Chávez Superstar

E.A. Moreno-Uribe

El Mundo
Martes 11 de Noviembre de 2003

CINE "The Revolution will be not Televised", polémico documental sobre el golpe de Estado del 11 de abril del 2002, triunfa en el exterior, pero aquí en Venezuela divide las opiniones

Hugo Rafael Chávez Frías tuvo muchos sueños cuando era niño, influenciado por los relatos de sus familiares sobre un antepasado, un legendario guerrillero, defensor de los humildes. Soñó ser Presidente de la República, gran estrella de los medios de comunicación audiovisuales y gran predicador de las causas de los oprimidos.

Todo eso lo logró tras vencer múltiples obstáculos. También Chávez quería ser un gran actor del cine - supersta r -y lo acaba de conseguir en medio de una polémica "bola de nieve" -esas que crecen segundo a segundo- provocada por el documental "The Revolution will not be Televised", producido por las irlandesas Kim Bartley y Donanacha O´Briain, al ingresar al circuito de los festivales y las exhibiciones comerciales en Estados Unidos, donde ya los medios de comunicación impresos exaltan los "valores impresionantes" de dicho film, como lo reseñan en la revista IndieWire y en el Chicago SunTimes.

Controversia

En ambas críticas, según lo informa el venezolano Juan Pacheco, residente en Estados Unidos, los reconocimientos son superlativos, tanto para el filme como para las cineastas, al estar en el lugar preciso para captar ese "valioso testimonio".

Además, los críticos "felicitan al pueblo de Venezuela de apoyar a un presidente elegido democráticamente y que lucha por la pobreza y no se deja subestimar por la minoría de oligarcas ni por el gobierno intruso norteamericano".

Pacheco dice que "realmente es increíble que ese documental sea respetado. El 21 de este mes se estrena en cartelera regular en una sala de cine de Los Angeles, igual pasará en Nueva York.

Y para quien crea que eso es todo, el audiovisual ha sido inscrito en la categoría de documentales del premio Oscar para el 2004".

En Nueva York, el film se proyecta en medio de entusiastas reseñas publicadas en The New York Times y The Village Voice, donde Chávez es el starring. Son comentarios descriptivos sobre el contexto político venezolano, con elogios para los cineastas por el trabajo de "deconstrucción" de la realidad televisiva, aunque subrayan que el documental puede ser tomado como modelo de lo que es la manipulación política de las imágenes.

Según la agencia Ansa, "el vibrante documental sobre Hugo Chávez, se proyecta desde el miércoles en Nueva York, en medio de entusiastas reseñas y ataques furibundos. El film, que presenta una vívida imagen del presidente venezolano y de los hechos que rodearon el frustrado golpe de Estado en su contra, llega con galardones obtenidos en distintos festivales".

La controversia se generó -añade la nota- por su visión favorable a la gestión de Chávez y las acusaciones de que el Departamento de Estado participó en el intento de golpe. Este trabajo, como es obvio, atrae a los hispanos residentes en Nueva York, especialmente a los venezolanos.

Prohibición

Para el comentarista de Ansa, el film tiene tomas de las directoras irlandesas que "desmienten que los seguidores de Chávez hayan disparado contra la multitud en la sangrienta manifestación del 11 de abril de 2002. Sin embargo, "The Revolution... " ofrece un valioso material gráfico, un testimonio histórico irrepetible -a veces se tiene la impresión de estar inmerso en una vertiginosa película de acción- y un ángulo que muy rara vez han ofrecido los medios".

Agrega que la realización en sí del documental "es casi tan asombrosa como los hechos que rodearon la detención de Chávez por parte de la jerarquía militar y su triunfal regreso 48 horas después, poniendo fin a uno de los más efímeros golpes de Estado en Latinoamérica".

"Bartley y O´Briain llevaban varios meses en Venezuela realizando un retrato íntimo del Presidente, acompañándolo en viajes y actos, y registrando su enorme popularidad entre los pobres, así como captando la oposición de los medios, los partidos políticos tradicionales y muchos otros grupos. En el momento del golpe resultaron ser las únicas periodistas en el palacio de presidencial, por lo que registraron uno de los momentos más dramáticos en la historia reciente de Latinoamérica.

Allí siguieron paso a paso y con singular pericia el desarrollo de los eventos hasta el regreso de Chávez al poder, con el apoyo de un segmento de la población y de amplios estamentos del ejército", puntualiza Ansa.

Desde que el film "The Revolution... " se estrenó en Caracas, los elogios y la controversia inclemente de los opositores a Chávez, especialmente del sector de los intelectuales, lo han acompañado.

El último escándalo ha sido su retirada del Festival de Cine de Amnistía Internacional que comenzaba el pasado jueves 6 de noviembre, en Vancouver, Canadá. El coordinador regional del festival, Don Wright, dijo que "no se consideró apropiada la exhibición de la película por su naturaleza política". Pero un grupo de simpatizantes del chavismo, manifestaron contra esa decisión de los organizadores el pasado viernes en esa ciudad canadiense.

