Rebelión

Venezuela: la contrarrevolución se subleva en el Tercer Golpe de Estado (I)

Con una magna manifestación de quinientos mil bolivarianos, el domingo 29 de febrero, y un discurso trascendental del Presidente Hugo Chávez, la Revolución Bolivariana de Venezuela entró en su fase abiertamente antiimperialista.

Su discurso, que equivale a una segunda declaración de independencia, tildó a George Bush de "muy pendejo" y debatió públicamente varios escenarios de guerra, bloqueo y confiscaciones, del imperio; entre ellos, una comunicación interceptada a los gringos, que se refiere a un planeado acercamiento de buques militares estadounidenses a las costas venezolanas, en los próximos días y la revelación del hecho de que durante el golpe militar del 12 de abril del 2002 no sólo hubo la invasión de aguas territoriales venezolanas por una nave de guerra estadounidense, sino también el aterrizaje de helicópteros militares de Estados Unidos en el aeropuerto de Caracas.

Este discurso fue el equivalente político del discurso de Fidel Castro, pronunciado el primero de mayo en la Plaza de la Revolución en La Habana, cuando el Comandante advirtió ante un millón de ciudadanos reunidos, que existía el peligro real de una agresión militar de parte de los neofascistas de la Casa Blanca.

En su magistral intervención, Fidel logró hacer lo que una auténtica vanguardia tenía que hacer ante la terrible perspectiva de una guerra con el imperio: reafirmar a los valientes, fortalecer a los tímidos y reconfortar a los temerosos, convirtiéndolos a todos en un gran megaguerrero, dispuesto a enfrentar y vencer a la bestia.

Y algo semejante había sucedido en la boca de la Avenida Simón Bolívar en Caracas, cuando el Comandante Hugo Chávez, después de dos horas de apasionada y profunda arenga, bajó cansado y sudado de la improvisada tarima y, tomando la mano de su nieta, se retiró del campo de batalla - por ahora, verbal.

La respuesta del imperio no se ha hecho esperar. En el caso de la isla revolucionaria, se hizo pronto visible en la impo! sición d e varias medidas de agresión contra Cuba. Estas, sin embargo, son sólo la punta del iceberg. La agresión principal está preparada para los meses de abril y mayo, después del fallo de la Comisión de Derechos Humanos de la UNESCO sobre la situación en Cuba.

Entre los escenarios de los planificadores de Bush se encuentran los de índole militar que ahora se verán favorecidos por la existencia de un gobierno títere estadounidense en el flanco oriental de la isla, en Haití.

En el caso de Venezuela, el imperio tampoco está dando la respuesta de manera diplomática, sino por la vía de los hechos, y en dos teatros de operaciones diferentes: en Haití, en contubernio con el imperialismo francés, un comando militar estadounidense simplemente secuestró al presidente electo Jean-Bertrand Aristide y lo deportó a Africa del Sur.

En la patria de Bolívar, a su vez, Washington activó el plan del tercer golpe de Estado. Con el pretexto de protestar contra el fallo del Consejo Nacional Electoral (CNE) que no le fue favorable a los mercenarios, se iniciaron de manera planeada disturbios en varias partes de la ciudad de Caracas que incluían francotiradores con la misión, de matar tanto a miembros de las fuerzas del orden público, como de manifestantes propios, a fin de generar "mártires" de la "dictadura" de Chávez.

Ya en el manual de la CIA, escrito en 1983 para los mercenarios de Ronald Reagan ("la contra") que trataron de destruir al gobierno sandinista en Nicaragua mediante el terrorismo paramilitar, se advertía a los líderes de los mercenarios, de que todo movimiento de protesta social necesita mártires, de tal manera que era vital organizar manifestaciones que produjeran víctimas fatales entre los participantes.

Para el día de hoy, miércoles, cuando el CNE debe presentar el fallo definitivo sobre el referendo revocatorio de los mercenarios, se ha planeado reactivar esta estrategia. Los francotiradores asesinos serán proporcionados por sectores de los policías municipales del conurbano ca! raqueño que actuarán detrás de las líneas de los manifestantes, tal como hicieron en los asesinatos políticos del 12 de abril del 2002, y, nuevamente, el 29 de febrero del presente.

El 29 de febrero, la Policía Municipal de Sucre (Caracas) había despejado un puente de la autopista Francisco Fajardo de mercenarios que querían bloquear dicha avenida y que habían sostenido un enfrentamiento con vendedores informales. A pocos minutos de haberse retirado los mercenarios, aparecieron alrededor de treinta y cinco miembros de la Policía Metropolitana en motos, vestido de civil y portando chalecos anti-balas y armas de fuego quienes dispararon contra las personas presentes en el puente, matando a José Guevara Reyes.

