incluso el New Deal salvó el sistema de los Estados Unidos porque si no hubiera explotado por dentro. Creo que Roosevelt le hizo un gran aporte a la estabilidad de los Estados Unidos. Nosotros en Venezuela hemos optado, mirando las matemáticas de Aristóteles, por una doble operación que se interrelaciona, una suma por una parte y una resta por la otra. Aquí estamos decididos a reducir la pobreza y a incrementar la democracia, esa es la operación matemática que aquí estamos desarrollando.

Nuestro ministro de Salud en un discurso muy completo que deberá ser publicado para leerlo con calma y analizarlo, ojalá en esta reunión de alto nivel, abundó en detalles y en números, yo no voy a hacerlo, quizás cite algunas cifras más adelante. Pero realmente el esfuerzo que nosotros hemos hecho es monumental para enfrentar esa gravísima contradicción de un país como Venezuela con más de un millón de kilómetros cuadrados incluyendo nuestro mar territorial que llega hasta la frontera Norte a limitar con los Estados Unidos, Venezuela limita con los Estados Unidos, Enrique, Venezuela limita al Norte con Islas Vírgenes, Puerto Rico, Venezuela limita al Norte con la República Dominicana y limitamos también con los países bajos, y es un país pequeño, sí, millón y medio de kilómetros cuadrados comparado con el Brasil, con los Estados Unidos, con un país pequeño, podemos decir mediano, pero es un país donde un territorio en el cual la mano de la naturaleza, la mano de Dios concentró una cantidad infinita de recursos y de potencial, y no sólo estoy pensando en el petróleo, que seguramente es lo primero que llega a la mente de todos, petróleos, sí, aquí en este territorio está una de las reservas más grandes del mundo, pudiera ser la más grande del mundo si contabilizamos las reservas de la Faja Bituminosa del soberbio Orinoco, el soberbio río en su ribera norte, desde el centro de Venezuela hasta el Delta del Orinoco donde cae al Atlántico, tiene allí contenida una gigantesca reserva de petróleos superpesados, pero que ya con al nueva tecnología los estamos transformando casi en esto, como gasolina, pues. Ahí hay petróleo para más de un siglo, para todo este Continente; grandes reservas de gas que sólo ahora estamos comenzando a explorar muy cerca de aquí, hacia el Sur, en la cuenta, o en el Golfo de Parias, aquí mismo sobre el Caribe, hay grandes yacimientos de gas, y allá en el Delta del Orinoco y tierra adentro también, allá en Pie de Monte de los Andes, y allá en el Golfo de Venezuela, frontera con Colombia hay gas por todo este Caribe venezolano, compartimos con Trinidad y Tobago, por ejemplo, grandes yacimientos de gas, aquí mismo, muy cerca. Pero es que además la naturaleza nos dio montañas de hierro, pero a flor e tierra, a flor de tierras, serranías de hierro, y de bauxita, y de oro, y de piedras preciosas, mucho agua dulce, grandes ríos navegables casi todos, muchas hectáreas de tierra plana, buena parte de ella fértil, millones de hectáreas para la ganadería, para la cría, agua para la pesca, bellezas incalculables para el turismo, para la recreación, como el Salto Ángel, ojalá tuviéramos tiempo de montarnos en el Camastrón, algunos han conocido el Camastrón, vean que no es tan Camastrón, es un buen avión, e irnos allá a Canaima, doctor Gaviria, usted nos acompañó una vez por allá por aquellos lados cuando nuestra tragedia aquella terrible, siempre el doctor Gaviria ha estado viniendo por aquí, se lo agradecemos, la tragedia del 99 que produjo más de 15.000 muertos

Bueno, Canaima, el salto de agua más alto del mundo, los Andes, bellezas, bellezas que compartimos con esta América mágica, la América meridional. En fin, en ese territorio concentrada tamaña riqueza y tamaña potencial, hay un río, el río nuestro, el Caroní, con una pendiente impresionante en el cual en menos de 100 kilómetros ya hemos construido 4 grandes represas y vamos para la quinta con el apoyo del BID.