Por su parte, Mike Maggiore, programador y publicista de Film Forum, opinó que el documental suscita reacciones encontradas. "Es provocador porque muestra cómo las noticias pueden influir en los eventos, e incluso distorsionarlos. Esto es algo que va mucho más allá de Venezuela y resulta relevante ahora mismo en este país". Pero los productores de "The Revolution... " no se han quedado cruzados de brazos. Reciben invitaciones de las organizaciones no gubernamentales que desafían el neoliberalismo y se presentan en sus foros o en eventos donde el tema de fondo es la película sobre "la realidad venezolana". Ahora, después de ganarse siete premios en diversas competencias, acaban de participar en el Segundo Festival Internacional de Niños y Jóvenes, en Buenos Aires. •

AZPÚRUA: Documento fílmico de inmenso valor histórico

El cineasta Carlos Azpúrua defiende a ultranza los logros artísticos y políticos del documental "The Revolution will be not Televised". Admite que estuvo en el Palacio de Miraflores durante los días del golpe de Estado y eso le permitió hacer otro documental "El pueblo vencerá", a su juicio, el primero que se hizo y en el cual se muestra un primer plano de Chávez con el Cristo en sus manos. "Se exhibió en el Canal 8, pero yo no le di promoción ni ha tenido todo el éxito que ha alcanzado el de las irlandesas.

El trabajo de ellas tiene un inmenso valor histórico y por eso es que lo denigran, ya que establece la verdad de lo que sucedió y además demuestra cómo lo que se conoce con el nombre de ´La masacre de Puente Llaguno´, fue un montaje. Yo invito a que analicen esas tomas que además fueron captadas por varios camarógrafos, para que vean cómo cayeron muertos varios ciudadanos venezolanos en las calles aledañas.Yo tengo mucho material, inédito la mayor parte, de todo lo que ocurrió ese día", dice Azpúrua. Este cineasta de dilatada trayectoria tiene un film, “Amaneció de Golpe”, que fue exitoso en su momento, el cual recrea el frustrado golpe de Estado que dirigió, para ese entonces, el teniente coronel Hugo Rafael Chávez Frías, el 4 de febrero de 1992 contra el presidente Carlos Andrés Pérez. Con respecto a "The Revolution... " Azpúrua recalca que se trata de "un documental histórico", porque ahí se demuestra como la situación de tensión social que desembocó en el golpe del 11 de abril fue creada por la oposición política al régimen de Chávez, "porque necesitaban muertos, como lo demuestra el testimonio del periodista Otto Neustald, en el cual presenta al Alto Mando Militar asumiendo posiciones y esperando, sin compasión, la cifra de los caídos en las calles para dar su rueda de prensa y anunciar que tomaban el mando al deponer al presidente Chávez". Insiste en que no tiene ninguna duda sobre lo que pasó en esos días de abril, "porque he estudiado todas las imágenes, especialmente donde la Policía Metropolitana se convirtió en el escudo de la marcha golpista que iba rumbo al Palacio de Miraflores. Esos agentes policiales saben mucho de lo que ahí pasó, sobre todo en las inmediaciones de Puente Llaguno, saben quiénes mataron al agente que iba sobre el "rinoceronte", así como también al chofer de esa unidad"

CRÍTICAS: Documental parcializado y manipulado

El ingeniero Wolgang Schalk y el cineasta Thaelman Urgelles son algunos de los intelectuales venezolanos que critican al documental “The Revolution will not be Televised,” exhibido el 13 de abril de 2003 en el Canal 8. Ellos cuestionan en ese film: La ausencia testimonial de los sectores y protagonistas que adversan al gobierno, como los dueños de los medios de comunicación, cuerpos policiales, y miembros de la Fuerza Armada. Descontextualización de declaraciones de ciudadanos obtenidas en foros vecinales con objetivos vecinales. La omisión deliberada de hechos públicos, notorios, documentados y, además, disponibles, como el llamado de funcionarios del gobierno, a través de los medios, a la violencia.Presentación de imágenes de manifestaciones de calle del sector opositor, verificable en el análisis por cuadros, como manifestaciones de apoyo al gobierno. El guión que vocea la locutora Kim Bartley dirige sin ambages la interpretación de la audiencia a favor del gobierno.

La edición no se ajusta al orden cronológico de los acontecimientos y se presentan imágenes y situaciones para adaptarlos, con fines cuestionables, a una versión de los productores que atiende intereses ajenos a la imparcialidad y objetividad que debe caracterizar un documental. Se omiten situaciones públicas y notorias de alcance significativo para la correcta interpretación y documentación de los hechos narrados como: “la cadena” presidencial que anuncia el corte de las señales de tres canales privados de televisión, y el anuncio de la renuncia del Presidente hecha por Lucas Rincón, ministro de la Defensa el día 12 de abril en la madrugada, factor desencadenante de los hechos subsiguientes. Investigaciones posteriores revelan, que las personas que aparecen en la película con opiniones contrarias al gobierno no fueron informadas del uso que se daría a sus declaraciones. Adicionalmente, los productores del documental no solicitaron ni cuentan con el permiso para utilizar la imagen de esas personas en clara violación al derecho a la privacidad. El público, a quien se le proyecta el documental, desconoce la realidad venezolana. Resulta tendencioso que los hechos se presentan como un problema de orden racial entre blancos y negros, de espaldas a la realidad de un mestizaje ancestral del que es prueba cualquier imagen utilizada en la pieza premiada. Personajes claves, como es el caso de Carlos Ortega, presidente de la CTV, no están debidamente identificados, lo cual da pie a confusiones inconvenientes a la hora de interpretar los roles que desempeñaron en los acontecimientos.Y tratándose de un documental premiado por su valor histórico, falta que se incluya en él para calificar en tal género, la presentación de las imágenes correspondientes a las agresiones, daños y amedrentamiento sufridos por los medios de comunicación privados, por parte de los Círculos Bolivarianos dirigidos por un reconocido funcionario oficialista. Este hecho de violencia constituye un claro atentado a la libertad de expresión”.