Una vez que los asesinos uniformados y no-uniformados de esas policías municipales hayan realizado su "trabajo" sucio, las cadenas televisivas Globovisión, Venevisión y CNN se encargarán de divulgar la noticia de los muertos con las debidas interpretaciones de "testigos testimoniales" y las consabidas técnicas de manipulación, para que a nivel mundial nadie tenga duda de que el autoritarismo del régimen de Chávez cobró nuevas víctimas a través de su represividad indebida.

La tercera sublevación de la contrarrevolución nace de la desesperación del agotamiento de las vías institucionales de remoción del presidente constitucional Hugo Chávez. Para iniciar el procedimiento de su remoción, mediante el referendo revocatorio, tenían que haber recabado alrededor de 2.437.000 firmas. Sin embargo, sólo unas 1.700.00 firmas han sido reconocidas como válidas por el CNE; 600.000 fueron anuladas por no cumplir con los requisitos legales y alrededor de 800.000 van a reparo, es decir, a la verificación de su validez, del 11 al 14 de marzo.

La probabilidad, de que los mercenarios hayan recogido la cantidad de firmas validas necesarias para iniciar la remoción del Presidente, es, por lo tanto, cercana a cero. Y esta es la razón por la cual han optado por el intento de la sublevación mediante bandas ! armadas, delincuentes, jóvenes sin conciencia y gente marginal pagada en efectivo, para que les hagan el trabajo sucio que, ni por la vía legal, ni por la vía golpista han podido lograr.

Si esta noche los sicarios de Washington activan el plan reseñado, a la Revolución Bolivariana no le queda otro remedio que intervenir las municipalidades ocupadas por los terroristas de Estado y enjuiciar a sus alcaldes por abandono de funciones, contubernio en la preparación y ejecución de actividades criminales y atentados contra la paz y el orden público del país.

Hacer valer la ley y la constitución con medios institucionales es, en este momento de desafío de Washington y sus sicarios, una condición de sobrevivencia del proceso de democracia popular, dentro del país.

Solidaridad sin condiciones es el componente internacional que tiene que complementar esa firmeza interna de la Revolución. No es el momento de claudicaciones liberales.

Apoyar a la Revolución Bolivariana, sin caer en las manipulaciones de los medios internacionales del capital, es el deber ético y político de todo patriota latinoamericano, en esta hora de peligro.

Publicado el 05-03-2004

Venezuela: anatomía del Tercer Golpe de Estado (II)

El avance del tercer golpe de Estado en Venezuela permite entender ya su anatomía. Es quizá el más sofisticado que la Central de Inteligencia estadounidense (CIA) y los mercenarios de Washington han cometido desde abril del 2002, y combina elementos de la destrucción del gobierno de Aristide en Haití, de Allende en Chile, de los Sandinistas en Nicaragua y de la subversión de los regímenes del socialismo real en Europa oriental, sobre todo, del golpe de Estado en Rumania y la implosión del Estado de la República Democrática de Alemania (RDA).

1. El plan inició con una táctica de foquismo violento en Caracas, el viernes 27 de febrero, que se basaba esencialmente en el bloqueo de calles con cauchos y basura encendidos, provocaciones a las fuerzas del orden público y la producción de muertos y heridos por francotiradores mercenarios.

Esa primera fase de la subversión cumplía dos funciones: a) programar mediáticamente a la opinión pública mundial y nacional con la noción de que el gobierno del Presidente Chávez es dictatorial y terrorista y, b) distraer del verdadero objetivo estratégico de la embestida: la remoción del Presidente Hugo Chávez.

Posteriormente, el foquismo se activó en varias ciudades del interior, dejando reposar a los mercenarios de la Capital para que entren otra vez en acción este sábado, 6 de marzo.

2. El segundo paso consistió en la construcción pública de la coartada de la Casa Blanca, tarea que estuvo a cargo del Secretario del Departamento de Estado, Colin Powell. Powell dijo en el Congreso estadounidense, el miércoles 3 de marzo, que Washington acepta los resultados del Consejo Nacional Electoral (CNE) y el procedimiento de reparo, a los que calificó como "un proceso que está en marcha, y que veremos cómo se cumple cuando los ciudadanos venezolanos puedan verificar sus firmas".

Declaró también que "Hugo Chávez es el presidente electo democráticamente y Estados Unidos acepta este resultado".

El portavoz del Departamento de Estado, Gonzalo Gallegos, especificó que "Nos unimos al llamado de la Organización de Estados Americanos (OEA) y del Centro Carter, pidiendo a todas las partes que sigan comprometidas con el Consejo Nacional Electoral para garantizar que actúen de una manera rápida, transparente, viable y respetuosa de los derechos constitucionales de los firmantes de la solicitud de revocatorio", dijo.

Las declaraciones de Powell sirvieron también como medida de distracción para las fuerzas de apoyo del gobierno venezolano, algunas de las cuales interpretaron erróneamente la medida propagandística como un indicio de buena voluntad de Bush hacia el respeto de la soberanía de Venezuela.