Sí, sí, sabemos que tenemos el apoyo del BID para construir la... Estamos teniendo mucho cuidado con la naturaleza, nosotros aquí tenemos mucho cuidado con el equilibrio ecológico, e incluso con nuestro amigo Cardozo cuando comenzamos el Gobierno hace ya casi 5 años tuvimos que pedirle a Brasil paciencia porque habíamos firmado, antes de nosotros llevar Venezuela firmó un convenio con Brasil para suministrarle energía hidroeléctrica al Norte de Brasil, específicamente a Boavista, y cuando llegamos nosotros y empezamos a revisar el proyecto, las comunidades indígenas protestaban derribando las torres, y Venezuela no pudo cumplir con el plazo establecido en el convenio, estaba previsto que en ese caso pues Brasil podía cobrarnos una especie de reivindicación económica por el retardo nuestro, ya ellos habían llegado a la línea fronteriza, tardamos más de un año para solucionar el problema. ¿Por qué? Porque el proyecto había sido elaborado, diseñado cruzando unas zonas muy frágiles, ecológicamente hablando. Bueno, además pasado por encima de unas selvas o sobre comunidades indígenas. Así que tuvimos que conversar con los indígenas, permítanme decirlo así, yo mismo en persona tuve que ir un día a la selva a oír durante 18 horas a todos los líderes indígenas, uno de ellos me dijo, Chávez te voy a hacer una pregunta, hablando en su idioma, porque esta Constitución reconoce no los dialectos indígenas, no, no son dialectos son idiomas, idiomas, tal cual el español, son idiomas.

Entonces aquel Cacique me dijo, Chávez, te voy a hacer una pregunta, ¿qué harías tú si tienes tu choza, tu casa aquí, y un día cualquiera llega un camión grande y unos señores a instalar una torre muy alta al lado de tu casa, a 10 metros, sin consultarte, harías o no lo que hemos hecho, que tumbamos las torres, y yo le digo, yo en verdad haría lo mismo, yo tumbaría también las torres. Claro, pues si esa es su tierra, su casa, ahí siembran su yuca, su maíz para vivir, no les preguntaron nada, como si ellos no fueran seres humanos y tienen los mismos derechos que nosotros. Así que tuvimos que desviar el proyecto y felizmente, recuerdo que el 13 de agosto del año 2001, con Fernando Henrique Cardozo fuimos a la frontera a activar la línea que hoy lleva energía hidroeléctrica a aquellos pueblos del norte de Brasil. Pero, bueno, en ese río Caroní, en su cuenca baja ya hemos construido 4 grandes represas y vamos para la quinta y todavía tenemos la cuenca alta, virgen, casi absolutamente. Es decir cómo es que un país con tamaña riqueza y un país donde se comenzó a explotar petróleo en 1894, por allá, cerca de la frontera con Colombia, doctor Gaviria hubo un terremoto una vez por ahí, usted lo sabe, y se abrió la tierra y empezó a surgir una sustancia negra, viscosa y los campesinos decían que era el diablo, y salieron a buscar a un sacerdote que le echara agua bendita aquella sustancia negra... Era el petróleo.

La primera empresa petrolera venezolana fue criollita, con los colombianos, y allí hacían kerosén y kerosina y lo exportábamos a Colombia, lo compartíamos, no había guerrilla en ese tiempo ni tanto desastre en las fronteras con Colombia y entonces el comercio era más fácil y se instaló una empresa llamada La Petróleo, luego vinieron las empresas transnacionales y Venezuela se convirtió durante casi una década en el primer productor mundial de petróleo antes de que en Arabia Saudita descubrieran el hidrocarburo. Es decir, más de un siglo produciendo y exportando petróleo, en cantidades tan grandes, hermanas y hermanos, que allá en el Lago de Maracaibo, en la Costa Oriental se está hundiendo la tierra de tanto petróleo que de su subsuelo se ha extraído, se está hundiendo, estamos evacuando barrios enteros y construyendo viviendas en otros sitios, porque se está hundiendo. El Lago de Maracaibo, gigantesco y hermoso, contaminado totalmente, por aceites, petróleo. Ahora, resultado de 100 años, después de 100 años de explotación, de tantos recursos, terminamos el Siglo XX con 80% de pobreza. ¿Cómo se explica eso? Y además desde 1958 hasta 1998, 40 años se habló de la democracia más avanzada, o una de las más avanzadas de América Latina, 40 años de democracia, yo le pongo comillas a esa democracia, tomando presta la cita de Aristóteles, no había democracia en verdad. Democracia no es sólo ir a votar cada 5 años por un Presidente o por un gobernador. No, democracia es una cosa mucho más profunda, democracia es un sistema de vida, la democracia debe incorporar la igualdad, la equidad, la inclusión de todos, sin excepción, la distribución equitativa del ingreso nacional, de la riqueza nacional. Entonces aquí en Venezuela se hizo presente la figura matemática sobre la cual alertaba Aristóteles en su política, una democracia, sí, es difícil decir que había una dictadura, no, cómo si había elecciones; claro, una careta de democracia, un ropaje de democracia. Y luego se fue generando una élite privilegiada cada día más reducida, y cada día más encumbrada para la cual nunca hubo Ley, ellos nunca reconocieron Ley. Vaya usted a buscar en las cárceles de Venezuela a algún miembro de la élite a ver si ha estado o está en prisión, algunos han estado por un breve tiempo, y en su casa, en su casa. Vayan a ver las cárceles de mi país llenas de pobres. Pero para la élite nunca hubo Ley, ellos nunca reconocieron Constitución y todavía algunos pretenden seguir desconociendo que hay una Constitución, que hay una Ley.

Hace pocos días, por ejemplo, el Estado en base a la Constitución y en base a la Ley, en este caso de Telecomunicaciones, fue a hacer una inspección a un canal de televisión, y resulta que verificamos que en ese canal de televisión se estaba violando la Ley de Telecomunicaciones, porque simplemente habían comprado unos equipos de los que llaman microondas y los estaban utilizando, utilizando el espectro electromagnético sin autorización del Estado, que tiene un organismos llamado Conatel, Consejo Nacional de Telecomunicaciones que es el órgano encargado de regular el uso del espectro electromagnético, pero eso es una cosa elemental, yo no puedo comprar un revólver y cargarlo por la calle si no tengo un permiso, si no tengo el permiso del Estado, me quitan el revólver aún cuando yo lo haya comprado. Yo no puedo comprar un vehículo, pagarlo y andar por las calles sin un permiso que se llama licencia para manejar, porque me tienen que hacer hasta un examen, si yo sé manejar, porque si agarro un vehículo sin saber manejar, o a lo mejor estoy enfermo, pongo en peligro la vida de quienes me acompañan, la mía propia y de otras personas, de la tranquilidad pública la puedo poner en peligro. Yo no puedo comprar un tanque de guerra porque alguien me lo vendió y andar por las calles de Bogotá o de Caracas en un tanque de guerra porque es mío. No, la propiedad privada no es sagrada, la propiedad privada sólo es propiedad privada, no puede estar por encima de la Constitución y de las Leyes, debe estar marcada por ellas; no puede haber vacas sagradas en un país, intocables, no puede haber en ninguna parte, se trata de la equidad ante la Ley, de los derechos fundamentales de todos. Entonces cuando eso ocurrió hace unos días, cosa extraña, pues de una vez salen declaraciones, como poniendo en duda desde otras partes del mundo la honestidad del Estado venezolano, sin saber para nada de lo que se trata, sin darse cuenta que se están poniendo del lado de quienes violan la Ley, sin evaluar cuál es el fondo del acontecimiento mismo. Aquí llegó, por ejemplo, ese día sencillamente unos funcionarios, fueron a revisar, determinaron incumplimiento de la Ley, y como dice la Ley, le hicieron un decomiso a los equipos de aquel canal, no se los vamos a robar, eso no es ningún robo, está decomisado, como al que le quitan una pistola que no tiene permiso, dame acá, esa es tuya, yo anoto aquí, pero no puedes cargarla, primero solicita el permiso y tienes que pasar un examen a ver si tú puedes cargar una pistola; esa es la Ley. Entonces me ruborizo al decirlo, uno se ruboriza cuando ley u oye por prensa internacional que ante un hecho como este en Venezuela, un gobierno de cualquier parte viene entonces a declarar que está preocupado por lo que pasa en Venezuela. ¿Qué es eso? O viene, ¿cómo se llama? La junta no sé qué de Derechos Humanos a enviar de inmediato sin ni siquiera comunicarse con el Gobierno que está haciendo un procedimiento legal, a ordenar una medida cautelar contra los delincuentes que violan la Ley, poniéndose al lado de la delincuencia.