3. Mientras la feroz campaña de los medios siguió dentro del país ---con la Conferencia Episcopal Venezolana declarando que "con las decisiones tomadas (por el CNE- Heinz Dieterich) no se soluciona la crisis del país, al contrario se ahonda, y pareciera que se juega irresponsablemente con la violencia y la eliminación del otro bajo el espectro de la impunidad"--- la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos (Cidh) se unió al escuadrón constructor de la cortina de humo internacional, condenando al gobierno y lanzando "un llamado urgente a la pacificación y la preservación de la democracia y el Estado de Derecho en los términos de la Convención Americana y de la Carta Democrática".

El día anterior, Amnistía Internacional (AI) ya se había expresado sobre la situación venezolana, diciendo que "La principal responsabilidad de garantizar la protección de los derechos humanos de todos los ciudadanos recae fundamentalmente sobre el gobierno, pero todos los agentes sociales y políticos, ya estén en contra o a favor del gobierno, deben evitar que se contribuya al incremento de la violencia política y al deterioro de la situación de los derechos humanos".

Extrañamente, el principal "agente social" responsable de los destrozos y pérdidas humanas ---las televisoras y medios impresos de la oligarquía--- no fueron mencionadas en el comunicado de la venerable organización de los derechos humanos.

4. Milos Alcalay, el embajador de Venezuela ante las Naciones Unidas, fue la siguiente ficha que Washington movió. Ya durante el golpe de Estado de abril del 2002, el socialcristiano Alcalay había traicionado al gobierno, ofreciéndole al golpista Carmona en una carta sus buenos servicios. Inexplicablemente se le perdonó la traición y pudo permanecer en el cargo, preparando el circo de su renuncia teatral del día 4 de marzo, en Nueva York.

"Me es imposible representar una diplomacia de Estado en un entorno conflictivo como el actual (en el país), que niega los derechos humanos, desequilibra la democracia y afecta el diálogo", expresó el diplomático de carrera y criticó "la represión militar y policial" que sufrió la marcha de los mercenarios el 27 de febrero; reprobó la labor del CNE al considerar que sus determinaciones "constituyen una negación a la verdadera noción de democracia", y llamó a la formación de un "gobierno de salvación nacional".

5. El blanco psicológico de la incesante campaña televisiva interna de los canales Globovisión, cuyo Director es Alberto Federico Ravel, y Venevisión, propiedad del magnate Cisneros, es doble: por una parte se procura generar un estado psicótico en la población que facilite su manipulación y, por otra, se pretende quebrar moralmente a la Guardia Nacional (GN) que sostiene el peso de los conflictos callejeros y ataques de los francotiradores.

6. Los escenarios finales buscados por la quinta columna de Washington, son dos. Ambos parten de una doble premisa: a) que no será posible vencer al Presidente Chávez en elecciones limpias y, b) sin la neutralización del Presidente, la oligarquía y Washington no podrán recuperar el Estado y sus prebendas.

7. El primer escenario consiste en inclinar el frágil equilibrio dinámico de poder que existe entre unas turbas callejeras, vinculadas por su correa de transmisión televisiva a los verdaderos líderes de la subversión, y una fuerza armada democrática que no matará a civiles, hacia los sectores del imperio y de la oligarquía.

"Chico, con esto se cayó el Muro de Berlín", expresó uno de los líderes mercenarios en una conversación telefónica con grupos foquistas callejeros, es lógico, tratando de darles ánimos.

Si tal estrategia no logra el objetivo final, los mercenarios se contentarán posiblemente, por ahora, con la obtención de algunas concesiones de parte del CNE o del gobierno, que permitirán abrir la campaña electoral del referendo revocatorio, en el cual Washington invertirá todo su know how y los recursos necesarios para triunfar.

7. Si este escenario falla, es probable un plan "B", consistente en un ataque aéreo de un piloto que se procurará comprar. Al fin y al cabo, ¿si se compran diplomáticos y generales, porque no podría encontrarse un piloto militar en venta?

El Palacio de Miraflores, el Ministerio de Defensa y la Comandancia del Ejército se encuentran a corta distancia dentro de Caracas y casi en una línea recta. De tal manera, que un cazabombardero F-16 o Mirage, podría atacar los tres blancos en una sola agresión, para refugiarse inmediatamente después en las bases aéreas estadounidenses en Curazao o Aruba, donde pediría asilo político.

8. Si al Presidente no se logra neutralizar esto en un corto plazo, a mediano plazo se activará el uso de bandas armadas, tal como sucedió en Nicaragua y Haití. Las bases de la agresión contra Nicaragua estaban en Honduras; las de la agresión contra Haití en la República Dominicana y las de las bandas armadas que se están usando ya contra Venezuela, en Colombia.

El gobierno de Bush no hará concesiones en la imposición de este plan. La solidaridad internacional tendrá que tener la sensibilidad y la sabiduría de entender las jugadas de este ajedrez imperial subversivo, antes de que sucedan.

Sólo así podrá darse jaque mate al gran depredador del norte.




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