Yo desde esta tribuna tengo que llamar a la reflexión, al funcionariado internacional de América y del mundo, a que tengan un poquito más de cuidado y un poquito más de seriedad, que no se dejen engañar, pues, porque aquí una parte de esa élite a la que se refería Aristóteles, que acabó con la democracia y que desconoció durante años y décadas, Constitución, tanto la anterior como ésta quieren desconocerla, que no reconoció nunca leyes, tenían sus propias leyes, pues. Esa élite tiene una gran capacidad para engañar, han desarrollado una gran capacidad para engañar buenos espíritus y buena fe, ya durante 40 años engañaron a mucha gente en el mundo haciéndole creer que aquí había una sólida democracia, cuando lo que había era una tiranía de pequeños grupos disfrazados de democracia, masacrando a un pueblo, reprimiendo a un pueblo, aquí Rómulo Betancourt, conocido en el mundo como un gran demócrata, que fue un gran tirano, a quien Dios tenga donde deba tener don Rómulo Betancourt. Una de las consignas que Rómulo Betancourt puso en boga durante su gobierno, 1960, comenzando la década de los 60, fue una consigna terrible, la dijo públicamente, así lo dijo aquel Presidente, imagínense que yo dijera eso, yo nunca lo diría porque yo sí creo en la democracia, en los valores y en los Derechos Humanos, y el derecho a la vida. Pero Betancourt dijo una vez, hablando de la policía de los militares, disparen primero y averigüen después y así se hizo muchas veces. Ya ustedes saben, soy militar, vengo de esos caminos y tengo muchos cuentos, tenemos muchos cuentos los militares venezolanos.

Aquí, por ejemplo doctor Gaviria, yo no lo viví afortunadamente porque cuando salimos de la Academia Militar en 1975 ya quedaban solo algunos reductos de la guerrilla que contra aquel sistema democrático se instaló y surgió aquí como en casi todos los países, la guerrilla marxista o la guerrilla de izquierda, ya se estaba acabando la guerrilla aquella, y me contaba algún grupo de oficiales militares mucho más antiguos que nosotros, que era normal que un militar llegara del monte con un saco lleno de manos, no traían cuerpos, traían manos, así como al Che le hicieron un día como hoy, le cortaban las manos, mataban a los subversivos capturados, y a los que no eran subversivos también, campesinos inocentes muchos de ellos seguramente, les cortaban las manos y sus cuerpos quedaron por allá en las montañas, más nunca aparecieron, y las manos eran la prueba, pues de los muertos, cuenten las manos. Esa fue esa democracia. O aquella de 1989, después del pacto con el Fondo Monetario Internacional, pacto salvaje de las llamadas políticas de shock que tanto daño le han hecho a nuestros pueblos, que tanto han agravado a la pobreza de siglos, que aquí pervive, el neoliberalismo, el cuento aquel ¿no? Ese fue el cuento que nos echaron y todavía hay gente que cree que eso es verdad, pobre de ellos. Todavía hay gente que cree en los cuentos del Fondo Monetario Internacional, de que hay que desregularizar todo, flexibilizar todo, el trabajo, permitir inversiones de todo tipo, hay inversiones que son envenenadas, eso es como que tú le digas a alguien, cómete todo, todo lo que puedas, cuidad y te comes una fruta venenosa. Hay inversiones que vienen envenenadas, está más que demostrado, nos dijeron al comienzo de los 90 que después de que cayó la Unión Soviética y el Muro de Berlín y se proclamó la victoria del neoliberalismo y el fin de la historia y el último hombre y la era tecnotrónica y todo aquello, nos dijeron que sí, que había que desregular, que había que abrir las inversiones, que la macroeconomía, que todo ese cuento del libre mercado y de la mano invisible, y que poco a poco iremos saliendo de la fosa. Bueno ¿dónde están los resultados? Que alguien saque resultados. ¿Cuántos años han pasado ya? 13 años, y hoy hay más pobres que ayer, ya lo hemos oído, y ustedes mismos. En América Latina ya, tú decías Enrique, sí, hay 220 millones de pobres y sigue creciendo la avalancha de pobres, en el Caribe, en África. Hay países del África en los cuales más del 50% de la población ya está infectada con el virus del SIDA, Dios, nadie ve eso, cuánto sentimos eso de verdad aquí, a cuántos nos duele el corazón cuando lo decimos, cuántos somos capaces de llorar por los niños del África que no tienen destino, que no tienen rumbo, y mientras los que tienen más poder en el planeta están pensando en escudos estratégicos y en guerras infernales y en bombas inteligentes. ¿Hacia dónde es que vamos en el mundo? Pongamos en primer lugar al ser humano o el mundo no tendrá futuro. Algunos dicen que en Martes hubo vida alguna vez, es posible, hay unos canales, hay unos casquetes polares, hay una atmósfera, se parece mucho Marte a la Tierra. Alguien me dijo que parece que en Marte hubo alguna vez Fondo Monetario Internacional. Y que me perdonen, yo siempre pido perdón, pero con la verdad ni ofendo, ni temo. Yo como acepto todo lo que me dicen a mí, también tengo derecho de decir mis cosas ¿no creen? Lo que es igual no es trampa. El Fondo Monetario Internacional el día del golpe aquí, fue uno de las primeras instituciones que salió en Washington a decir que estaban contentos porque se fue Chávez, y que ellos estaban listos ya par apoyar con todo lo que fuese necesario al gobierno de transición en Venezuela, mientras yo estaba preso por allá en una isla, y aquí se instalaba la más horrenda de las dictaduras que se recuerde en este Continente; en un solo día eliminaron la Asamblea Nacional, Tribunal Supremo de Justicia, detuvieron diputados, gobernadores, eliminaron el Poder Electoral y concentraron en una persona, en un caudillito fascista, todo el poder. Lo que pasa es que a las doce horas se les vino encima una avalancha, una avalancha de pueblo. Y este pueblo, el pueblo de Bolívar, el pueblo de Guaicaipuro, cubrió una jornada para la historia, en menos de 48 horas barrió una tiranía sin disparar un tiro. Sin matar a nadie. Y más aún, en un exceso de flexibilidad, incluso sin detener a nadie, están libres los golpistas, andan sueltos, algunos son dueños de canales de televisión. Sí. Es cierto. Los dueños de los canales de televisión aquí estaban comprometidos en el golpe. Sabían lo que estaba ocurriendo y poca gente en el mundo ha manifestado preocupación por eso. Vean ustedes lo que es, como decía Cristo. Cristo. Yo soy cada día más cristiano y creo que este es el camino de Cristo, el verdadero. Cristo, una vez dijo: "Fariseos hipócritas, que limpian la copa por fuera y le sacan brillo pero no la ven llena de sucio por dentro". Sí, aquí hay gente que dice, que se preocupa porque un gobierno hace cumplir la Ley, pero cuando hubo el golpe de estado no se preocuparon por nada, sino que aplaudieron el golpe de estado. Y se habla de democracia. Y se habla de la Carta Democrática con un cinismo sin límites. (aplausos)

Nosotros no nos quedamos callados, ¿saben? No, no podemos, nos lo impide nuestra moral. Nos lo impide nuestra dignidad. No podemos quedarnos callados ante el atropello, ante la mentira. Además, tenemos el derecho a defender nuestra verdad, pues, ante nuestro pueblo y ante el mundo. Con el respeto de todos pero con nuestra filosa verdad, porque a veces la verdad es filosa como una espada y rompe como la espada. A veces pega como la luz de repente, sobre todo en estos tiempos.

Luego, vean todo lo que nos ha costado a nosotros. Yo le decía a Kofi Annan después del golpe aquí del año 2002, que uno de los culpables era él, porque nosotros no hemos tomado en serio la Cumbre del Milenio, y la Declaración del Milenio. Se dice en la Declaración del Milenio, se habla de ocho grandes objetivos, uno de ellos. Reducir, para el 2015, y ya van tres años, tres por cinco 15, un quinto del tiempo ya transcurrió y no mejoramos, vamos peor. Para el 2015 la meta dice que hay que rebajar la pobreza en la mitad de lo que hoy es. Entre otras cosas matricular a todos los niños en la escuela, entre otras cosas agua potable para todos. Tres años después yo creo que es justo que nos preguntemos, ¿cómo vamos? En verdad, estamos asumiendo con rigor el compromiso de la Cumbre del Milenio ¿si o no? Yo digo no. Ahora, aquí en Venezuela sí, hablo a nivel de promedio mundial. Hay muchos otros países también, nosotros no somos los únicos. No. Pero a nivel general no, no creo que se esté asumiendo con la rigurosidad. Nosotros lo estamos proponiendo desde esos años, el 2000, y sobre todo en Monterrey, en la Cumbre del Financiamiento que se declare la emergencia primero en América, decíamos en la Cumbre de Quebec, la del ALCA. Proponíamos allá en Quebec: "Declaremos la emergencia social en el Continente y actuemos en consecuencia. Cada tres segundos se muere un niño de hambre en el mundo". Pero no, es decir, uno no siente que haya la voluntad política suficiente todavía, todavía, porque estamos lleno de fe, ¿saben? De esperanza en que el mundo sí va a cambiar. En que como reza el lema de la Cumbre del Foro Social Mundial de Porto Alegre "Otro mundo sí es posible". Si nosotros logramos reunir la suma de voluntades en el mundo, suficiente para cambiar el rumbo terrible del mundo, lo podremos cambiar, si no lo hiciéramos terriblemente no habría otro camino que el del caos mundial. El Planeta estallaría algún día y quien sabe si dentro de mil años o 500 años, Venezuela, perdón, la tierra alguien pudiera verla desde otro Planeta y mirarla como Marte. Muy lindo desde lejos, pero desierto y destrozado. El problema es muy grave. Hay algunos que dicen que no, que este es un asunto de los ecologistas, de los verdes para ganar espacio. No. No. Es bastante grave el problema. Por donde se le mire es muy grave. Ahora, volviendo al planteamiento que venía señalando en torno a la pobreza y a la democracia, aquí hemos decidido buscar la manera de solucionar el dilema: reducir la pobreza al máximo. Lula ha dicho en Brasil y lo aplaudimos y le seguimos: "Hambre. Cero". Nosotros agregamos aquí: "Pobreza: cero". Y sumar democracia. Una operación de sumatoria de democracia, en eso estamos aquí de verdad, lo que pasa es que eso afecta los intereses de la minoría antidemocrática. A esa minoría enriquecida no le interesa la democracia, lo que ellos quieren es un gobierno que los ayude a reducir la democracia y a mantener a raya a los pobres. A negarle los derechos a los pobres. Eso es realmente el esquema de quienes se hicieron dueños de Venezuela, para hablar sólo de nuestro país. Y hoy se fueron entonces por el camino del golpismo y del fascismo. Afortunadamente, como el doctor Gaviria lo señalaba, parece ser que algunos han comenzado a entender que hay una Constitución; que hay una Ley y han asumido eso, aunque creo que algunos lo hacen poniéndose la careta para tratar de engañarlos a ustedes. Porque mientras hablan de democracia se alegran cuando explota una bomba en el Palacio de Gobierno hace unas pocas semanas. O explotó una granada y hizo explotar dos camiones de combustible de avión en una Base Militar en Caracas. No condenan eso. Ellos condenan que el gobierno haga cumplir la Ley, y tratan de engañar al mundo, pero explota una bomba en el Palacio de Gobierno, no la condenan , por tanto habría que decirles, con Cristo: Fariseos hipócritas. En el fondo, no quieren democracia. En el fondo quieren que continuara en Venezuela el modelo anterior, de una falsa democracia para ellos, y tiranía para las mayorías, pero no, ese no es el camino e Venezuela. A mí me place mucho decir por ejemplo que para hablar de algunos resultados hasta ahora muy modestos claro, pero que son indicadores de cuál es nuestro camino, en educación por ejemplo, hemos dado pasos pero muy, muy importantes. Ahora tenemos un programa dedicado a cada segmento, a los niños de 0 a 6 años, un plan especial para esa edad que es fundamental, todos sabemos, el Plan Simoncito, así lo llamamos en honor a Bolívar, el Simoncito Bolívar, al niño Bolívar. Y luego, para la educación básica, de 6 a 12 años o 6 a 15 años, las escuelas bolivarianas, escuelas integrales, donde los niños desayunan, estudian, tienen salas de computación con acceso a Internet totalmente gratuito, donde los niños tienen bibliotecas en cada aula, donde los niños almuerzan, donde los niños hacen educación física y deportes, actividades culturales, cantan, bailan, declaman, pintan y luego meriendan a las cuatro de la tarde la para irse a casa. Hasta ahora llevamos tres mil escuelas bolivarianas pero el proyecto va a abarcar todo el sistema educativo básico en Venezuela. O las escuelas técnicas robinsonianas de educación media. Escuelas técnicas, hace poco inauguramos aquí por cierto una de las muchas que tenemos en Venezuela, equipadas con alta tecnología para que los muchachos de verdad se formen en la educación secundaria, como técnicos de alto nivel, y luego en las universidades también, tenemos un plan especial reciente, la Universidad Bolivariana, pero no contentos con eso, este año a pesar de las dificultades de crecimiento y fíjense que allí yo sugiero que revisemos esta tesis que dice de que para que haya desarrollo social es imprescindible el crecimiento del PIB. A veces no. A veces no. Nosotros en el 2002 hemos sufrido una caída espantosa, de 29% del PIB, en promedio será no menos de diez, este año que está terminando, claro, si los golpistas y los saboteadores nos sabotearon las refinerías, los campos petroleros, a través del terrorismo y paralizaron la producción petrolera nuestra durante más de dos meses, lo cual generó una pérdida directa de más de diez mil millones de dólares, es decir, 10% del Producto Interno Bruto. Nos dieron en el corazón de la economía, querían desestabilizarnos por ese lado, ya que por el lado militar no pudieron hacerlo, el golpe de abril. Sin embargo, con toda esa crisis profunda de caída del Producto Interno Bruto, nosotros este año en lo social hemos dado pasos muy grandes, ya hablaba el ministro de Salud y Desarrollo Social del Plan Robinson, por ejemplo. Es una cosa milagrosa que hay que verla para creerla, Venezuela tenía millón y tanto de analfabetas, desde hace mucho tiempo, el promedio anual de analfabetización no llegaba o no llegó a 20 mil en promedio en los últimos 20 años, 10 mil, 15 mil. Bueno, de julio a esta fecha, aquí tengo el último informe, ¡Dios!, qué lo hice, debe estar por aquí, el último informe que me dieron esta mañana antes de salir, Plan de Alfabetización, utilizando televisión, videos y tecnología, y un voluntariado de más de 100 mil jóvenes. Yo he visto ancianos de 103 años que aprendieron a leer y escribir, 103 años, se los puedo presentar, se llama Delio. Delio nunca fue a la escuela y hoy tiene 103 años; Delio aprendió a leer y a escribir en siete semanas al lado de un niño de 8 y de un grupo de vecinos. Los indígenas están aprendiendo a leer y a escribir en su idioma y en el español, en los dos.

Bueno, hasta hoy tenemos en clase (tenga ustedes en cuenta que aquí somos 23 millones apenas de habitantes), pero tenemos en clase de julio a esta fecha, es decir, en tres meses un millón 20 mil 330 venezolanas y venezolanos recibiendo clase, y ya se han graduado 300 mil; es decir, nosotros el año que viene podremos decirle al mundo: acabamos con el analfabetismo de 500 años en seis meses. Eso sí, con un inmenso esfuerzo moral, he allí lo más importante, mucho más que el Producto Interno Bruto, y esa es una diferencia fundamental de nosotros los que creemos en el humanismo primero que en el materialismo, de los que creemos primero en el ser humano antes que en la macroeconomía. Hay ejemplos de países de este continente que han crecido 6 y hasta 7% anual durante uno o dos años y la pobreza creció también, por lo tanto, no es ninguna garantía el crecimiento del Producto Interno Bruto para salir de la pobreza, ¡es mentira! Se trata del modelo de desarrollo, se trata de la moral que mueva a la gente, la moral, decía Mao Tse Tung el gran timonel. En una guerra hay máquinas, hay tecnologías, hay estrategias, pero hay un factor que casi siempre es fundamental y que decide la guerra: la moral de los combatientes. Cuando un pueblo como el venezolano está de pie, sólo ese pueblo pudo, aquí en Venezuela se demostró que la democracia es de verdad un sistema popular, debe serlo, no es el sistema ese de las instituciones, las instituciones son fundamentales pero no hacen la democracia las instituciones, cuántas dictaduras no han existido con Tribunal Supremo de Justicia, la de Pinochet tenía Tribunal Supremo de Justicia y tenía Congreso también. No es una garantía, es el pueblo la garantía, un pueblo consciente, en Angostura Bolívar lo decía también, hablando de la educación: "Un pueblo ignorante es instrumento ciego de su propia destrucción". Y hoy decimos nosotros invirtiendo los factores: un pueblo consciente es instrumento hermoso de su propia liberación, él mismo se libera, no hacen falta caudillos ni mesías, él es su propio caudillo, él es su propio mesías, él es su propio libertador. Eso en Venezuela se está demostrando cada día y yo invito al mundo a que vea la verdad, que no se deje nadie manipular por la tiranía mediática, tiranía mediática. Aquí ha funcionado detrás de las máscaras democráticas y detrás de las instituciones democráticas reales una tiranía. Bueno, recordarán ustedes seguramente que el día del golpe de Estado aquí todos los canales de televisión privados de Venezuela le dijeron al mundo una gran mentira, sabiendo que era falso, le dijeron a todos ustedes que yo había renunciado, y era mentira y ellos sabían que era mentira. Y al día siguiente cuando el pueblo se fue a las calles por millones y los soldados de la patria respondieron junto al pueblo y echaron a la dictadura, los canales de televisión privados, el del Estado lo habían sacado del aire, lo habían saboteado, los canales privados de televisión se pasaron a transmitir Tom y Jerry, Tom y Jerry fue el ganador allí, películas, como si no hubiera pasado nada o no estuviese pasando nada, y estaba ocurriendo en Venezuela un acontecimiento histórico que aquí nunca se había visto. Por eso yo les ruego, no se dejen engañar en su buena fe por estos canales de televisión venezolanos, que casi todos los días andan transmitiendo mentiras tratando de distorsionar a funcionarios, a instituciones y a gobierno que a veces caen con una facilidad que a mí me espanta, porque yo digo: ¡Dios mío!, si un gobierno o una personalidad o una institución que tenemos por seria, es decir, debe tener mentes lúcidas, debe investigar primero, debe averiguar primero porque es un poco como Betancourt: "Disparen primero y averigüen después". Cuando la Corte esta Internacional de no sé cómo se llama, de Derechos Humanos, que creo que lo menos que se ocupa es de los derechos humanos, ¿no?, de la educación, creo que lo menos que se ocupa es de eso y de la salud y de los que no tienen tierra, los que no tienen vivienda, creo que no les importa mucho eso a la mayoría de sus miembros. Pero cuando una institución como esa ante lo que aquí ocurrió hace unos días, de inmediato, sin consultar ni preguntar ni investigar, ordena una medida cautelar que nosotros no vamos a obedecer, porque está amparando es a la delincuencia, pierde todo respeto esa institución y queda como delincuente. Si ampara a un delincuente está del lado de la delincuencia, ahí está contra la justicia, por eso qué bueno que esa reflexión es sobre esto aquí en estas reuniones. Sin que nadie se ponga bravo, porque hay quienes se ponen bravos. La verdad los saca de quicio y pierden el control. No, no, vamos a discutir con verdades por delante, pues, sólo con la verdad por delante podremos reconocernos mejor, respetarnos mejor y buscar caminos mejores. A ver cómo, a ver cómo le damos a nuestros pueblos, que están más allá de estas paredes y son millones y millones, un camino hacia un mundo democrático pero verdaderamente democrático, donde todos sin excepción estemos incluidos, donde haya igualdad, donde haya equidad, donde podamos gobiernos, instituciones, Estados, sociedades, sectores privados, sectores públicos, todos, en el marco de las constituciones y leyes de cada país, respetándonos mutuamente, construir ese mundo mejor, podamos garantizar el cumplimiento de los derechos humanos de primera generación, de segunda generación y de tercera generación a todos sin excepción, a las niñas, a los niños, a los hombres, a las mujeres, a los trabajadores, a los empresarios, a los periodistas, a los militares, a los civiles, a los ateos, a los protestantes, a los evangélicos, a los católicos, a los cristianos, a los negros, a los indios, a los blancos, a todos. Sólo así el mundo tendrá sentido, futuro. Desde Venezuela, desde la Nueva Esparta este corazón del Caribe oriental abogamos por ello y más que abogamos luchamos por ellos. Bienvenidos.

Transcrip. AB-AV-MR-AZ (TvPrensa 2000, C.A.)